jueves, 21 de febrero de 2013

EL SERVICIO DE AGUA LA PERVERSIDAD QUE AFECTA A LAS MAYORÍAS EN CHIAPAS

Augusto Solórzano López
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, miércoles 20 de febrero 2013.- A diferencia de otra ciudades en donde el agua no es mucha, aquí que hay suficiente por ahora, tenemos el peor servicio de agua entubada y el más caro comparativamente con otras urbes y sin embargo el pueblo paga y hasta cola hace para sufragar desproporcionados cobros por el servicio de agua en la Capital y ciudades del interior del estado.
Este es un tema que debía ser considerado por el gobierno del estado y en particular por el Poder Legislativo y también por los Ayuntamientos Municipales y no simplemente encadenarse a la manida frase de que "estamos en austeridad".
La gente y turismo que viene de las distintas ciudades, grandes ciudades del interior de la república, cuando conocen del tema, refieren que el servicio es demasiado caro y poco eficiente y de una calidad que no pasaría una rigurosa prueba de laboratorio.
Los costos por el servicio de agua que llega a nuestros hogares es digno de repensarse, pues si ahora ya tenemos pagos desproporcionados que no responden a un aforo económico y sí a una ambición de que el pueblo pague y el gobierno gaste; que pasará cuando tengamos carestía real de agua.
El pago del agua se refleja en el presupuesto familiar y sin embargo el pueblo hace el esfuerzo y paga y hasta en muchos casos cientos de familias ya están negociando su cartera vencida y en suma, pagan.
Sin embargo, ese esfuerzo no se del otro lado, y así por ejemplo en Tuxtla la Capital tenemos un SMAPA que es una "coladera", en donde todo se va y el servicio es cada vez peor y/o se anuncian mejoras que nunca terminan y nunca se ven.
Es pues que el pueblo cumple pero las autoridades no y en esa competencia, no es extraño que la gente haya caído en el desencanto y descalifique todo lo que las autoridades hacen y lo catastrófico es que todo lo que emprenden es maquillaje puro.
El pueblo reclama, buenos servicios y este es uno, sino, el principal que amerita ser reconsiderado, para que no siga la espiral perjudicando a los más pobres y beneficiando a los que sí pueden pagar más.
Está en las manos de las autoridades, detener esta iniquidad o perversidad; es urgente replantear cómo estamos en materia de servicios de agua en las ciudades comenzando por la capital. De otro modo llegara el momento que el agua, no la podremos pagar.


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