miércoles, 13 de febrero de 2013

CAFÉ PARA TODOS

* BENEDICTO XVI, UN HOMBRE INCÓMODO EN EL TRONO DE SAN PEDRO; UN PAPA AMERICANO PODRÍA SUCEDERLO

* EL PLENO APRUEBA LA LEY DE AMPARO EN LO GENERAL Y PARTICULAR

Este lunes, los cronistas que cubren las actividades diarias de Benedicto XVI -algunos de ellos verdaderos especialistas en los asuntos de la Iglesia, llamados “Vaticanistas”-, se quedaron azorados ante el anuncio. 
En forma muy gráfica, el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, uno de los hombres fuertes de la Curia Romana, describió muy bien el repentino anuncio de la dimisión del Pontífice, con la frase “fue un relámpago en cielo sereno”.
Un discurso que parecía habitual, rutinario, en un día aburrido para los reporteros de “la fuente” de la Santa Sede y al que pocos le pusieron la atención debida, en parte también porque fue pronunciado en latín, una lengua que no dominan todos, fuera del círculo del Vaticano.
Giovanna Chirri, la periodista de la agencia italiana de noticias ANSA, que suele cubrir con mucha acuciosidad las actividades cotidianas del Papa, cuenta que se quedó petrificada cuando escuchó las palabras de renuncia de Benedicto XVI.
“Escribí y lloré por la emoción”, reveló la cronista, mostrando que los periodistas también son, a fin de cuentas, creyentes y seres humanos. “Pronunció su anuncio con voz solemne y seria, el rostro algo cansado; Cardenales y obispos lo escucharon en el más absoluto silencio”, recordó la reportera.
También relata que hoy era un Día festivo en el Vaticano por el aniversario de los llamados Pactos Luteranos -que se firman con el gobierno italiano-, por lo cual había pocos periodistas en la sala de prensa de la Santa Sede, para cubrir una noticia considerada “poco atractiva”.
Pero a los 20 minutos de iniciarse el acto y luego que habló el cardenal Angelo Amato, el Papa dejó boquiabierto a todo el mundo. “En un latín límpido y fluido, pronunció las frases claves con el anuncio, declaración clara, pero que personalmente a muchos de los presentes no les pareció cierta. Simplemente no lo podíamos creer”, recuerda Giovanna.
“He comprendido mal -se decía al releer una y otra vez sus apuntes y quería estar consciente de haber traducido en forma correcta-. Traté de mantener los nervios bajo control, pese a que las piernas me temblaban”, narró.
Frente a su computadora, mientras seguía escuchando a través del circuito televisivo vaticano, quiso confirmar el anuncio y comenzó a llamar a sus contactos dentro de la Santa Sede, pero ninguno le respondía. Armándose de valor se dijo: “vamos, lo escuchaste con tus propios oídos” y procedió a enviar su noticia con el código de “Urgente”. 
En la redacción de ANSA, en Vía de la Dataría, el experimentado editor que la recibió, con la confianza que tiene en su reportera, convirtió el “urgente” en “prioridad absoluta” y así llegó la noticia a buena parte del mundo.
Fue ahí donde la periodista cuenta que comenzó a derramar algunas lágrimas, algo que supuestamente no debería hacer un reportero que se precie de ser objetivo, aunque siempre hay que considerar que en el fondo quienes nos dedicamos al periodismo -pese a que algunos consideran que no tenemos entrañas-, también somos seres humanos.
“Personalmente siempre he tenido bien separado del trabajo mi fe en Dios y la admiración por el Papa, un gran intelectual que sabe hablar de Dios a los quinceañeros y a los intelectuales, que cuenta de Cristo al mundo contemporáneo con una fuerza y eficacia que forma parte de la Iglesia. Lamento mucho su renuncia y esto explica mis lágrimas”, reveló Giovanna.
Quise reproducir esta crónica porque revela en toda su elocuencia el golpe mediático que representó la noticia de la dimisión del jefe de la Iglesia católica.
Hacía casi 6 siglos que un Papa no dimitía a su encargo. Se suponía que todos debían morirse literalmente en el trono. El propio Juan Pablo II se rehusó a hacerlo aún cuando ya estaba casi totalmente postrado por varias de sus enfermedades.
