miércoles, 28 de noviembre de 2012

CAFÉ PARA TODOS
* FELIPE CALDERÓN, UN SEXENIO PARA OLVIDAR * ECHENIQUE-PONIATOWSKA-ALATRISTE, LA SANTÍSIMA TRINIDAD DEL PLAGIO
El presidente Felipe Calderón hubiera querido que se le recordara para la posteridad como el mandatario que sacó a muchos pobres de su triste situación y como el hombre que le dio empleo, si no a todos, al menos a la mayoría de los mexicanos en edad de trabajar.
Lamentablemente, aunque su manejo en la macroeconomía fue bastante elogiado, termina su gestión como un gobernante incapaz de crear los puestos laborales que se requieren para elevar el nivel de bienestar de todos los mexicanos.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer el año pasado que entre 2008 y 2010, los años en que hubo una fuerte crisis económica derivada de la recesión internacional, la cifra de personas en situación de pobreza pasó de 48.8 millones a 52 millones, es decir, de un 44.5 a 46.2 por ciento de la población total.
Por supuesto, el presidente Felipe Calderón se deslindó y dijo que no estuvo en sus manos evitar la "terrible y grave crisis "económica" que se vivió en México en esos años.
Es más, presumió que a pesar de ser la crisis económica más grave que recuerde la humanidad -el PIB de México cayó 6.5 por ciento, la cifra más baja en 70 años-, la pobreza extrema en el país logró ser contenida porque de otra suerte se hubiera expandido irremediablemente.
"No estaba en nuestras manos, no podíamos hacerlo, evitar que ocurriera esa crisis internacional, no está en nuestras manos, ni los mercados en materias primas, en los grandes negocios de las corporaciones financieras internacionales y menos el gasto a veces irresponsable que se ejerce en algunas potencias", dijo entonces Calderón.
Sea cierto o no que el presidente no tuvo nada que ver con la pobreza, la verdad es que muchos recordarán que durante sus años, por él mismo descritos como de "Vacas Flacas", los pobres se expandieron.
El Coneval informó que Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Chihuahua y Tamaulipas, son las entidades con los mayores índices de pobreza en el país. Lo que llama la atención es que en 7 estados se concentre el 50 por ciento de los pobres del país.
El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de la Organización de las Naciones Unidas señaló que el 60 por ciento de los mexicanos que viven en la pobreza extrema se encuentran en zonas rurales, una realidad que no ha cambiado desde hace dos décadas.
Según el primer Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2011, las diferencias sociales que se palpan en los municipios de México "son comparables a las brechas que se observan entre los países más pobres y los más ricos del mundo".
Por ejemplo, señala que el producto interno bruto per cápita de los 10 municipios más ricos es de 32,719 dólares mientras el de los más pobres es de apenas 604 dólares.
UNA DURA SITUACIÓN PARA EL BOLSILLO DE LOS MEXICANOS
Resulta paradójico que mientras todo el mundo afirma que Calderón hizo bien las cosas en materia macro, en la economía del bolsillo la situación resultó diametralmente opuesta.
La propia académica y politóloga mexicana Dennise Dresser asegura que "la política macroeconómica" aplicada por Calderón convirtió a México "en un archipiélago de estabilidad en medio de la crisis global" y señaló que el crecimiento económico a un ritmo relativamente bajo pero sostenido, será este año mayor al de Brasil.
Otro de los aspectos en los cuales Calderón suele ser elogiado es en materia de salud. Se ha pregonado que se alcanzó la universalidad en la atención sanitaria. Es decir, hay seguridad social para todos. Lamentablemente los servicios sanitarios son pésimos. Es decir, todos pueden disfrutar de un médico o de medicinas, pero no se explica entonces por qué casi la atención médica privada que brindan las farmacias casi iguala a la que se otorga en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Otro de los terrenos en los cuales Calderón falló fue en materia educativa, donde el gobierno de plano renunció a conducir la política en el sector y dejó esa responsabilidad en manos del sindicato y concretamente de Elba Esther Gordillo.
Pero el gran talón de Aquiles del sexenio no fue ni la pobreza, la falta de empleo, la seguridad social o la educación, sino la lucha antidrogas.
Jesús Silva Herzog Márquez afirma que Calderón se apoyó más en su "temeridad" que en su valentía, "Más que gobierno valiente, el suyo fue gobierno de valentonadas", afirma el analista político, quien considera que Calderón "incurrió en uno de los peores vicios del actuar político: la obsesión".
"Se atrevió a enfrentar a los criminales pero no se atrevió a corregir el rumbo. Su peor papel fue el de su obcecación: comandante de una guerra voluntaria", señala Silva Herzog Márquez.
En los próximos años se verá de qué tamaño será la factura que habrá de pagar.
