lunes, 12 de septiembre de 2011


La cantera de locutores de Chiapas pierde una de sus piezas más brillantes


Augusto Solórzano López /ASICh
Como a usted a mí también me ocurre que no quiero, me resisto a entender y aceptar porqué la gente buena, eficiente y profesional se muere aún cuando los años le estén venciendo y más cuando la noticia te llega a destiempo, pero con igual o peor impacto.
El locutor y estudioso ingeniero en electrónica, leal compañero, amoroso padre de familia, fiel amigo y voz emblemática de Radio Cadena Nacional, RCN de Tuxtla Gutiérrez, murió.
DON ARTURO EUGENIO PÉREZ y CASAS.
El comunicador de aguda inteligencia, investigador, conocedor de todo un poco, como deben ser los locutores profesionales, fue uno de los eslabones de la quintilla de ases de la “época de oro” de la Radio de Chiapas desde los inicios de esta en 1938 hasta la fecha.
Estas voces de la planta de locutores de RCN - XEUE como las voces de la catedral de la Radio en México, XEW; son a estas alturas de la modernidad y la digitalización irremplazables. Lamentablemente, poco a poco se están extinguiendo y por lo que se ve, no hay ninguna equiparable.
Voces como la de Arturo E. Pérez y Casas son de las denominadas “radiofónicas”, naturales, frescas y si con aquellos micrófonos de cinta Studio 44 RCA, eran y son agradables, muy agradables a los oídos del radioescucha, se imagina cómo se escucharían ahora, ecualizadas con alta tecnología.
Patricia Pérez Carrasco, su hija, me confirma que su señor padre falleció a la edad de 72 años el pasado 9 de agosto entre las 3 y 3.30 de la tarde, casi en sus brazos pues ella se ocupaba de él, porque su pareja actual la Dra. Carmen Pulido Guillén no le era posible.
El, Arturo Eugenio Pérez y Casas, da por concluido su paso terrenal y fallece víctima de añejo malestar en la vejiga en su domicilio de Fraccionamiento Loma Bonita de esta capital Tuxtla Gutiérrez, minutos posteriores a lo que se puede entender como su última expresión; “quiero dormir doce horas”. Ya no despertó.
Él, Arturo, era originario del Distrito Federal, lugar donde a los 16 años inició como asistente de radio en RCN, donde no pudo trascender porque los radiodifusores de la época podían ocuparlo como asistente, pero, no como locutor a pesar de que sus capacidades ya despuntaban con inmejorable voz.
Emigra a Campeche y se incorpora a RCN de esa entidad y de paso traba migas y casa con Concepción Carrasco Rodríguez, con quien procreó tres hijas, Patricia, Teresa y Erika, en ese orden los nacimientos. Hoy las tres son obviamente mayores de edad y señoras de su casa.
Nuestro recordado compañero de micrófonos permaneció por algunos años en Campeche y enseguida fue comisionado siempre por Radio Cadena Nacional a Mérida Yucatán de donde fue concentrado a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, plaza que él, no quería y que finalmente siempre quiso hacia los finales de los años 60’s.
Aquí le conocimos a este señor de los micrófonos en 1970, junto con Ramón Gonzalo Jiménez, Milton Hernández Moguel “el chamaco de oro” y Fernando García González. Los cuatro extraordinarios locutores, grandes voces y sin menoscabo de ninguno, con una gran capacidad para improvisar sus alocuciones que son la esencia de un verdadero locutor.
Mención aparte; Jaime Moreno Gálvez, que pudiéramos ubicarlo como el “muchacho de la película” de la radio en Chiapas. Posteriormente excelente cantante a la par de ser un imitador de más de 200 voces, como seguramente muchos le reconocemos.
|Pues bien, pegado a esta cuarteta de Ases del Micrófono, particularmente con Arturo, un servidor hizo segunda voz con todos ellos y los recientes tiempos la primera, que no es tan fácil. Pues se trata de marca el tono y velocidad por ejemplo, para la grabación de un comercial o de un control remoto.
En esas condiciones Arturo E. Pérez y Casas y un servidor éramos el binomio favorito para la grabación de comerciales, compartiendo créditos respectivos con Ramón Gonzalo y eventualmente con Milton Hernández que no era su fuerte y tampoco en el caso de García González que finalmente se concentró a México, siendo de esta manera como ingresa al cuadro radiofónico RCN de Chiapas el hoy actor, cantante e imitador, Jaime Moreno.
A los largo de esos años por lo menos 25 de la carrera de Pérez Casas, le aprendimos de su dedicación para cultivar la lectura, abrir debates al interior de cabina, trazar transmisiones que fueron históricas por los años 70’s y 80’s y proponer ideas para conservar siempre el primer sitio en los “rating” de audiencia.
Pérez Casas, cafetómano y fumador, siempre con un libro o una revista de interés debajo del brazo. Un señor vaya. Dedicado a su profesión a más no poder y siempre adicto a las innovaciones de la electrónica de la cual daba cátedra a más de tres.
Desconozco de su salida en RCN que gira alrededor de los 90’s, pero, lo que sí sé es que viajó a varias parte de Latinoamérica para formarse como un técnico profesional en electrónica especializado en Phillips hasta lograr la certificación en Brasil, y traer la concesión para dar mantenimiento a esos equipos aquí en Chiapas, hasta sus últimos días después de una veintena de años.
Arturo Eugenio Pérez Casas, todo un estuche de monerías como son las mayoría de auténticos locutores, quienes invariablemente arrastran toda una gran historia. Pérez Casas como lo cito antes un tipo ejemplar ante su hogar, pero, sobre todo empeñoso y ético en el ejercicio de su trabajo como locutor.
¿Quién recuerda a Pérez Casas como así se identificó tanto años en RCN “la que le gusta a usted”?. Y sin embargo esa voz “diafragmal”, es decir, la que sale del estómago, que es vigorosa y fuerte como pocas, fue siempre una escuela para los que nos apasiona la Radio.
Guardo, muchos recuerdos de muchos locutores pero quizá Arturo, fue mi más cercano compañero con quien compartí, alegrías, tristezas y decepciones propias del oficio que sigo pensando; “La Radio y la TV son tan bellas y tan ingratas que así como te encumbran, así te olvidan”. Arturo, descansa en paz.

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