jueves, 3 de noviembre de 2011

DIÓCESIS
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Auxiliar Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

IGLESIA EN CRISIS DE FE

VER
Que nuestra Iglesia Católica, a través de su historia bimilenaria, ha pasado por algunas crisis, es innegable. Que los casos de pederastia clerical han provocado deserción de algunos fieles, es verdad, pero no es una debacle; en muchos lugares, nada ha afectado la confianza en la Iglesia. Que pasa por una crisis de fe, no me atrevería a afirmarlo, a no ser porque así lo expresó el Papa Benedicto XVI en su viaje a Alemania. La refería a su propio país, pero la amplía: “Vemos que en nuestro opulento mundo occidental hay carencias. A muchos les falta la experiencia de la bondad de Dios. No encuentran un punto de contacto con las Iglesias institucionales y sus estructuras tradicionales. Pero, ¿por qué? Pienso que ésta es una pregunta sobre la que debemos reflexionar muy seriamente. Permitidme afrontar aquí un aspecto de la específica situación alemana. En Alemania, la Iglesia está organizada de manera óptima. Pero, detrás de las estructuras, ¿hay una fuerza espiritual correspondiente, la fuerza de la fe en el Dios vivo? Debemos decir sinceramente que hay un desfase entre las estructuras y el Espíritu. Y añado: La verdadera crisis de la Iglesia en el mundo occidental es una crisis de fe. Si no llegamos a una verdadera renovación en la fe, toda reforma estructural será ineficaz… En la historia, algunos finos observadores han señalado frecuentemente que el daño a la Iglesia no lo provocan sus adversarios, sino los cristianos mediocres” (24-IX-2011). “Desde hace decenios, asistimos a una disminución de la práctica religiosa, constatamos un creciente distanciamiento de una notable parte de los bautizados de la vida de la Iglesia… La renovación de la Iglesia puede llevarse a cabo solamente mediante la disponibilidad a la conversión y una fe renovada” (25-IX-2011).
Para encarar esta crisis, nos ha convocado a un Año de la Fe, del 11 de octubre de 2012, cincuenta aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, al 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo, Rey Universal.
JUZGAR
¿Hay crisis de fe entre nosotros? No puedo generalizar, pero se dan situaciones que nos hacen caer en la cuenta de que en efecto la hay. Por ejemplo, cuantos bautizados viven como si Dios no existiera para ellos; nunca norman sus criterios y sus comportamientos por la Palabra de Dios, sino por las modas y por lo que hacen otros; roban, extorsionan, secuestran, violan, asesinan, corrompen, trafican con drogas y con personas; no conocen su fe y se dejan atrapar por otras creencias. Aunque se declaren creyentes, su fe es una llama que se extinguió, o es muy débil. Es el caso de algunos empresarios católicos que explotan a sus empleados y defraudan al fisco; de unos políticos, legisladores y gobernantes que disimulan o niegan su fe, limitándola a su vida privada; en sus decisiones no se refleja el Evangelio. O de algunos de nosotros, agentes de pastoral, cuando ocultamos nuestra identidad y queremos diluirnos entre la gente, no por inserción evangélica, sino por vergüenza y temor al qué dirán; cuando resaltamos más las exigencias sociales y políticas de la fe, que nuestra pasión por Jesucristo, único camino de verdad y vida plena; cuando no somos hombres y mujeres de oración y de Eucaristía; cuando no amamos y servimos en verdad a los pobres. Preguntémonos cómo está nuestra fe.
ACTUAR
¿Qué hacer? “La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del Continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza” (DA 362).
Ofrezco un folleto titulado CONSOLIDEMOS NUESTRA FE, editado por nuestra Conferencia Episcopal, que intenta ayudar a clarificar puntos cuestionados. Se puede consultar en la página www.diocesisdesancristobal.com.mx y difundirlo libremente. Oremos también al Espíritu Santo que nos confirme en la fe.

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