jueves, 19 de mayo de 2011





Punto de Vista
Mario Tassías


Las campañas electorales para elegir al Comité Ejecutivo del período 2011-2015 del Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Chiapas, SPAUNACH, inició estatutariamente el día lunes 16 de mayo. Ariosto de los Santos Cruz, Julio Ismael Camacho Solís y Juan Enrique Quintana Adriano encabezan las planillas Naranja, Amarilla y Roja, respectivamente.
Las votaciones se realizarán el lunes 6 de junio de ocho de la mañana a 6 de la tarde en las 23 delegaciones sindicales. La planilla ganadora deberá obtener en el escrutinio final 50 por ciento más uno de los 1,400 votos de los académicos. Al no haber un claro ganador, se realizaría una segunda vuelta con las dos planillas de mayor votación el lunes 20 de junio, con el mismo horario y con la emisión del resultado en ambos casos, en las próximas 24 horas después de las votaciones.
El Comité Electoral integrado por Arturo García Morales, Manuel Efrén López Echeverría y Claribel Gómez Méndez, como presidente, secretario y vocal, respectivamente, extendieron constancias de inscripción a los tres contendientes, sin observaciones. Lo cual supone que los aspirantes cumplen con los requisitos previstos en la convocatoria. Sin embargo, hay una impugnación ventilada públicamente sobre quien encabeza la planilla Naranja, porque se ostenta como candidato de la Secretaría General de la Universidad, es como el candidato oficial, por decir lo menos, contrario a lo expresado por el Rector en la cena con los académicos en el día del maestro.
Uno de los contendientes, que en su momento tendrá que probar su dicho, relaciona que el aspirante debió solicitar permiso a su centro de trabajo en la UNACH para estudiar un doctorado en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, de manera coincidente, es decir, al mismo tiempo se desempeñó como delegado en Cintalapa de una dependencia del Ejecutivo Estatal, para lo cual debió solicitar permiso tanto a la Universidad como al Sindicato, para prestar sus servicios fuera del ámbito académico, con lo cual se suspendían sus derechos sindicales, circunstancias estatutaria que en su momento debió atender el Comité Electoral.
En el terreno de las campañas en busca del voto, Ariosto de los Santos Cruz de la Planilla Naranja asume que el SPAUNACH "… ha sido corrompido y denigrado por intereses ajenos a los principios y desarrollo de liderazgo que deberían sustentar las acciones de quienes nos representan". Desde su perspectiva "… estas anomalías pueden ser resueltas con observancia de las normas de recategorización y asignación de tiempos completos, negociaciones justas, democracia y autonomía sindical, jubilación activa y rendimiento de cuentas claras".
Julio Ismael Camacho Solís de la Planilla Amarilla, impulsa el respeto y vigencia de los derechos adquiridos; mejoras notables y constantes al contrato colectivo de trabajo; suma de esfuerzos conjuntos para el desarrollo profesional y personal; integrar un sindicato académico, vanguardista organizado y participativo; estructuración de estatutos modernos y de vanguardia; estabilidad laboral para docentes de asignatura; y cuidado del patrimonio sindical.
Juan Enrique Quintana Adriano de la Planilla Roja, que encabezó el primer Comité Ejecutivo en el ya lejano 1979, plantea cuatro líneas rectoras. La primera enfocada a la Administración y gestión financiera eficaz, para mejoramiento en el nivel de ingresos y prestaciones del personal académico; la segunda para fortalecer, promocionar e incentivar a la planta docente; la tercera tiene que ver con la calidad y modernización administrativa corresponsable, contrario a la administración sindical radical, carente de compromiso institucional y falto de ética laboral; la cuarta idea rectora, justicia y renovación jurídica, se enfoca al establecimiento de un nuevo orden legal, el cual debe adecuarse a las circunstancias actuales que rigen los destinos del Sindicalismo en México.
Los aspirantes firmaron un documento de civilidad en donde se comprometen a evitar cualquier ofensa, difamación o calumnia que denigre a los candidatos, que injurien a las autoridades o que inciten a la violencia y al desorden. Sería sano que las autoridades universitarias dieran un trato equitativo a los aspirantes, para alejar las sospechas de que se apoya a uno de ellos, desde el mando administrativo y dejar con ética, que sean los académicos quienes elijan a su dirigente.

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