viernes, 1 de abril de 2011

RECOLETOS
pepecrocker

CUMPLEAÑOS 483.

CUMPLEAÑOS 483. El día de ayer se conmemoró un aniversario más de nuestra ciudad, razón suficiente para dedicar el espacio de esta columna para hacer una breve reflexión sobre el pasado, presente y futuro de esta cuasi quingentésima San Cristóbal de las Casas que, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuenta con 185 mil 917 habitantes; aunque todos sabemos que somos más.
CIUDAD DE LUJO. Desde su origen, San Cristóbal fue una ciudad de lujo: después de haber constatado el clima inhóspito del primer asentamiento español (1528) en lo que ahora es Chiapa de Corzo, los peninsulares se trasladaron a estas tierras, las cuales, fueron como encontrar un oasis. En nuestros días, la gran mayoría de los que vivimos en la ciudad, sabemos de cierto que vivir aquí es de lo más gratificante.
LUJOS QUE PESAN. El lujo no solo se refiere al esplendor de nuestros monumentos o a lo benigno del clima; también lo es por algunos sacrificios que padecemos todos los días: tenemos grandes carencias en cuanto a universidades, hospitales, vías de comunicación, gobiernos, etc.
LOS ÚLTIMOS TIEMPOS. Muchas generaciones se esforzaron para hacer lo que hoy es San Cristóbal, con sus yerros y aciertos lograron edificar el orgullo que ahora sentimos; no obstante, en las últimas décadas hemos padecido de consecutivos desatinos que nos están colocando en situaciones límite. Y no crea usted que estas equivocaciones tienen que ver con los yerros del pasado, no, más bien se trata de despropósitos de nuestras autoridades que nos han llevado a un aparente callejón sin salida.
DESATINOS. La lista sería interminable de enumerar por la gran cantidad de turbios intereses que han sido privilegiados en lugar de pensar en el bien de la ciudad: los principales enemigos del San Cristóbal de los últimos tiempos son los que dicen cobrarpor defender los intereses de la ciudad: sus autoridades.
BOTONES DE MUESTRA. Santo Domingo no siempre fue una desordenada plaza de mercaderes, los cinturones de miseria no existían ni tampoco los asentamientos irregulares, no éramos una ciudad cundida de bares; el mercado de la discordia tenía un estacionamiento funcional, los bancos de arena eran explotados racionalmente y un sinfín de cosas que las autoridades en turno han permitido, ¿sabe usted por qué?, por defender y acrecentar su capital político.
EL PRESENTE. No vaya usted a pensar que las cosas están cambiando para bien; por el contrario, parece que el tobogán de los despropósitos se está empinando y amenaza con caída libre: el ambulantaje crece de manera exponencial y desordenado al igual que los establecimientos que venden bebidas alcohólicas, las autoridades prefieren hacerse de las que no ven en lugar de enfrentar la problemática. Urge un cambio de verdad en la clase gobernante, urge un verdadero líder que convoque a la sociedad a realizar los grandes cambios que necesitamos; pero. . . y Usted. . . ¿Qué Piensa?

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