miércoles, 11 de enero de 2012

CAFÉ PARA TODOS
Alberto Carbot

* ESTELA DE LUZ, SÍMBOLO DE LA TORPEZA Y LA NEGLIGENCIA
* LOS NORMALISTAS GUERRERENSES, TAMBIÉN ASESINOS, SON INTOCABLES POR LAS LEYES


Con mucho retraso, después de que pensaba que sería el monumento simbólico del bicentenario de la Independencia Nacional, la Estela de Luz por fin fue inaugurada por el presidente Felipe Calderón.
Tan cuestionada fue su construcción que la misma noche en que se inauguró, unas 300 personas realizaron la primera manifestación de protesta, lo que obligó a suspender la verbena popular programada para festejar la fecha.
Los miembros del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabeza el poeta Javier Sicilia, y trabajadores del Estado de México, provenientes de Naucalpan, unieron fuerza para organizar el primer mitin de rechazo a este monumento.
El presidente Felipe Calderón intentó hacer olvidar a los mexicanos todo el escándalo de corrupción que rodeó la construcción de la obra y acompañado de su gabinete, sin la presencia del jefe de gobierno de la capital Marcelo Ebrard -quien envió a su secretario de Gobierno, José Ángel Ávila-, iluminó la primera placa de cuarzo con lo que se inició media hora de espectáculo de luz, sonido, música y fuegos artificiales.
Se anunció ahí mismo que la Estela será un espacio cultural administrado por Conaculta. La obra debió ser inaugurada antes del 16 de septiembre del 2010, pero tuvo un retraso de casi año y medio; sin embargo, no les importó el qué dirán.
Calderón aseguró que la Estela de Luz será "el emblema de una nueva era para México", aunque muchos otros opinan que es el "epítome de lo que no debe hacerse". La obra "representa la enorme capacidad artística y técnica de los arquitectos y de los ingenieros de nuestro país", dijo.
El mandatario afirmó que Lujambio "con renovados bríos" retomó el proyecto y agregó que su "perseverancia y sensatez permitió superar los obstáculos más inimaginables para llevar la obra a su culminación".
Ciertamente, es difícil de imaginar cuanta transa y cuanto cochupo habrán rodeado a este monumento, tanto que su costo original de 398 millones e pesos casi se triplicó para rebasar los mil millones.
Calderón pronosticó que la obra, a la que calificó como un proyecto de "gran complejidad técnica" será "referente en esta gran ciudad.
Tuvieron qué pasar casi 3 años, desde que la convocatoria fue emitida, el 26 de enero de 2009, hasta que se inauguró el monumento, para que éste se hiciera realidad. El jefe del Ejecutivo admitió que el anteproyecto sufría de "inconsistencias" en planos y cálculos, por lo que se tuvo que rehacer para darle rigor técnico.
Fue indispensable realizar "necesarios ajustes" que demoraron la entrega en 16 meses, dijo. Lo bueno, según él, es que la obra es un portento de la ingeniería, pues es capaz de soportar vientos y sismos en los escenarios más extremos.
Para la obra concursaron 37 proyectos, pero el ganador fue César Pérez Becerril. Tanta fue la opacidad, que al menos 10 exfuncionarios fueron sancionados, y se les levantaron 4 denuncias penales por abuso de autoridad, ejercicio indebido del servicio público, usurpación de funciones, uso de siglas y sellos sin derecho, sin contar los otros 25 funcionarios que fueron puestos de patitas en la calle.
Luego de que se tardó un año la colocación de la primera piedra de obsidiana, Alonso Lujambio entró al quite y reconoció que había "desorden" en la organización.
La estructura, de 104 metros de alto y 9 de ancho, recubierta de mil 704 placas de cuarzo hecho en Brasil y cortado en Italia, en un terreno de 4 mil 662 metros cuadrados, se yergue -diría el lugar común orgullosa, pero otros pensarían más bien que avergonzada-, entre las calles de Lieja y Reforma.
Los cimientos se hunden hasta una profundidad de 50 metros y su peso es de mil 700 toneladas.
Calderón dijo que esta obra iluminará "una nación más segura, próspera y justa" para las futuras generaciones. No obstante, muchos piensan que la Estela de Luz debería de rebautizarse para ponerle otro nombre, el de "Estela de opacidad" o el de "Estela de corrupción" pues simbolizó como pocas cosas el ambiente de transa y de componendas que suele rodear a las licitaciones públicas.
La pregunta que surge era si se necesitaba contar con un monumento de este tipo, faraónico, hollywoodense, oneroso y desmedido o hubiera bastado con realizar una obra menos "grandota" y más "grandiosa", pero que costara poco.
Si el gobierno piensa que con la inauguración de la obra se disiparán todas las sospechas y el ambiente de suspicacias que ha despertado se equivoca, porque sigue vigente el reclamo de muchos mexicanos para que haya una auditoría a fondo de los gastos empleados en la construcción y que se explique por qué los costos se triplicaron.
La Auditoría Superior de la Federación debería intervenir para revisar con detalle las cuentas a fin de detectar posibles irregularidades.
LA ESTELA DE LUZ DEL ESCÁNDALO
La Estela de Luz también debería iluminar las zonas más oscuras de este escándalo, porque no son pocos los mexicanos que reaccionaron con justa molestia, tras conocer el gasto realizado y las anomalías que rodearon su edificación.
Hasta personajes de la farándula como Jaime Camil, actor de televisión, dijo con ironía: "¡Qué desfachatez y burla a toda la ciudadanía! ¿Seguro no le pierden?".
La comediante Consuelo Duval señaló también con sarcasmo: "¿900 millones de pesos la Estela de Luz? ¿Y nuestros niños y ancianos muriendo de hambre y frío? ¿Y las escuelas? ¿Y las calles? ¡Qué poca madre!", aunque se quedó corta porque el costo rebasó los mil millones.
El actor Ari Telch dijo a través de Twitter: "No se lo digan a nadie, pero la inauguración de la Estela de Luz ¡me hizo sentir avergonzado!".
Tanto repudio ha generado la obra que ya se realizó una segunda manifestación de protesta frente al monumento, en la cual fue interrumpido un acto cultural portando pancartas y lanzando consignas con los nombres de algunas de las víctimas de la lucha contra el crimen organizado y la frase "no debió morir".
Los manifestantes, con velas en mano, removieron las vallas de seguridad y se metieron hasta la zona donde se realizaba un bailable, que tuvo que ser suspendido. El activista Daniel Gershenson dijo que este movimiento se convocó vía redes sociales con el fin de "manifestar su repudio hacia este bodrio, el cual tuvo un costo estratosférico".
Entre las pancartas se leían frase como "monumento a las víctimas de la guerra", "símbolo de la corrupción", "próximamente Museo de la Corrupción aquí".
Es difícil recordar algún acto de gobierno que haya concitado tanto rechazo y tantas opiniones contrarias como la Estela de Luz. Y resulta una verdadera lástima, porque las obras conmemorativas del centenario de la Independencia, como el Monumento a la Revolución o el Palacio de Bellas Artes o el Ángel de la Independencia, siguen siendo timbre de orgullo y emblemas verdaderos de la ciudad de México.
Quién sabe si dentro de un siglo, los que aún vivan recuerden todo el escándalo que rodeó a la Estela de Luz y ésta se convierta quizá más bien en emblema de un sexenio fallido o en epítome de la corrupción, la torpeza y negligencia. Ojalá que no sea así.
GRANOS DE CAFÉ
El informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre la muerte de 2 normalistas guerrerenses el 12 de diciembre en Chilpancingo, cuando bloqueaban con otros compañeros suyos la Autopista del Sol -en el cual se habla de "gravísimas violaciones a los derechos humanos"-, no dejó contento a nadie.

