jueves, 4 de abril de 2013


Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos: Obama en México


Gaspar Morquecho

Si de intereses se trata, en México decimos que al nopal se le visita cuando tiene tunas. Esta es una de las primeras lecturas que tenemos que hacer. ¿A qué viene el Vecino Distante? ¿A qué viene el negro, mozo del Imperialismo Yanqui? ¿A qué viene el presidente del país que es el peor enemigo de todos los pueblos del mundo? 
Si de espaldarazos se trata, Carlos Salinas ha de estar jubiloso y dando instrucciones precisas al esposo de la guapa Gaviota. A ocho años de haber lanzado la candidatura de Enrique Peña Nieto (EPN) para presidente de la República, Salinas tiene frente a sí el mejor de los escenarios posibles. Ahora es muy probable que el proyecto de Salinas, es decir, del Neoliberalismo Conservador y de Derecha en México, pueda prolongarse y ampliar sus horizontes. ¿Quién mejor que Obama para legitimarlos?
Si vemos las guerras en el mundo, la guerra por los mercados, los bombardeos financieros y su destrucción; las guerras militares en el Medio Oriente, África y América Latina y su destrucción; los roces de China y Japón en sur del Mar de China y las amenazas de guerra en las fronteras de India y Pakistán y en la península de Corea que ponen a los pueblos frente a una guerra de carácter mundial, el gendarme del mundo viene a fortalecer su hegemonía en el planeta y, en la región, en su histórico traspatio.  
Si nos atenemos a los calendarios de Wallerstein, algunos podrán ver el impacto de la visita de Obama en los próximos 20 años y los más jóvenes sus resultados en el 2050. Es decir, podrán dar testimonio de cómo los imperios se renuevan, cambian y construyen el peor de los mundos posibles para los pueblos de los cinco continentes… o si el efecto mariposa enunciado por  Wallerstein, hizo posible la construcción de un mundo mejor.  
Por lo pronto vemos que éxito del Neoliberalismo y de  Carlos Salinas ha sido rotundo: 33 millones de mexicanos votaron por los proyectos neoliberales del PRI-Verde, del PAN y del PANAL, se impuso sin problemas a EPN y se fortalece con las reformas estructurales que, según el Washington Post, "son un ejemplo para los Estados Unidos".  Sin embargo, el colmo del éxito salinista es la visita del presidente del país, militarmente, más poderoso del mundo. Su visita está aderezada con los temas de los migrantes, la pobreza y el hambre.    
Recuerdo de niño la visita y recepción a Kennedy y de su elegante esposa. Había entusiasmo. Podían recorrer a carro descubierto del aeropuerto internacional  a Palacio Nacional. A su paso se agitaban banderitas tricolores de papel de china. Vamos a ver cómo los ciudadanos mexicanos reciben a Obama.  
Ahora podemos dar mayor sentido a los empeñosos viajes de EPN como presidente electo por América Latina, Europa, EU y Canadá. Era, para entonces, el candidato de los yanquis para ejercer un liderazgo y mejor aliado en la región. Había que disputar el liderazgo que ejercía Chávez y de las gobernantes de Brasil y Argentina. Este último fortalecido coyunturalmente por el nombramiento del Papa argentino.  EPN junto con los gobiernos de Colombia, Perú y Chile, serán el instrumento para que los Estados Unidos pueda recuperar la hegemonía perdida. Políticamente, una cabeza de paya en el CELAC en una coyuntura más favorable con la muerte de Chávez  y, con la Alianza del Pacífico el instrumento económico para confrontar con el MERCOSUR. 
En México, las fuerzas Neoliberales de la derecha más conservadoras, están de plácemes. Las reformas estructurales que son el piso en el que se soporta y soportará la Acumulación por Despojo se llevarán, como hasta ahora, sin mayores problemas. El relanzamiento y auge de megaproyectos como el del Istmo de Tehuantepec, en la minería, turismo  y en la producción de energía son una realidad en el territorio nacional, como lo es la guerra de bajo perfil de EPN. Si a Salinas no se le presenta otra eventualidad como en 1994, se podrá ir a la tumba con una enorme sonrisa de satisfacción. 
Si alguien sigue pensando que los yanquis y sus Halcones están de brazos cruzados, si alguien sigue creyendo que existen los Gigantes con pies de barro y los Tigres de papel, me parece que es hora de replantear los marcos y las perspectivas. Si hasta ahora hemos estado viviendo la prehistoria de la humanidad, me parece, que la larga noche será mayor que las mil y una noches.  
Como dicen por acá: ojalá que mi boca se haga chicharrón.

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