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Inicia asamblea ordinaria diocesana, sobre la pastoral de la tierra en SCLC


Janet Hernández Cruz
Estamos realizando nuestra asamblea ordinaria diocesana, sobre la pastoral de la tierra, al describir la situación que están viviendo las comunidades, comprobamos que no sólo sufren un cambio climático, sino que les llegan los efectos de un verdadero caos mundial, generado por el imperante modelo económico, en particular por la industrialización y la tecnología que no respetan el medio ambiente, sí lo da a conocer en su mensaje semanal, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel.
Señala que durante la reunión resaltaron temas como la compra-venta de tierras, venta de ojos de agua, madera, contaminación de ríos, de agua, aumento de basura por plástico, bolsas y latas que tapan los drenajes, la existencia del consumismo de productos desechables y de refrescos embotellados, así también, que no se separa la basura orgánica e inorgánica.
Manifiesta que se continúa con la deforestación de árboles y las quemazones, "hemos acabado con algunas plantas medicinales, con especies de animales y verduras con el uso de químicos, buscamos producir más para ganar dinero, no tanto para comer, la reconversión agrícola aumenta las ganancias, pero se dejan de producir maíz y frijol, base de la alimentación popular, la ambición del dinero causa enormes estragos ecológicos, debido al uso de los agroquímicos aumenta el cáncer y otras enfermedades, como leucemia, viruela, vómito, diarrea, diabetes".
Arizmendi Esquivel, recalca que otros de los puntos tratados en la asamblea es que se están destruyendo los cerros por la explotación de los bancos de arena, que gente desconocida llega a tomar muestras de tierras y agua, con autorización de instancias federales.
Por tales motivos, indica que propusieron pensar primero en el autoconsumo y luego en el mercado; evangelizar a los de arriba, ya que son ellos quienes causan tantos estragos; impulsar cursos de abonos orgánicos; concientizar sobre el cuidado de la madre tierra, del agua, de los manantiales y de los cerros; defender las semillas criollas; poner barreras vivas, sembrando árboles o plantas en los bordos.
Finalmente monseñor recalca que es importante recoger basura y separar lo orgánico de inorgánico; evitar desechables, comida chatarra y quema de rozaduras; disminuir uso de químicos, dejar descansar la tierra y reforestar; promover colectivos de producción, hortalizas orgánicas y mercados orgánicos, recuperar el trueque y el trabajo en común así como el usar estufas y hornos ahorradores de leña.