miércoles, 30 de marzo de 2011

Chispero político
Miguel Angel. Carrillo Barrios

ARSENALES EN MEXICO PROVIENEN DE CENTROAMERICA

Desde hace un buen tiempo, “CHISPERO POLITICO” que se publica en diversas de medios masivos de comunicación y on line, ha venido denunciando a través de su autor, el masivo y descarado contrabando de armas de alto poder proveniente de Centroamérica, muchas de esas armas peligrosas y sofisticadas que incluso fueron llevadas a esos países por las potencias rusas y Norteamérica durante las últimas décadas del siglo XX y a inicios del siglo XXI. Según la aclaración que hace el gobierno de Washington, afirma que dentro de las armas más letales que ha confiscado la policía local y federal mexicana se pueden encontrar rifles de gruesos calibres no convencionales, como el Barrett calibre .50, rifles de asalto AK 47 calibre .62 y sus variantes, y las pistolas que en México se conocen como matapolicías, FN 5.57, casi todas provenientes de los arsenales militares de ejércitos centroamericanos. El despacho e informes del gobierno norteamericano, precisa que todo esto se debe a los débiles controles fronterizos que tiene el gobierno mexicano sobre contrabando de armas y tráfico de indocumentados y que junto con el tráfico de drogas hacen el combustible perfecto para el conflicto que hoy mucho se debate y poco se hace. Los informes del pentágono señalan tres puntos fronterizos frágiles como lo son de Frontera Talismán y Ciudad Hidalgo, pero se les olvidó citar la frontera sin ley: La región selvática, la frontera Sierra y todo lo que concierne con la frontera Mesilla, Agua Azul y Agua Dulce, donde es común la venta de armas convencionales y no se duda que sea el paso fácil de armas de las que se mencionan como “peligrosas”. Así mismo informa el informe norteamericano que mientras la Patrulla Fronteriza estadunidense vigila con más de 30 mil elementos los 3 mil 926 kilómetros de la frontera México-Estados Unidos, sólo hay 125 funcionarios de Migración monitoreando los 929 kilómetros de la frontera México-Guatemala. Claro está que el gobierno norteamericano pretende con esto sopesar el fracaso de la operación “Rápido y Furioso” en la que se descubre que el tráfico de armas que favorece a los narcotraficantes es proveniente de Norteamérica y que a la vez, suena ridículo, pues por una parte presionan y critican al gobierno mexicano para que combata la delincuencia y por otro le dan los instrumentos y la tecnología bélica a los señores que están poniendo en jaque a los cuerpos policíacos mexicanos. Hay que hacer otro acotamiento de que los países centroamericanos no producen armas tan sofisticadas como las que se mencionan por lo que pude descartarse que todo ese arsenal proviene de países industrializados quizá con sucursales de venta en aquellos países o en su caso llevadas ilegalmente para su venta o reventa a la delincuencia organizada en México.
LA INOPERANCIA Y LO ESTUPIDO DE LOS RETENES POLICIACOS
En muchas ocasiones la ciudadanía del buen vivir y que estamos abocados al trabajo honrado y productivo nos preguntamos ¿Qué sentido tienen los odiosos retenes policiacos establecidos en los accesos a la capital de Chiapas? ¿Han sido productivos y han tenido efectos positivos para el combate de drogas y armas? No que se sepa, por el contrario causan embotellamientos repulsivos, sobre todo en la salida poniente. Siento que el orquestador de esos retenes fijos, no tiene la mínima idea o estrategia de combate a la delincuencia organizada y menos al tráfico de armas y drogas. Pues hay que recordar que una de las grandes estrategias en luchas militares y policiales es la sorpresa y repito: sólo a un enfermo mental o tarado por naturaleza genética se le ocurriría pasar por esos retenes con cargamentos de drogas o armas. Los agentes actúan como fantoches disfrazados y hasta con máscaras puestas para cubrirse el rostro, con esa prepotencia clásica que a un ignorante le produce el uso de armas y la miseria de poder que posee estando uniformado. Los retenes deben ser operaciones relámpagos, sorpresivos e inesperados, para eso se debe contar con un excelente o digo mejor, buen cuerpo de investigadores e informadores que tengan roce social con la delincuencia o bien, informadores encubiertos, pues si se gastan millones y millones de pesos para esos fines, lo que hace falta aquí es la planeación estratégica que no existe para esos casos. Algunas ocasiones me tocó ver como