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Provoca enojo y saca mentadas de madre el gasolinazo


Augusto Solórzano López /ASICh
Estoy completamente de acuerdo con el hombre de trabajo que menea la cabeza negativamente, saca la billetera estrujada y paga 100 pesos de gasolina que el sencillo empleado de PEMEX le acaba de servir y antes de retirarse exclama “puta madre, otro gasolinazo”.
Este “madrazo” y otras expresiones de tono más subido me hicieron recorrer otras gasolineras, y los gestos, arqueo de cejas y “caras agrias” sobre todo al pagar eran y son los mismos, y el remate también: “pinche presidente”.
Que le pasa señor…inquirí: “Cómo que, qué me pasa; pues estoy encabronado…otro aumento de gasolina cabrón…y nos faltan otros cinco putos aumentos más…le parece poco o ¿usted no tiene carro?”
Sí, repuse…”entonces no se haga pendejo y…se fue…”
Pregunto a los despachadores de los carburantes y la respuesta: “Hummm...…la gente está encabronada con el gobierno y espérese tantito para que vea y escuche la bola de mentadas de madre…”
¿Cuánto tiempo tarda la inconformidad?..
“La mera verdá…es que…esto ocurre cada segundo sábado de cada mes que es cuando nos comunican que se ajustará las bombas dispensadoras de diesel y gasolinas…”.
Y luego: “Esto…baja. El lunes (por ejemplo), siguen mentando madre.. pero ya menos y luego se olvidan y todo vuelve a la normalidad…”
O sea que el enojo tarda muy poco y luego todo mundo acepta: “Pues sí…”
Y ustedes qué piensan: “Yo al menos pienso que un día la gente se va encabronar tanto que, híjole, quién sabe cómo le vaya al gobierno y a los funcionarios”.
Agrega: “Hay algunos usuarios que la verdad sí, se les ve seriamente bravos y de tener posibilidades se les nota que son capaces de todo”. “Nosotros nos callamos, pero, está cabrón…”
Debo aclarar que lo que aquí consigno es lo menos de lo mucho que escuché. Podríamos sintetizar que por cada auto que entra a una gasolinera es “un encabronado recordatorio familiar”, para el gobierno y sus funcionarios con Calderón y Ernesto Cordero en punta.
Los analistas nacionales, economistas, empresarios, clase trabajadora, pero sobre todo los primeros, consideran que la situación de la economía nacional no es de aumentos, ni de impuestos como el caso de las gasolinas.
Es de honestidad, No Corrupción, transparencia y de rendición de cuentas claras ante el pueblo de México; que el gobierno de la república deje de hacer tantas pendejadas que nadie cree y que los gobiernos de los estados hagan los mismo, porque, como dice el líder nacional de COPARMEX, Ernesto Gutiérrez Candiani, “hay estados que están endeudados hasta el copete y así, no habrá dinero que alcance”.