miércoles, 4 de julio de 2012


CAFÉ PARA TODOS

Alberto Carbot


*EL MISMO DISCURSO DE LÓPEZ OBRADOR, ETERNO TRANSGRESOR DE LA LEGALIDAD
*EXCESOS DE LAS REDES SOCIALES


La jornada electoral pareció haber transcurrido este domingo en forma tranquila. Los episodios de violencia fueron menores. Las irregularidades de poca monta. A nivel nacional se habló de algunos intentos de compra de votos y coacción a los votantes, apertura tardía de casillas, compra de credenciales de elector y hasta casos aislados de robo de urnas en localidades lejanas.
Aproximadamente a los 45 minutos de conocerse las primeras tendencias del voto, derivadas de las encuestas de salida, donde se daba como triunfador a Enrique Peña Nieto, la candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, reconoció que los resultados no le eran favorables.
Luego del anuncio del conteo rápido oficial, por parte del titular del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés -que indicó que el priista se había impuesto con un rango de 37,93 y 38,55 por ciento de los votos, contra entre 30,90 y 31,86 de López Obrador-, el presidente Felipe Calderón felicitó al candidato del PRI y manifestó su más absoluta disposición para concretar una transición ordenada, transparente y eficaz. Más tarde, Peña Nieto habría de revelar que el propio Calderón le había llamado para felicitarlo por su triunfo.
Pero en el campamento de López Obrador, en el hotel Hilton ubicado frente a la Alameda de la capital mexicana, reinaba un silencio sepulcral y puras caras largas.
Cuando Calderón iniciaba su mensaje, López Obrador apareció para señalar con rostro adusto que "no está dicha la última palabra" y consideró "apresurada" la calificación del proceso electoral.
El político tabasqueño dijo que era necesario esperar el conteo final de todas las actas para definir su postura sobre los comicios.
"Agradezco a los que nos han apoyado. Voy a estar a la altura de las circunstancias, voy a representarlos como lo merecen. No vamos a actuar en forma irresponsable, vamos a tener toda la información y en su momento informaremos sobre el resultado de esta elección", indicó en conferencia de prensa, donde los periodistas fueron abucheados por sus eternos incondicionales.
Los mexicanos nos fuimos a dormir con la certeza de que López Obrador se había desinflado, persuadido de que oponer una resistencia como la de hace 6 años -que le trajo consigo tanta impopularidad-, podría resultar suicida.
Sin embargo, genio y figura hasta la sepultura, López Obrador dejó pasar sólo unas pocas horas y por fin sacó a relucir el hombre testarudo y desafiante que suele ser.
Con el mismo carácter autoritario que acostumbra, y la expresión adusta en el rostro que se le conoce cuando no le salen bien las cosas y se lamenta de ser víctima de "la mafia del poder" -que, según él, le robó la elección-, se quejó de que los comicios "estuvieron plagados de irregularidades" y fueron totalmente "inequitativos". Dijo que se votó por Enrique Peña Nieto "para mantener el régimen de corrupción".
Asimismo, denunció que Peña fue favorecido por las televisoras y que durante su campaña se rebasaron los topes financieros establecidos por la ley y agregó que tenía pruebas de que en el Estado de México, el PRI se gastó mil 800 millones de pesos en despensas para repartir a los electores y calculó que "se compraron un millón de votos por lo menos". Además, indicó que esta supuesta corrupción electoral igualmente se dio en otros estados del país.
Como preludio de lo que se avecina, el movimiento estudiantil "YoSoy132" se declaró este mismo lunes -horas antes de la declaración del candidato perredista-, "indignado" ante el anuncio de la autoridad electoral que declaró como virtual ganador de la contienda a Peña Nieto.
Sus dirigentes amenazaron con iniciar en las próximas horas un nuevo frente de lucha "tras un proceso donde ocurrieron prácticas antidemocráticas" y aseguraron que, contrario a lo afirmado por la autoridad electoral, los comicios presidenciales fueron signados por "decenas de señalamientos de irregularidades" y anticiparon que rechazarán "la imposición" del candidato priísta. Es claro que este movimiento habrá de acompañar a López Obrador en sus demandas de "voto por voto".
APUESTA PERREDISTA POR UNA MOVILIZACIÓN DESGASTANTE E IMPOPULAR
Pareciera que estamos volviendo a revivir los escenarios de hace 6 años, aunque es poco probable que el candidato del Movimiento Progresista cuente con los mismos instrumentos y el mismo consenso para llevar adelante una movilización desgastante e impopular.
Es una lástima porque López Obrador perdió la oportunidad de mostrar una actitud civil y digna frente al vencedor, que mucho lo hubiera honrado.
Si el domingo mismo por la noche hubiera emitido un mensaje admitiendo que había perdido en buena lid, aunque no felicitara a Peña Nieto, la nación entera le estaría reconocida por su actitud valiente y honesta.
