martes, 18 de septiembre de 2012


COMENTARIO A TIEMPO

Por Teodoro Rentería Arróyave

ESE CENTRO

De acuerdo a la secuencia de nuestras entregas anteriores, el título de ahora, Ese Centro, corresponde al Partido Revolucionario Institucional, PRI, que con el mexiquense Enrique Peña Nieto, al ganar las elecciones del pasado 1 de julio, recuperara el poder Ejecutivo Federal, tras doce años de absurdos y malogrados gobiernos de la derecha.
Pese a varios factores, entre ellos, la promesa ante la tumba de su padre del todavía presidente Felipe Calderón Hinojosa, versión jamás desmentida, de que nunca permitiría el regreso del PRI a Los Pinos -Residencia Oficial-, y a una campaña en contra, probablemente la más sucia que se haya llevado a cabo en toda la historia política del país, el tricolor está de vuelta.
¿En qué momento el tricolor perdió la Presidencia de la República tras de 70 años de mantenerse en el poder? La contestación es sencilla, precisamente en el momento en que los hijos de algunos "próceres" de la alta burocracia que fueron enviados a prepararse en las universidades keysenianas, accedieron al poder.
Llegaron, tomaron el poder con una carga ideológica contraria a los intereses de la nación y del pueblo todo de México.
Esa carga ideológica se llama neoliberalismo y responde al llamado Consenso de Washington, que obviamente la gran potencia dictó y dicta o mejor dicho determinó imponer a las naciones que considera pertenecen a su área de influencia.
En esas condiciones, se comprueba una vez más que esta etapa que aún padecemos de neoliberalismo propicio, de acuerdo a los dictados del extranjero, el acceso al poder de la derecha.
Ese fue, repetimos, el factor decisivo para que el PRI perdiera el poder en el 2000, además de la carga de 70 años en que se mantuvo la hegemonía del partido único y la figura del presidente omnímodo.
El PRI que recupera el poder, tiene necesariamente que retomar las obras valiosas que también llevo a cabo durante esos 70 años como resultante y heredero del Movimiento Revolucionario y Liberal, entre las más destacadas, la creación de las instituciones que son simiente del México moderno, además, como es obvio, el cumplimiento estricto de todas y cada una de las promesas de campaña que hizo y que firmó ante notario público, el presidente electo, Enrique Peña Nieto.
Tendrá que calcular muy cuidadosamente las alianzas electoreras, para no caer en el juego peligroso de apaniguarse con partidos contrarios a su ideología y principios en el camino absurdo del poder por el poder mismo.
En el primer instante del próximo 1 de diciembre, se acabará la pesadilla calderonista y se iniciara el gran reto que le espera a la era peñanietista, misma que tendrá que cumplirle a este pueblo mexicano que sabe a profundidad, como lo ha probado, que su voto vale y que con el mismo premia a los que les cumplen, pero también echa del poder a los que lo traicionan.
Periodista y escritor. Vicepresidente de FELAP y Presidente fundador y vitalicio honorario de FAPERMEX. Agradeceré Sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com y felapvicemex@hotmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
 
 
 
 

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