Pero por lo visto, Benedicto XVI es un iconoclasta, es decir, le gusta romper los moldes establecidos. Y es que según muchos de sus allegados, el pontífice es un intelectual nato, un académico, un filósofo, un hermeneuta, pero no un clérigo, ni un político.
Nunca aparentemente se sintió cómodo en la silla de San Pedro. Y mucho menos porque estaba rodeado de verdaderos lobos siempre al acecho. Las intrigas palaciegas estaban a la orden del día.
De hecho, cansado y agobiado por todas las pugnas en juego en ese ghetto tan particular que es la Santa Sede, Benedicto XVI alguna vez -cuando era simplemente el cardenal Joseph Ratzinger-, le presentó su renuncia a Juan Pablo II, según revelan algunas fuentes, pero éste se negó a aceptarla, sabedor que era uno de los candidatos más firmes a sucederlo.
Un editorial del diario “L’Osservatore Romano” asegura que el Papa Ratzinger tomó la decisión dejar el cargo en mayo pasado, después de que regresó a Roma procedente de su exitoso viaje a México, donde fue recibido en forma apoteótica y millones de personas asistieron a la misa que encabezó al pie del Cerro del Cubilete y a Cuba.
La decisión “la tomó con la reserva que nadie pudo romper después de haber examinado ante Dios reiteradamente la propia conciencia a causa de su avanzada edad”, según dijo Giovanni Maria Vian, director del periódico católico.
“En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para un Papa es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que en él naturalmente va disminuyendo”, revela el diario.
El fraile dominico brasileño Frei Betto, uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación de la Iglesia, recuerda que a pesar de no ser un político, Benedicto XVI dejó de lado los temas tabú del catolicismo y prefirió la humildad para continuar su vida como intelectual y no como un administrador de un Estado.
“El es más intelectual y menos administrador, por eso la decisión no fue sorpresiva para mí. Fue un acto de gran humildad porque el cargo es vitalicio, es el quinto Papa en renunciar en más de 2 mil años de historia”, dijo Frei Betto.
El teólogo, cuyo nombre real es Carlos Libanio Christo, dijo que con Ratzinger se mantuvieron los temas tabú de la iglesia, como el celibato, la unión entre homosexuales y que las mujeres se conviertan en sacerdotes.
“Él le cerró el debate a la Iglesia, no quiso avanzar y adecuarse al mundo actual; es un conservador, y por eso se crearon problemas dentro de la Iglesia”, dijo y expresó su deseo de que el próximo Papa sea progresista y más abierto.
Otro exponente de la Teología de la Liberación, el también brasileño Leonardo Boff, fue más crítico y dijo que Benedicto XVI “no es un Papa que dejará marcas en la historia”. El ex cura franciscano castigado por el Vaticano por cuestionar las políticas de la curia romana, dijo que el Papa Ratzinger “tenía 2 caras y una vez que llegó a la cima se volvió más conservador”.
“El proyecto de él era una reforma de la Iglesia al viejo estilo, hacia adentro y con el objetivo de la reevangelización de Europa”, afirmó.
Para él es necesario separar al Ratzinger “profesor y académico, amigo de los estudiantes, a los que donaba la mitad de su salario, extremadamente gentil e inteligente, y otra cosa es Benedicto XVI, que ejerce una función autoritaria y centralizadora, sin misericordia con los homosexuales y los que usan condón”.
Según Boff, su sucesor de XVI debe ser “progresista” y no europeo pues el 52 por ciento de los católicos vive en el Tercer Mundo”.
LOS NOMBRES DE QUIENES PODRÍAN SUSTITUIR A BENEDICTO
Para muchos, el sucesor del Papa debiera surgir de América o Asia. Nada está descartado y es cuestión de recordar que México es el segundo país más católico del mundo, aunque entre los candidatos más viables, fuera de esta región, sólo se aprecia al filipino Luis Antonio Tagle, (55 años), actual Arzobispo de Manila -quien pudiera dar el gran campanazo-, aunque por razones geopolíticas la designación podría recaer en Estados Unidos o Canadá.