Parece ser que a la CNDH su nueva función de indagar este tipo de casos -facultad que antes correspondía a la Suprema Corte-, le faltan dientes y habrá qué ver si la Secretaría de Seguridad Pública y el gobierno de Guerrero responden con acciones firmes para castigar a los involucrados. La responsabilidad de los policías es evidente.

Pero también habrá que establecer responsabilidades con respecto a los normalistas, que ya habían adoptado la costumbre de hacer bloqueos, manifestaciones, secuestros y tomas de edificios públicos de manera impune, sin que la autoridad se atreva a tocarlos ni con el pétalo de una rosa.

Las vías de comunicación estratégicas como la Autopista del Sol no pueden ser estranguladas a capricho. Aparte habría que investigar quién prendió fuego a la gasolinera, que causó la muerte de Migue Rivas, quien pagó su vida, el tratar de extinguir un incendio provocado por los normalistas, el cual pudo costar decenas de víctimas.

Si se tratara de uno de los manifestantes, habrá que proceder en consecuencia. "Dura lex, Res lex" (la ley es dura, pero es la ley), decían los romanos, con sobrada razón, pero tal parece que en este país de maniquístas, timoratos y cobardes, los delincuentes de la escuela normal, que pueden robar, secuestrar, destruir y provocar la muerte de un inocente trabajador, no tendrán castigo. Al tiempo…

…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com

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