viernes, 7 de septiembre de 2012




Las drogas auditivas




En internet se distribuyen archivos de sonido que estimulan el cerebro como si fueran una de las drogas tradicionales




Es una nueva puerta abierta a una posible adicción: son sitios de internet que ofrecen drogas que en lugar de ser fumadas, masticadas, inhaladas o inyectadas, ingresan al cuerpo a través del oído.
«No es una sustancia extraña que entra a nuestro organismo, a nuestro torrente sanguíneo, sino únicamente nos estimula un sentido, uno de los principales que es la audición», dice la otoneuróloga y audióloga Alma Pesquera.
Manuel González, de la Facultad de Psicología de la UNAM señala que «las drogas auditivas son una aplicación de la tecnología, buscando crear estos estados emocionales que en algunas personas es más susceptible, es más fácil que se dé».
Se trata de archivos de sonido que se descargan por internet. No es música, pero generan y estimulan una reacción en el cerebro, similar a las drogas tradicionales.
«Pueden desencadenar una gran cantidad de reacciones y que el producto de que lo llamen droga o no, a veces no está en el estímulo, está en el receptor», señala la doctora en psicología experimental Concepción Morán.
El investigador Manuel González, de la Facultad de Psicología de la UNAM, subraya que «habría que estar al pendiente, porque potencialmente si no es una adicción física, si puede ser una adicción psicológica por el placer que puede procurar».
Así han llegado estas llamadas drogas a internet. María las conoce. Su primera experiencia fue en la escuela. Ella estudia bachillerato, donde ha aumentado la popularidad estos archivos.
«La primera vez que tuve contacto con este tipo de drogas fue cuando estaba en la prepa y un amigo llegó y me dijo que había descubierto un portal en internet donde había música que él decía que alteraba, pero no sabíamos bien a qué se refería hasta que entramos», relata María.
La descarga de estas llamadas drogas auditivas funcionan igual que cuando se «baja» una canción en internet: se busca por el nombre, se hace un pago de entre 5 y 30 dólares o gratis y se descarga para ser escuchadas todas las veces que se quieran.
La forma en que funcionan tiene que ver con el sonido binaural que consiste en generar frecuencias diferentes por cada oído que obligan al cerebro a recalcular su frecuencia y crear una nueva.
«Se pone un sonido de 200 htz en un oído y 206 en el otro, no hay una diferencia perceptible, pero el cerebro se da cuenta y trata de promediar las dos señales y esto facilita la comunicación entre hemisferios y puede haber cambios perceptuales, cambios de conciencia», apunta Manuel González, de la Facultad de Psicología de la UNAM.
«Es que varios chavos las descargan en sus teléfonos y las pueden ir escuchando cuando van a las fiestas como si pusieran una canción normal», cuenta María, una estudiante de bachillerato, usuaria de drogas auditivas.
Así es como usuarios de estos archivos de audio han hecho públicas sus experiencias aparentes: Generalmente las escuchan acostados, cómodamente y con los ojos cerrados. Esperan sus efectos, que algunos expertos alertan.
Manuel González, de la Facultad de Psicología de la UNAM comenta que algunas personas que experimentan dolor de cabeza y resequedad en la boca al consumir estas drogas
La otoneuróloga y audióloga Alma Pesquera señala que «la persona puede presentar convulsiones, puede presentar alucinaciones, sobre todo si soy una persona con determinado daño mental».
«Me molestaba al principio y me empezó a causar ansiedad, pero empecé a aguantar esa sensación para ver hacia dónde me llevaba», relata María, usuaria de drogas auditivas.
Concepción Morán, doctora en psicología experimental, apunta: «Lo que sí me preocuparía es que en lo que están tratando de ver qué produce esto, prueben otra sustancia para ver si producen lo mismo o no».

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