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El destino me liga a Chiapas: Beatriz Paredes al recibir la Medalla Rosario Castellanos
· El Gobernador Sabines Guerrero impone la Medalla a la destacada política.
· Con Don Juan Sabines Gutiérrez, empecé a comprender de la pasión política que florece en estas tierras, dijo la galardonada.
· Paredes Rangel solicita se instaure el Programa Rosario Castellanos de optimización de calidad educativa en las comunidades indígenas.
· Inscriben con letras doradas el nombre de la escritora en el Muro de Honor del Palacio Legislativo.

Con la presencia de los titulares de los tres poderes del Estado, el Gobernador Juan Sabines Guerrero impuso la “Medalla Rosario Castellanos” a Beatriz Paredes Rangel, una mexicana distinguida, consecuente y comprometida con las grandes causas de la República; política, humanista, feminista, indigenista, activista por los derechos de los migrantes, defensora de los derechos humanos, diplomática, escritora, poeta y compositora, quien se hizo acreedora a la presea en su edición 2011.
Ante la presencia del Gobernador Constitucional y de Juan Gabriel Coutiño Gómez, Magistrado Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia, el Presidente de la Mesa Directiva, Zoé Robledo Aburto destacó la unidad de las instituciones, la vocación republicana y el acuerdo libre entre la pluralidad de la representación legislativa chiapaneca.
Al dar la bienvenida a la galardonada, Robledo Aburto consideró que Rosario Castellanos “es para los chiapanecos, el referente inequívoco de la universalidad y la trascendencia. Rosario Castellanos es Chiapas y por eso mismo, la queremos todos”.
De Beatriz Paredes, el diputado local subrayó que “es un activo del país, con su indiscutible vocación social, con este reconocimiento queremos honrar la pluralidad republicana. Seguramente ella aportará, como siempre, su visión generosa para unir a quienes piensan de manera distinta, pero piensan México”.
Al hacer uso de la palabra, Paredes Rangel manifestó su compromiso de honrar la significativa distinción que el pueblo de Chiapas le hizo. Lo que más me impacta de recibir una presea, dijo, “es que sirve para significar la existencia de una gran mujer mexicana y chiapaneca, a la académica, la promotora cultural, la maestra emérita, la poeta, la mujer”.
Inicié mi actividad política como legisladora local, en el Congreso de Tlaxcala, explicó. “Arribé a esa oportunidad, definitoria en mi devenir, apuntalada por la organización de mi militancia, la Confederación Nacional Campesina y con el consejo y tutelaje de Emilio Sánchez Piedras, de esposa chiapaneca y de Juan Sabines Gutiérrez. En los tonos de caoba obscuro de la voz de Juan Sabines, escuché por vez primera los melodiosos matices del hablar chiapaneco; con Don Juan, empecé a comprender de la pasión política que florece en estas tierras y del compromiso social como clave del quehacer”.
Bien podemos plantar una esperanza, invitó Paredes Rangel; “quiero con Rosario Castellanos plantar una esperanza y reconocer que lo que me deslumbró de la escritora fue su valor firme, casi incontenible valor de escribir con realidad descarnada la situación oprobiosa de los indios”, enfatizó.
E hizo una petición.
”Señor Gobernador: a nombre de centenares de luchadores sociales que han fincado su expectativa en el mejoramiento de su pueblo a través de la educación, de educadoras promotores culturales, le solicito respetuosamente instaure un programa Rosario Castellanos de optimización de calidad educativa en las miles de comunidades indígenas, un programa integral que permita la presencia de educadores en las comunidades indígenas, que garanticen que cada plantel escolar esté debidamente equipado y sea eficiente. Que nos permita superar la dolorosa realidad de escuelas con un solo maestro y que demuestre en el país, que por la educación indígena estamos dispuestos a formar convicciones y propósitos”.
El destino siempre me ha ligado a Chiapas y a los chiapanecos, afirmó la premiada, “los últimos tres lustros los he acompañado, padecí sus angustias, reí con sus alegrías, mi desarrollo profesional se ha vinculado al estado”.
Beatriz Paredes reconoció las acciones del Gobierno y el Congreso del Estado, entre otras la obligatoriedad constitucional de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas; la legislación para atender el cambio climático y sustentabilidad del medio ambiente; el respeto a los derechos humanos; la equidad de género, los derechos de las niñas y de los niños; la participación ciudadana a través del plebiscito.
Previamente correspondió a la diputada Claudia Patricia Orantes Palomares, dar lectura a la semblanza de la escritora y poeta chiapaneca, a quien llamó “defensora de las mujeres y la dignidad indígena”.
“Rosario desafió a su tiempo, sentó las bases de la comprensión de la igualdad innegable de la que somos merecedores todos los chiapanecos, sin distingo de etnias, sin distingo de nada. Comprendió que lo único que debe movernos es el amor incondicional, el que no ve condición social, que no distingue entre hombres y mujeres; el que ve al ser en su humanidad, lo supo a tiempo y lo proclamó a los vientos, con el poder de la palabra que dan los libros, si… es cierto, las palabras se las lleva el viento, pero el viento mueve al mundo”, señaló Orantes Palomares.
La lectura de la trayectoria de Beatriz Paredes correspondió a la Presidenta de la Comisión de Postulación de la Medalla Rosario Castellanos, Rita Balboa Cuesta, quien desde la Tribuna aseguró que la premiada es “ejemplo del logro femenino, de empoderamiento con base en el trabajo, una mexicana ejemplar, servidora de la patria, las palabras y las letras”.
“Resalta su incansable trabajo para lograr espacios políticos para el género femenino, que realizó en su momento Rosario Castellanos, y es considerada pionera en impulsar la participación femenina y la lucha a favor del voto de las mujeres mexicanas”, precisó Balboa Cuesta.
Durante la Sesión Solemne, el Gobernador Sabines Guerrero acompañado de Paredes Rangel y de los titulares de los Poderes Judicial y Legislativo, develaron el nombre de la escritora y poeta, que se inscribió con letras doradas en el Muro de Honor del Recinto Legislativo.