Por supuesto, Calderón también hizo cosas muy buenas de las que puede presumir, como la reforma política que permitió por primera vez las candidaturas ciudadanas y otras formas de participación política.
En materia de comercio exterior, México se perfila como en uno de los principales exportadores a Estados Unidos para el 2018.
Se logró también la disminución en la migración a Estados Unidos, y el regreso de mexicanos que empiezan a encontrar empleo, estabilidad y seguridad social en algunas zonas al sur de la frontera, aunque por supuesto esto también se debió a la recesión económica estadounidense y a las masivas deportaciones que llevó adelante el gobierno de Barack Obama.
Hay que admitir que no siempre la violencia estuvo en ascenso. En lugares como Ciudad Juárez y Tijuana se ha reducido, pero también es cierto que eso ocurre porque los cárteles se han desplazado de esas zonas a otros sitios como Tamaulipas, Coahuila, Durango, Nuevo León, Michoacán o Guerrero.
Si hubiera que hacer un balance completo también habría que añadir que el gobierno claudicó frente a los grandes monopolios, no sólo corporaciones como Telmex o Televisa, sino también los grandes sindicatos. Fue un sexenio de contrastes, de claroscuros, un sexenio para recordar o mejor olvidar.
GRANOS DE CAFÉ
El pasado 24 de noviembre se inauguró la Feria Internacional del Libro (FIL) 2012, en Guadalajara, el evento iberoamericano más importante en su tipo a nivel mundial y comparable a la Feria de Frankfurt, cuyo país invitado este año, es Chile.
Ese mismo día se presentó en el Pabellón Chiapas de la FIL la más reciente producción editorial de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y Coneculta Chiapas, en la que destaca el libro "Bonampak. Memorias de una expedición a la Selva Lacandona de Raúl Anguiano", el cual tuve el honor de compilar y prologar.
La obra que reseña la expedición original de 1949 a la selva lacandona, de acuerdo al diario del Maestro Raúl Anguiano y que el año pasado fue recreada por un grupo de nuevos expedicionarios encabezados por Brigita Anguiano, viuda del pintor, ha sido reeditada por la Unicach en una edición bilingüe.
En la presentación, además del autor de esta columna se contó con la presencia del rector de la Unicach, Roberto Domínguez Castellanos, Angélica Altúzar, directora general del Coneculta y autoridades educativas y miembros de la Red Nacional Altexto de la ANUIES.
Ciertamente, este escenario de las letras castellanas, además de exponer las novedades literarias, también sirve para honrar a los hombres y mujeres que con su talento han dado relevancia al arte de la escritura. Es el caso de figuras de la talla de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Fernando del Paso, entre otros, quienes con su trabajo nos han llevado a soñar, meditar y reflexionar a través de las letras.
Pero así también -lo que es una prueba fehaciente que no puede obtenerse el éxito total-, lo representa el hecho de que la propia Feria haya otorgado el Premio FIL 2012 al escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, de triste memoria, cuyos blasones, si alguna vez los tuvo, quedaron opacados por la manía, casi enfermiza de plagiar cuanto texto se acomode a sus necesidades, ante la sequía literaria bastante prolongada que enfrenta el sudamericano.
Ese es un grave error por parte de los organizadores y de su directora Nubia Macías, pero más aún que de este de por sí reprobable hecho en torno a un plagiario de siete suelas, haga escarnio, como si estuviese libre de culpa, otra plagiaria como Elena Poniatowska, quien fácilmente podría integrarse a la Santísima Trinidad conformada por Bryce Echenique, ella misma y Alatriste.
Y el colmo, durante la participación de Elena Poniatowska en el homenaje que la FIL rindió a Carlos Fuentes, la escritora condenó públicamente "la falta de ética" del peruano Alfredo Bryce Echenique por las acusaciones de plagio que éste enfrenta en su país.
Tal vez por su avanzada edad, Poniatowska parece sufrir de Alzheimer, ya que olvida que también ella ha sido acusada de incurrir en plagios, como en su obra La noche de Tlatelolco, en la que "tomó" información del libro Los meses y los años, del activista estudiantil Luis García de Alba, sin darle el debido crédito. De igual manera la periodista Elvira García la ha acusado de plagiar fragmentos de algunos de sus textos.
El último traspiés de "Elenita", fue el haber atribuido erróneamente el poema Instantes a Jorge Luis Borges, lo que ocasionó que la edición entera del libro Borges y México haya sido retirada de la circulación,
Como puede apreciarse, la escritora nacida en Francia -que jamás podrá aspirar a ocupar el sitio que han dejado vacío glorias de las letras como Carlos Fuentes-, acostumbra mirar impunemente la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio, cobijada por su linaje aristocrático que motivó que García de Alba fuera despedido de La Jornada por la acusación de plagio que éste hiciera a la inescrupulosa narradora.
Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección
gentesur@hotmail.com

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