Parece, sin embargo, que sus traumas personales no le permiten actuar viril y dignamente y, como siempre, escogió la vía del conflicto post electoral.
No alcanza a comprender que durante 3 meses -él lo hizo a lo largo de 6 años, con recursos que todavía no ha podido comprobar-, los candidatos intentaron convencer al electorado y el uno de julio fueron los mexicanos los que expresaron sus preferencias.
Sin embargo, ya el perredista Ricardo Monreal, informó que se reunieron con consejeros electorales para exigir -al igual que hace 6 años-, el recuento total de las casillas instaladas en todo el país, incluso el "voto por voto", pues según dichos de López Obrador se "detectaron 113 mil 855 casillas, de un total de 143 mil, con algún tipo de inconsistencias" Seguramente donde no detectaron estas "anomalías" son aquellas donde el PRD y sus partidos adjuntos arrasaron con la votación.
Y como siempre, mencionaron "la imparcialidad de los medios de comunicación y la compra de votos, por lo que no podemos aceptar los resultados", dijeron.
El ex jefe de gobierno de la capital fue cuestionado por su demora en asumir el acuerdo de civilidad que firmó con sus adversarios antes de las elecciones y que presuntamente le impediría denunciar un eventual fraude electoral.
Con su actitud, sin embargo, el tabasqueño parece desconocer el trabajo de las autoridades electorales y olvidar que en la democracia -a la que evoca y hace tanta alharaca cuando le conviene-, el triunfo de uno u otro candidato resulta de unas décimas o 7 puntos de ventaja, como es el caso de la reciente elección en la que triunfó Peña Nieto.
En realidad, a López Obrador no le interesa la voluntad de las mayorías, expresada ya en las urnas, y que lo sitúan como perdedor de la contienda. De manera irresponsable olvida que los resultados y las instituciones deben respetarse para garantizar la paz y tranquilidad social, factores sin los cuales todo progreso se obstaculiza o de plano, se cancela
Y sus recientes amagos no son más que la confirmación de que sí habrá un conflicto postelectoral, porque los números oficiales no se ajustan a lo que tozuda e irresponsablemente quiere.
La gran pregunta es de qué tamaño será el conflicto y si López Obrador vuelve a tropezar con la misma piedra. Es decir, si se atreverá otra vez a "mandar al diablo a las instituciones" y a lanzarse a otra aventura temeraria como la de 2006, cuando con sus huestes, financiadas por el gobierno capitalino, decidió ocupar la avenida Reforma, sin importar el grave daño provocado por esta movilización.
GRANOS DE CAFÉ
Si bien las redes sociales se constituyeron en un medio que vivificó a las democracias al dar voz a los "sin voz", el anonimato que las envuelve ha propiciado toda clase de excesos que tergiversan la realidad al pretender crear verdades absolutas a partir de un criterio totalmente personal y generalmente subjetivo, porque emana de emociones y lo emiten individuos de dudosos y hasta inexistentes méritos para incidir en la formación de opinión.
Las cualidades de redes como el Twitter, han sido deformadas precisamente porque los mensajes que se emiten no están soportados, regularmente, en el conocimiento, lo que los invalida como punto de partida para una discusión constructiva que permita a la sociedad coincidencias que deriven en la solución de tal o cual problema o abordar con seriedad un tema que se traduzca en verdadero conocimiento que genere legítimamente una opinión válida y generalizada.
Lamentablemente no ha sido así y, por el contrario, se ha dado paso al encono social, a la diatriba y la ofensa contra quienes no comparten la opinión del fraude, de la ilegitimidad y de la irregularidad de un proceso que estuvo tan meticulosamente organizado, soportado y avalado tecnológicamente por instituciones de incuestionable prestigio como la UNAM y tan rigurosamente supervisado por organizaciones internacionales como la OEA, Transparencia Internacional, y un largo etcétera.
Por fortuna son los menos los que se han subido al carro de los intransigentes, de aquellos que sólo creen en la democracia cuando ganan, de esos que se niegan a vivir sin los privilegios del poder, rodeados de cortesanos, de reflectores, del reconocimiento y la admiración.
Prueba de la madurez ciudadana es el caso de varios estados y municipios del país, como Yucatán o Chiapas, por ejemplo. En esta última entidad, la sociedad votó abrumadoramente por Manuel Velasco Coello y por su proyecto político que, hasta ahora no ha tenido cuestionamiento y menos ha sido impugnado y que se ha constituido en ejemplo de un proceso democrático. En Chiapas las diferencias políticas se han dejado de lado, para dar paso a la construcción de mejores espacios de bienestar para todos.
…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com

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