lunes, 13 de agosto de 2012



Las Abejas de Acteal contra la
inmunidad diplomática de Zedillo



Gabriela Coutiño
Tuxtla Gutiérrez, Chis. 12 Agosto.- La inmunidad diplomática que se busca para el ex presidente Ernesto Zedillo, "no es justificación para que se deje de juzgar penalmente por su crimen", declaró la organización Las Abejas, que integran sobrevivientes y familiares de la matanza de Acteal.
En una carta pública difundida, la organización tzotzil señala que si bien, "las instituciones gubernamentales encargadas de aplicar justicia han caducado y dejado de existir para la mayoría de los mexicanos, por su complicidad y encubrimiento de los crímenes, existen cortes internacionales para juzgar a los ex mandatarios que son los más grandes criminales de la humanidad".
A lo largo del tiempo, señala la organización, los gobiernos mexicanos han implementado estrategias de olvido e impunidad para olvidar tragedias ejecutadas por ellos, hechos crueles como la masacre de Acteal, la de Aguas Blancas en Guerrero, La masacre Estudiantil de Tlatelolco de 1968.
Sucesos que no tienen nombre ni cabida en la sociedad, porque no tiene sentido en la vida, pero que pasaron.
Por eso ahora, Las Abejas guardan una memoria y una historia, tomando la voz de los ofendidos, de los masacrados de los vivos y de los muertos, para denunciar todas las injusticias que cometan los gobiernos para que los hechos no queden impunes, y así dar fin a los crímenes de la humanidad.
Nosotros, señalan los indígenas tzotziles, no podemos callar ante tanta injusticia e impunidad.
En el texto Las Abejas refieren que hace tres años, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la excarcelación masiva de los "paramilitares presos" por la masacre de Acteal, alegando irregularidades en el debido proceso jurídico, desechando las pruebas de los sobrevivientes.
Señalan que en el juicio como es lógico, los encarcelados no delataron a los responsables porque ellos mismos organizaron y llevaron a cabo la masacre.
Para Las Abejas aunque el gobierno niegue su responsabilidad por la gestión, omisión y encubrimiento de los hechos, "la masacre de Acteal es un crimen de Estado de lesa humanidad, un producto de estrategia de contrainsurgencia llevada a cabo bajo una guerra sucia de baja intensidad".
Refieren que a tres años de que fueran liberados los presos acusados de haber perpetrado la matanza, los excarcelados regresaron a las comunidades "gozando de privilegios que les otorgó el Estado como recompensa de haberles servido, se pasean tranquilamente, construyen viviendas, presumen de autos nuevos, es obvio que el gobierno lo sigue recompensando por el trabajo sucio que hicieron".
Esa impunidad que permiten los gobiernos agregan los tzotziles, es una amenaza y peligro para la población civil, porque ahora "los hijos de los paramilitares excarcelados ostentan el arma de sus padres que usaron en la masacre, y se pasean tranquilamente con ellas en los caminos y en los campos".
Las Abejas afirman que en las comunidades de Chenalhó, la portación de armas de las cual el mismo presidente municipal otorga permiso, está posibilitando la formación de nuevos grupos paramilitares, la activación y reactivación de los ya existentes.

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