De acuerdo al diario español ABC, además de Tagle -“activo protagonista en redes sociales, miembro de la Comisión Teológica Internacional, sabio y simpático”-, entre quienes podrían ser designados jefes de la Iglesia Católica, se hallan los Arzobispos estadounidenses Timothy Dolan, (62), de Nueva York y Donald Wuerl, (72), de Washington.
De Dolan expresa que “es amistoso, gran intelectual, buen gestor y apasionado del beisbol. Un talento natural para la nueva evangelización”. Se menciona su “brillante papel durante el pasado Sínodo mundial de Obispos sobre la nueva evangelización, un tema que obligaba a la Iglesia a planear su propio futuro en un clima cultural adverso”.
En torno a Wuerl, el ABC asegura que “si no hubiera escogido el sacerdocio, sería probablemente senador de los EU. Buen teólogo, intelectual y comunicador. El Papa le encargó el informe inicial del pasado Sínodo. Wuerl se reveló como líder con un programa de gran envergadura y una excelente síntesis de los debates”.
También el diario cita al canadiense Marc Ouellet, (68) -Prefecto de la Congregación para Obispos a quien reconoce su gran capacidad como teólogo y su manejo de varios idiomas-, y a los Arzobispos Angelo Scoda (71), de Italia y Christoph Schönborn (67), de Austria. 
“Scoda, Arzobispo de Milán, gran teólogo, es hijo de camionero, pero la diócesis de Milán no le aceptó inicialmente por ser demasiado liberal”, menciona el diario ABC, quien por otra parte destaca la cercanía del presidente de los obispos austriacos, Schönborn, Arzobispo de Viena con el actual Papa, de quien ha sido “un destacado discípulo” y se valoran mucho sus dotes como filósofo, psicólogo, teólogo y predicador.
¿Un nuevo Papa en las figuras de Tagle, Dolan o Wuerl, para darle un nuevo giro al catolicismo mundial -se preguntarán algunos analistas. Sólo es cuestión de tiempo. El día en que el humo blanco aparezca sobre el Vaticano podría estar ya muy cerca.
GRANOS DE CAFÉ
El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó, en lo general y particular, la minuta que expide la nueva Ley de Amparo que permitirá consolidar esta figura como un instrumento accesible al mayor número de personas.
El documento devuelto al Senado de la República para sus efectos constitucionales, fue aprobado en lo general, con 434 votos a favor, 18 en contra y 6 abstenciones, y en lo particular, se aceptó la reserva impulsada por el diputado Luis Alberto Villarreal García (PAN), al artículo 129 en su fracción primera. 
Con esta modificación, se considerará que “se siguen perjuicios al interés social o contravienen disposiciones de orden público, cuando de concederse la suspensión, continúe el funcionamiento de los centros de vicio o de lenocinio, así como los establecimientos de juegos de apuestas o sorteos”.
Esta nueva Ley de Amparo, moderniza y adecua el juicio a los tiempos actuales para que la tramitación sea ágil, oportuna y fortalezca el interés público y la transparencia. Asimismo, aumenta la protección, amplia el ámbito de su tutela, protegiendo los intereses legítimos de las personas, así como su posibilidad de que haya declaraciones generales de inconstitucionalidad para un beneficio generalizado.
La nueva Ley fortalece también las facultades de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la atención prioritaria de los asuntos que le competen y reconoce el derecho de la víctima del delito al intervenir como parte en todo el proceso, la cual podrá presentar pruebas e interponer amparos directos contra las resoluciones, y reconoce y garantiza plenamente el derecho de las víctimas y ofendidos para interponer la demanda en contra de actos y sentencias que afecten sus derechos humanos reconocidos en la Carta Magna…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com


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