los que cobraban como investigadores en el gobierno de Chiapas, eran los cuidadores de ranchos de los funcionarios, eran los que estaban como los propios dirigentes de partidos políticos (por hoy no cito nombres) y en fin, allí cobraban hasta los dirigentes de organizaciones campesinas, la mayoría de ellos no conocen ni saben y creo que no hay oído nunca cuestiones metodológicas de cómo realizar una investigación; podría estimarse que de los que realizan el papel de “logística”, el 97 por ciento son informadores más no investigadores; el 70% no tienen ni siquiera la experiencia y únicamente están allí por recomendación de algún funcionario o sencillamente porque requieren a un cuidavaca en el rancho de equis o zeta funcionario. Entonces, es recomendable que los gobiernos estatales y federal cambien sus estrategias de investigación para el combate a la delincuencia organizada, pues son esas personas los oídos y los ojos de los gobernantes, son en síntesis el sustento preventivo, orientativo y defensa de nuestras instituciones y la estabilidad social de los mexicanos, desgraciadamente esas personas, a excepción de los de la llamada o desaparecida AFI, que tienen salarios de hambre, nulos recursos y muchos ni siquiera celular tienen, menos que sepan o puedan hacer uso de la tecnología sofisticada que en estos tiempos, ya es ineludible. O ¿usted como lo juzga?
TUXTLA, CIUDAD SEGURA; EL PRESIDENTE CALDERON PRESENCIO EL EVENTO.
Bueno, pues a pesar de lo que se diga, Tuxtla Gutiérrez, es una de las ciudades más seguras de la región sureste. En Tuxtla Gutiérrez, rara vez escuchará usted un asesinato violento, un asalto sangriento y menos que se vean muertos aquí o allá. La ciudadanía puede abrir las puertas de su casa, sacar sus sillas en las banquetas y sentarse y convivir con la familia o los vecinos y no se está a la espera de que alguien armado pueda privarlo de la vida o asaltarlo. Claro, hay que aclarar que problemas de delincuencia común si los existe y no se puede negar que en equis o zeta lugar, algunos sujetos se liaron a golpes o que dos o tres mujeres se jalaron las greñas pero no pasa de esto o uno que otro “bolito” que hace escándalo por las noches en fines de quincena, pero no se puede hablar de masacres sangrientas o de despedazados o secuestrados con lujo de violencia. Que han ocurrido algunos eventos tristes de estos pero son esporádicos y eso posiblemente sea la razón de que Tuxtla sea considerada una ciudad segura. Es obvio que la gente de Tuxtla, casi todos somos personas de paz, personas de trabajo, conciliadoras y del buen vivir, nos agradan las fiestas, el deporte y la convivencia sana. Es obvio que hay un gobernante preocupado por su pueblo, hoy, hay centros de educación suficientes para la preparación de las juventudes, hay señores de la tercera edad que gozan de un apoyo económico gubernamental ya estructurado como rango legal, hay programas en los que los que no tienen un empleo, puedan emplearse dignamente y obtener recursos para su subsistencia, hay un sistema judicial que aunque no perfecto, hace lo suficiente para poder imponer el orden, la paz y la justicia, pero sobre todo, es el producto de una sociedad no maleada y tampoco viciada y muy a pesar que es el paso de migrantes que van de Centroamérica hacia Norteamérica, en Chiapas, ya no son ilegales, somos pues un pueblo que repudiamos la guerra y optamos por la paz. De la llegada del primer mandatario de la nación a la entidad, no es normal, nadie está esperándolo para pronunciarse para arrimerarle quejas o denuncias de abuso de autoridad o injusticias exorbitantes; ya no existen sobrecargas de acarreados por miles y menos a los indígenas que en otros tiempos se traían a los eventos por montones. Quizá sea el lugar más seguro donde cualquier extranjero o funcionario mexicano de alto o bajo nivel pueda pasearse sin temor a ser levantado o agredido, lugar donde los diplomáticos jamás son molestados en su integridad; pues en Chiapas de lo único que podemos quejarnos es del abuso de los comerciantes restauranteros en las playas por sus altos precios en productos y servicios, podremos quejarnos tal vez de que está saturado de topes indebidos sobre las carreteras, del abuso de algunos que hacen de los turistas una verdadera fuente de explotación pero que se les asalte, mate o robe, no.
Pero nosotros nos seguiremos chateando en la próxima edición.

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