sábado, 19 de febrero de 2011

Retornan desplazados

Fredy Martín Pérez y Flor Cordero.
Comitán, Chis; 18 de febrero.- Un grupo de 12 familias de indígenas evangélicos que fue desplazado de su comunidad, por intolerancia religiosa retornó a Bienvista Bawitz, en el municipio de Las Margaritas, al alcanzar acuerdos con las autoridades tradicionalistas.
Tres grupos que fueron echados de su comunidad, en dos fechas distintas partieron de las colonias Jerusalén y 20 de Noviembre, en Comitán, donde vivieron con familiares y amigos.
Ante la presencia del Fiscal Regional de la Procuraduría de Justicia del Estado, José Bonifacio Figueroa Soto, funcionarios de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, pastores y autoridades locales, los indígenas tojolabales de las iglesias Séptimo día y Jesús el buen pastor, Pentecostés, de “Fe viviente”, dejaron los hogares donde vivieron hasta por 90 días, en calidad de desplazados.
Primero fueron tres familias, con diez personas, las que dejaron la casa en la colonia Jerusalén, donde radicaron por espacio de tres meses, dijo el pastor Eduardo Hernández Pérez, de la iglesia Jesús el buen pastor.
Explicó que hace tres meses abandonaron sus hogares, por la intolerancia de los católicos, que armados con machetes los echaron de la comunidad Buena Vista Bawitz.
Después de la reunión del jueves, los católicos y evangélicos alcanzaron acuerdos, que permitió el retorno de las 12 familias de desplazados a sus hogares; pero a partir de su regreso, tendrán la libertad de practicar el culto religioso, sin “ninguna restricción”.
En la colonia 20 de Noviembre, del municipio de Comitán salieron dos grupos de seis familias con 18 personas.
El pastor Conrado Hernández Hernández, de la iglesia Séptimo día, comentó que fueron echados violentamente por las autoridades locales que armadas con machetes y palos, los corrieron por varios kilómetros.
Los hombres, mujeres y niños debieron refugiarse en una montaña cercana a Rosario Bawitz, cercana a Buenavista Bawitz, donde se escondieron varias horas, hasta que perdieron a los persecutores.
El día que ingresaron a la montaña, los hombres, niños y mujeres quedaron con la ropa echa jirones, hambrientos y cansados, hasta que lograron recibir ayuda y trasladarse hacia Comitán.
“Nos corrieron (los católicos) con machetes y palos. Nosotros huimos a la montaña”, comentó Hernández Hernández.
Agregó que a su regreso podrán congregarse en su comunidad y realizar campañas evangélicas, actos que estaban prohibidos por los católicos.
Entre otras restricciones, las autoridades comunitarias prohibieron a los evangélicos la construcción de templos en la comunidad.
Antes de las 16:00 horas, la caravana con las 12 familias, 34 personas, retornó a su comunidad, ubicado sobre la vía Comitán-Altamirano.
El grupo de evangélicos fue acompañado por funcionarios hasta sus hogares.
“Es una bendición nuestro regreso”, comentó emocionado el pastor Hernández Hernández.

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