jueves, 26 de enero de 2012



Historia de una migrante y su hijo a su paso por Chiapas, solicitan visa humanitaria



ALBERTO HERNÁNDEZ
Asaltada y golpeada en más de una ocasión, la migrante guatemalteca Perla Lucrecia Lam del Cid ha tenido que sufrir junto con su hijo Marvin Lam, de 11 años, enfermo de parálisis cerebral, un verdadero calvario tras haber arribado a territorio mexicano en busca de ayuda; ahora, clama por una visa humanitaria del gobierno para poder permanecer en el país.
Hace aproximadamente un año, el gobierno mexicano le otorgó un permiso especial para traer a su hijo al Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) Chiapas, donde recibió terapias que le ayudaron a mejorar su vida.
A su regreso, Perla Lucrecia puso un puesto de comida (venta de pupusas, platillo típico de El Salvador) en la capital, Ciudad de Guatemala, pero llegaron los maras que continúan con un gran poder en Centroamérica y le empezaron a cobrar “impuestos de guerra”, que eran de 100 quetzales a la semana.
Tiempo después, el mismo grupo le exigió 300 quetzales a la semana, que debería pagar lo más pronto posible o de lo contrario le subirían a mil 500 quetzales semanales e incluso la amenazaron con matar a su hijo.
Cansada de las extorsiones y amenazas, y al ver la impunidad con la que operan estas bandas delictivas en el vecino país del sur, ejerciendo métodos muy violentos para controlar a su víctimas, Perla Lucrecia decidió abandonar Guatemala y partir, el 28 de diciembre de 2011, al estado de Chiapas.
Sabedora del peligro que significa migrar por territorio mexicano, Perla Lucrecia nunca se imaginó que en las inmediaciones de la caseta de migración “El Manguito”, cerca del municipio de Tapachula, una banda de delincuentes la asaltaría, le robaría sus pocas pertenencias y el dinero que llevaba.
Perla Lucrecia recibió golpes en diversas partes del cuerpo y quedó sin dinero. Como pudo, llegó al albergue para migrantes Belén, ubicado en la ciudad de Tapachula, donde recibió ayuda y encontró una convocatoria para participar en la caminata “Todo por ellos” a efectuarse del 2 al 6 de enero de Suchiate a Arriaga.
Con su pequeño hijo, Perla Lucrecia y varios migrantes se sumaron a la caminata “Todo por ellos”, que al principio estaba respaldada por Elvira Arellano, Ramón Verdugo y Rubén Figueroa, aunque llegando a la cabecera municipal de Mapastepec, ellos abandonaron al contigente.
Así lo denunció Concepción Avendaño Villafuerte, alumna de la licenciatura en Derechos Humanos de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), quien venía acompañando la caravana, y quien acusa a los anteriores líderes de “aprovecharse de la situación, de estar interesados en el tema sólo por cuestión protagonista”.
Las diferencias dieron como resultado el retiro de Elvira Arellano, Ramón Verdugo y Rubén Figueroa de la caravana, y dejaron a su suerte a los migrantes, por lo que Concepción Avendaño buscó la ayuda con familiares suyos en Mapastepec, quienes le proporcionaron comida y agua.
Por decisión de los afectados, se presentó una denuncia en el municipio de Mapastepec en contra de Elvira Arellano, Ramón Verdugo y Rubén Figueroa ante el Ministerio Público de ese lugar, donde se levantó un acta administrativa (007/IC16/2012) por abandono de personas, instancia que trasladó el caso a la Fiscalía de Migrantes en Huixtla, donde también se ventilará el caso de asalto y lesiones sufridas por Perla Lucrecia en las inmediaciones de la caseta de El Manguito.
Concepción Avendaño informó a El Sie7e de Chiapas que los migrantes que se quedaron varados en Mapastepec, buscaron ayuda con las autoridades municipales, “un regidor nos dijo que iba a llegar el gobernador, entonces podríamos ir a pedir ayuda, pero de inmediato nos proporcionaron una camioneta para que trasladaran a los 10 migrantes a Tuxtla Gutiérrez, el pasado 8 de enero”.
También contactaron con el consejero para migrantes, José Rafael Navas Pérez, del Consejo Estatal de Derechos Humanos (CEDH), quien brindó el apoyo para que Perla Lucrecia y su hijo pudieran estar en el albergue “El Buen Samaritano”, de la capital chiapaneca, apoyados por el DIF Chiapas.
El Instituto Nacional de Migración (INM) le impuso una multa a Perla Lucrecia Lam del Cid y a su hijo Marvin de mil 290 pesos a cada uno, dinero que no ha pagado porque no cuenta con recursos. De última hora, se supo que el lunes 23 de enero agentes de migración trasladaron a Perla Lucrecia y a su hijo a las instalaciones de la Fiscalía de Migrantes con sede en el municipio de Huixtla.
El resto de los 10 migrantes, dos de ellos regularizados, buscó trabajo en Tuxtla Gutiérrez y algunos están de peones en las obras de modernización de las calles del centro de la capital chiapaneca.
Perla Lucrecia, señora que fue abandonada hace 11 años por quien fuera su marido, agradece al gobernador Juan Sabines Guerrero haber brindado el apoyo para su traslado a un albergue a Tuxtla Gutiérrez, pero señala que es necesaria su intervención para que ella y su hijo puedan conseguir una visa humanitaria para que Marvin Lam pueda rehabilitarse en el CRIT Chiapas.

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