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Retrospectiva
Gaspar Romero

¿EDUCADOS Y LIBRES?

Caifanes y su emblemática batuta, Saúl Hernández, del grupazo que luego se convirtió en Jaguares y en el reencuentro como Caifanes, dentro de una transformación de 20 años, llegaron a Tuxtla Gutiérrez y demostraron porqué son lo que son, y nos dejaron una saludo muy actual.
“Una sociedad educada, es una sociedad libre”.
Poco, algo o mucho sabe el líder del reconocido grupo Caifanes que se robó el corazón femenino y masculino de jóvenes y no tan jóvenes el último fin de semana, sábado 22 de octubre.
México, Estados y municipios de los Estados, no tenemos una sociedad educada e infinitamente mucho menos una sociedad libre. Por una conveniencia política de quien sabe cuántos años atrás, los presentes y seguramente otros tantos de los que vienen.
Lo que más me encantó es que la anotación no salió de los más grandes de edad, sino de las y los muchachos quienes perdieron la voz por un rato, para despertar con el sabor de esa música que los robó y la frase que repitieron sin titubear.
“Una sociedad educada, es una sociedad libre”.
Con lo que nos dieron a entender, para que lo sepan los gobiernos de todas las estaturas y edades, pasados, presentes y entrantes que, esa sociedad a la que no quieren educar y que la mantienen aprisionada sin libertad; no está dormida.
¡No!, está más que alerta, vigilante, despierta, lista y de haber un líder que mueva, conduzca, guíe, ordene y dirija, lo van a seguir y será entonces cuando los que ahora piensan que son nuestros dueños, no solo temblarán, no; caerán como ídolos de barro.
La pléyade en Chiapas es grande y mayor en todo el territorio mexicano; En ella, vamos todos hasta los que dicen que son gobiernistas. Todos y cuando se dice todos, es todos; como luego se dice. Porque esa raza de los llamados gobiernistas, también tienen su punto de vista.
Sin embargo, como lo he dicho siempre, entre ese masivo de millones de mexicanos habemos una montaña de inocentes de la que todavía se aprovecha ese género de nefastos que también le llaman “clase política”.
Y esa es la montaña que más le conviene a la montaña de esa ralea del 1% de “connacionales” groseros millonarios, abusivos y corruptos, empresarios y en lo general políticos porque finamente todos están coludidos para seguir mangoneando el destino nacional.
De otro modo cómo entendemos los altos porcentajes que se piden, se debaten y luego en medio de un “show” autorizan los legisladores, pero, que en la suma es mucho más para otros rubros como la “seguridad” y muchísimo menos para la educación.
Tenemos en México, en los estados y ya no se diga en los municipios, una educación simulada, basada en programas demasiado ligeros, tan ligeros que los maestros según enseñan, aprueban y pasan pero, el estudiante no sabe.
La educación es trabajada con modelos de enseñanza demasiado atrasados que no pocos se atreven advertir de veinte o más años atrás. No están actualizados y maestro que proteste o lo marginan o lo corren.
Pareciera que de lo que se trata es el estudiantado del nivel que sea, incluyendo la instrucción media y superior; debe aprobar a costa de lo que sea, pero, que apruebe para engrosar las estadísticas y ufanarse de primeros lugares que son únicamente de papel.
El modelo es el producto de complicidades, para sacar estudiantes que, muy pronto pasaran a la millonaria lista de desempleados porque no saben, no están preparados, no aptos para lo que se supone estudiaron.
Eso es lo que siempre han construido los gobiernos porque así les conviene, seguir siendo los “benefactores” de las “mayorías” para mantener a esa infinidad de gente sometida y claro para pedirle el voto, ese voto que concede la inocencia, el hambre y la pobreza.
A dónde van esas generaciones con carreras que debieron hacerlas en 5, pero, que los pasan en 3 años y que en el camino les exigen convalidar 2 para poder acceder a diplomados o postgrados. De qué se trata pues.
Peor aún cuando el estudiante va a otras partes del mundo para sacar una mayor preparación y que no son pocos. Ahí son reprobados y en su gran mayoría remitidos a estudiar uno o dos más para convalidar sus precarios conocimientos. El tema es pues preocupante.
Sin embargo y al fin gobierno y políticos se la ingenian para simular, ocultar, no decir nada y en el “hay la llevamos”…la corrupción somos todos.