miércoles, 19 de enero de 2011


Punto de Vista
Mario Tassías

A los miembros de "Estrella del Sur" en su 7° Aniversario.

Diversas son las razones por las cuales el alcohol se induce. Se mete en la sangre, corre por las venas y llega al cerebro. Transforma millones de vidas. Testimonios de hombres y mujeres que un día, por la razón que sea, probaron el alcohol y no dejaron de beberlo, son ejemplos vivientes. Son millones los que hoy luchan para recuperarse de una enfermedad progresiva y mortal.
En México, 4 millones de personas abusan y tienen dependencia de esta substancia. De esta cifra en los hombres equivale a uno de cada 10, y en las mujeres, a una de cada 50, según la quinta Encuesta Nacional de Adicciones 2008. Y el consumo crece en jóvenes y mujeres.
Un informe de la Secretaría de Salud (SS), revela que son los jóvenes de 18 a 29 años de edad, tanto hombres como mujeres, el grupo de edad que muestra los niveles más altos de consumo, y por tanto, el de mayor riesgo de padecer todas las consecuencias negativas. El Sistema Nacional de Salud gasta alrededor de 12 mil millones de pesos al año para atender más de 60 tipos de enfermedades asociadas con el alcoholismo.
Ahora que se ha puesto en marcha la 16ª Semana Nacional de Información Compartiendo Esfuerzos de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, se recuerda que la Encuesta Nacional de Salud en Escolares 2008, reportó que el porcentaje de estudiantes mujeres mayores de 10 años que ingieren bebidas alcohólicas es de 14.8%, cifra muy similar a la de los muchachos, que es de 15.3%.
El panorama es sombrío. A partir de la familia suele ser aterrador. Desde la posición del enfermo, el asunto adquiere rasgos de drama. Cada hombre o mujer presenta características diferentes. Tocar fondo es caer a plomo en todos los aspectos de la vida. Es alucinación, con visos de realidad contrastante. El alcohólico es un enfermo físico, mental y espiritual y como tal requiere de un tratamiento integral. De ahí la importancia de compartir información y esfuerzos.
Bill Wilson uno de los dos fundadores de Alcohólicos Anónimos, sugiere doce pasos para caminar rumbo a la recuperación. Son, a decir de quienes han superado por hoy, la ingesta de alcohol, la vereda que conduce a la sobriedad. Pueden existir y de hecho hay otros métodos, sin embargo, el experimentado por los AA es patente que funciona, aún en los casos extremos. Sólo hay una condición indispensable, querer dejar de beber. La aceptación de la impotencia se convierte, finalmente, en el firme cimiento sobre el cual se puede edificar una vida útil y feliz.
Otros puntos… Armando Cortes Rueda de la Fundación Colosio AC invita a organismos de mujeres, lideresas, feministas o legisladoras a la mesa redonda "Violencia de género en los discursos periodísticos", sobre las mujeres en Chiapas el próximo sábado 29 a las 11:30 de la mañana en el auditorio Plutarco Elías Calles de Tuxtla Gutiérrez… El documental Culpables de Inocencia de Natalia Armienta Oikawa, obtuvo el premio en la categoría Franja Cárceles del Festival de Cine Social y Derechos Humanos de Valparaíso, Chile. El documental sugiere adentrarse entre los muros de la prisión para conocer las historias de aquellas mujeres engañadas, inducidas u obligadas a cometer un crimen por el cariño que profesan... Con una mezcla de expectación, esperanza y orgullo, ya salió el primer número de Derecho a comunicar. La revista científica de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información "nace con la vocación de crear vínculos entre profesores e investigadores que en cada uno de nuestros países se preocupan por la presencia social, las responsabilidades y los efectos de los medios de comunicación, pero además vínculos entre la academia y el desempeño práctico del ejercicio comunicacional" dice Raúl Trejo Delarbre en la presentación... Los trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma de Chiapas, eligieron ayer a Pedro Jiménez de la Planilla Naranja como su nuevo dirigente… El pequeño Johnny estaba siendo sometido a unas pruebas para conseguir un papel en una obra de teatro que se iba a representar en la escuela. Su mamá sabía que el muchacho había puesto en ello toda su ilusión, pero ella temía que no iban a escogerlo. El día que se repartieron los papeles, Johnny regresó corriendo de la escuela, se echó en los brazos de su madre y, lleno de orgullo y de excitación, le gritó: ¿A que no sabes una cosa? ¡Me han escogido para aplaudir!… Hasta mañana.

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