jueves, 28 de enero de 2010

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Morales Liévano; otro criado de Eduardo Ramírez Aguilar


Comitán de Domínguez, Chiapas,- Como si el haber estafado y robado a su propio hermano y mantenerse de rodillas y de lame patas ante el alcalde de este lugar no fueran causas suficientes como para
estar calladito, Marco Antonio Morales Liévano, regidor plurinominal de PRI en el actual ayuntamiento comiteco que cobra sus casi veinte mil pesos mensuales sin hacer nada, se atreve a hablar de honestidad cuando sabe que en sus anchos y corruptos belfos no deberían tener cabida términos como este. Morales Liévano, este mismo que en campaña de proselitismo de su correligionario Víctor Hugo Ruiz Guillén, prometió una sarta de cosas a muchos campesinos para que votara a favor del PRI pero cuyas promesas solo fueron engaños, fraudes y más corrupciones por parte del ahora regidor plurinominal según denuncias de campesinos del ejido Guadalupe Palmira de este municipio, tiene la desfachatez de declararle la guerra a Roberto Albores Gleason como si este fuera de la misma calaña y ralea de entes que no son otra cosa sino la rapiña y escoria del PRI como él. Creyéndose más priísta que el propio progenitor del PRI, Plutarco Elías Calles, Morales Liévano se atreve a acuerpar y defender a otro inútil y salido de la nada como Pedro Aguilar Morales a sabiendas de que este, hace apenas algunos meses, no sabía otra cosa más que enchufar y acomodar los cables y consolas para realizar los spots publicitarios de los comercios y de los candidatos que, previas pláticas, negociaciones y acuerdos, llegaban a la radio que dirige o dirigía para grabar y, de paso, dejarles sus buenos pesos. Morales Liévano, carece de calidad moral y de una reputación sobria y limpia como para despotricar en contra de sus mismos correligionarios priístas quienes están mucho más limpios que él. Morales Liévano primero debe aclarar y decir del porque guarda silencio respecto a las grandes y descaradas corrupciones que existen y se practican a diario en el ayuntamiento del que es parte y donde el tesorero, primo hermano del alcalde Eduardo Ramírez Aguilar, hace lo que se le pega la gana con los recursos públicos y con las cuestiones políticas y en cuyo proceder, Morales Liévano no dice nada y se queda callado. Marco Antonio Morales Liévano se queda callado en las últimas situaciones arriba citadas porque sabe que de ahí provienen sus “mochadas” y otras prebendas y canonjías por las cuales permanece arrodillado ante el edil Ramírez Aguilar a quien le obedece y acata sus instrucciones como el de retomar las oficinas del PRI, defender a Pedro Aguilar Morales e irse en contra de Albores Gleason porque así son las instrucciones y órdenes de su patrón Ramírez Aguilar. Ya abundaremos sobre tema también. He dicho.
© Perfil Fronterizo 2009 | Autor: Raymundo Diaz | E-Mail: perfilfronterizo

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