viernes, 13 de abril de 2012




Denuncia población tala indiscriminada en la zona alta de Tapachula


Augusto Solórzano López /ASICh
Ante la mirada cómplice de autoridades federales y estatales y el lamento de propios y extraños, cada día son decenas de árboles que se vienen abajo por manos criminales para extraer cientos de metros cúbicos de maderas preciosas de la zona Alta de Tapachula desde hace mucho tiempo y nadie hace nada para impedirlo.
La deforestación es incontenible como seguramente ocurre en otras partes del aún rico patrimonio natural del estado de Chiapas que no sabemos y que no tenemos conocimiento por aquello de la maldita política e intereses de los políticos.
Algunos se escudan en pergaminos que dicen que son permisos para operar aserraderos que se dedican al aprovechamiento de los recursos maderables y en otros casos de plano se trata de aserraderos clandestinos.
Del número de años que lleva la inmisericorde devastación no sabemos, lo que sí sabemos es que los habitantes de las diversas comunidades de la Zona como Alta de Tapachula ya se cansaron y decidieron romper el silencio.
Grito que hasta ahora ha quedado en el desierto por la sordera de quienes tienen la obligación de actuar en momentos ya cruciables para la vida del planeta y que aquí seguimos empecinados no solo en permitirlo, sino, de fomentarlo.
El reclamo directo es para la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, PROFEPA, Secretaria de Seguridad Pública Federal SSPF, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat y demás autoridades competentes, para, su inaplazable intervención.
Lo que no hacen los denominados defensores de la naturaleza, lo está haciendo la población civil que pide un operativo sorpresa, para frenar el constante arribo de camiones pesados para cargar tablas, tablones y hasta leña para comercializarla.
Los aserraderos, nos dicen, no son tan clandestinos, ya que se localizan sobre la carretera Tapachula – Nueva Alemania y por lo que se ve están acabando con el medio ambiente ante la pasividad y muy probable complicidad de autoridades.
Anselmo Zacarías asegura que son varias las empresas presuntamente de Tapachula las que efectúan la compra de los arboles de Cedro, Caoba y Primavera, maderas preciosas que están en peligro de extinsión por la tala indiscriminada.
Aún más, que los quejosos han turnado respectivos documentos a las autoridades federales (Semarnat), para inspeccionar los daños y verificar el o los permisos, para el derribo de los árboles. Hasta ahora no lo hacen.
Lo que se ha visto –aceptan- son camionetas que tienen el logotipo de la Semarnat, quienes supuestamente verifican documentos; los camioneros muestran copias maltratadas y los dejan ir, "por lo que pensamos que hacen trato bajo el agua".
A un lado el Rancho Nueva Alicia MAM, existe un aserradero que está a la vista de los cuerpos de seguridad. Además existe un letrero que nadie respeta y que dice:
"Prohibido sacar madera, casar (sic) animales y tirar basura en la propiedad Nueva Alicia MAM".
Los efectos de estos excesos que no parece tener fin ya están provocando inundaciones en la parte baja del municipio de Tapachula ya que la parte alta con la deforestación ha perdido su red natural de contención.

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