jueves, 26 de enero de 2012


Pobreza y baja alimentación hacen vulnerable a vasto sector de chiapanecos ante la influenza


Augusto Solórzano López/ASICh
Ante la vulnerabilidad de la mayor parte de la población de Chiapas, es importante referir con toda responsabilidad que todo tipo de influenza implica riesgo y que ningún caso de gripe se debe descuidar. Al contrario lo mejor es acudir al centro de salud más cercano.
Bajo reserva de ley y a título extraoficial, Chiapas lleva un registro de dos personas que pudieran ser tres, que, han fallecido por complicaciones de la influenza AH1N1 que casi por lo regular degenera en neumonía y es la que finalmente arrebata la vida.
El lunes 23 de enero, la Secretaría de Salud del Estado, confirmó los primeros 10 casos de influenza A-H1N1 de la temporada, que no fue necesaria su hospitalización de muestras tomadas en 90 pacientes sospechosos, declaró el Secretario, James Gómez Montes.
En el caso de las pandemias –que no es el caso- pero por algo empieza y ojala no avance; lo más recomendable es la prevención y aquí estamos frente a un caso de elemental prevención, sin provocar inquietud entre la población al contrario explicar.
La Secretaría de Salud en su conjunto ha dispuesto todo lo necesario procediendo a la vacunación contra la influenza A-H1N1, con enfoque a los niños, adultos mayores y sectores vulnerables como diabéticos, asmáticos y personas con VIH.
Igualmente, el sistema de salud federal empezando con el IMSS, y demás desplegaron amplia campaña de vacunación contra la influenza A-H1N1 y conforme han pasado los días el número de pacientes con enfermedades respiratorias ha crecido.
Conviene explicar que la gripe o influenza se divide en A, B y C.
Los tipos de influenza A y B son responsables de las epidemias que se presentan durante la época de invierno y son los que ocasionan los casos más severos y peligrosos.
La influenza o gripe del tipo C, generalmente produce enfermedades respiratorias leves que presentan síntomas que no ocasionan grandes molestias ni llegan a ocasionar epidemias, sin embargo cualquiera de las tres mal cuidadas, son de riesgo.
Ahora bien, la cepa viral (AH1N1) no es propiamente un virus porcino, en cambio, es una mezcla genética entre la influenza humana, el peligroso SARS o gripe aviar, y 2 cepas aisladas de gripes porcina, ambas de tipo A, lo que la hace de fácil propagación entre aves, cerdos y humanos.
El paciente atendido oportunamente no tendrá problemas y podrá pasar la enfermedad en un máximo de dos semanas, bajo condiciones de salubridad y alimentación adecuadas. El problema radica en que la mayor parte de la población susceptible no goza de esas condiciones.
De allí el llamado para que todos ayudemos al que no sabe, guiarlo a su centro médico; que se lave las manos con frecuencia, evitar a las personas enfermas, preferible guardar reposo, tomar mucha agua, usar el tapabocas y comer adecuadamente.
Con las reservas necesarias los casos más significativos podrían estar en Oxchuc y otros puntos del Estado. Los decesos fueron identificados en Tuxtla Gutiérrez y fueron atendidos bajo el régimen del Seguro Social, IMSS. Una de las víctimas, una mujer de 32 años.
La experiencia del 21 de abril de 2009 cuando se confirmó la influenza en México, nos enseñó a no descuidarnos. La contingencia tardó 14 meses y el 10 de agosto de 2010 la OMS anunció el fin de la pandemia, no sin antes dejar 19 mil muertos en el mundo.
Lo más reciente (miércoles 25), las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (SSA) reforzaron las medidas para disminuir el riesgo de contagio y propagación del virus de la influenza estacional y del AH1N1 en las escuelas de educación básica del país.
Antes el 20 de enero Pablo Kuri, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo, que se trata de influenza estacional en “prácticamente todos los estados” (333 casos de influenza A-H1N1) por lo que recomendó medidas como el lavado de manos y no automedicarse.

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