martes, 8 de marzo de 2011

Punto de Vista
Mario Tassías


Ellas están en todo. Por los siglos de los siglos han estado ahí. Siempre presentes, siempre vigentes. Sin ellas, el mundo no sería mundo. A lo mejor otro tipo de sociedad, si es que existiera.
No son medias naranjas, son todo el naranjal. Lo que muchos no hemos entendido, es que es un entero que mueve al mundo y las más de las veces, le hace girar en torno suyo. Tampoco hemos entendido que la degustación no basta. La vida ha pasado, con a sin sentido. Se nos ha hecho tarde para valorarlas. Aunque por siempre, nos perdonan el olvido. Para entender, como Antonio Machado que uno no es hombre, hasta que oye su nombre de labios de una mujer. Una mujer puede cambiar la trayectoria vital de un hombre. Sin la mujer, la vida es pura prosa, expresaba Darío.
Contrario a lo que explicaba Shakespeare, de que la "fragilidad tiene nombre de mujer", ellas muestran mayor entereza ante la inestabilidad de la existencia. Frágiles nosotros, sobre todo cuando los caminos se cierran en la soledad y nos agarramos de sus manos, para no sentirnos solos. Cuando nos enganchamos a su entrega para multiplicarnos. Cuando nos aferramos de su fortaleza para seguir creciendo.
Ocurre que la publicidad, necesaria compañía que sublimina el entendimiento, contribuye todos los días a convertirlas en objeto carnal. Sucede que enaltecerlas solo por su físico termina en el mismo momento que empieza. Creamos oropel en torno suyo, que se rompe al primer contacto. No sé, a cada quien según su punto de vista, las idealizamos en torno a sus atributos físicos, con la oquedad de alma y espíritu. Habrá quien la eleve al altar máxima de su admiración.
Ellas están ahí, han estado siempre, son compañeras, amigas, amantes, esposas, mamás, hermanas, tías, sobrinas. Feliz día internacional de la Mujer.
Otros Puntos… En 1910 se declara al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, conmemorándose por primera vez en 1911 cuando más de un millón de mujeres asisten a mítines demandando el derecho a votar, ocupar cargos públicos, a la enseñanza vocacional, así como a trabajar y el fin de la discriminación en el trabajo. Fue hasta 1975 cuando, en el marco de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) formaliza su instauración con el siguiente enunciado: "La mujer es un miembro activo y con plenos derechos, y a la vez parte importante para el desarrollo de los pueblos". Desde ese momento, cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Por lo anterior, en vísperas de esta fecha y a cien años de su primera celebración, el INEGI presentó una selección de datos socio demográficos sobre la población femenina en México. Aquí una síntesis: De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, en México hay 57.5 millones de mujeres y 54.9 millones de hombres; La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica ENADID 2009 revela que en el periodo 2004-2009, 45.1% de las mujeres de 15 a 49 años reportó al menos un embarazo; 97.3% de éstas tuvo revisión prenatal; En ese lapso, más de la cuarta parte de las mujeres de 45 a 49 años que se embarazó experimentó una pérdida antes de que el producto fuera viable; Una de cada seis de las muertes femeninas totales es a causa de la diabetes; En los últimos 30 años, sólo cinco mujeres han gobernado alguna entidad federativa (Colima, Tlaxcala, Yucatán -en dos ocasiones- y Zacatecas), y una encabezó el gobierno del Distrito Federal; En 2009, a nivel estatal, la tasa de homicidios de mujeres más alta se registra en el estado de Chihuahua 13.1 por cien mil, así como los estados de Baja California, Guerrero, Durango, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas… A más de cien años, que las mujeres han pedido el fin de la discriminación y que las mujeres tuvieran los mismos derechos que los hombres a trabajar, a votar y a decidir el futuro de sus países, persisten gran parte de los problemas. Las mujeres tienen muchas más probabilidades de ser pobres. En muchos países, se les dice lo que pueden hacer, incluso cómo vestir. Si defienden sus derechos, se les acosa, detiene, tortura... En los últimos dos meses, millones de personas han salido a las calles en Oriente Medio y el Norte de África para reclamar reformas y el fin de la represión política. Y a nadie extraña que las mujeres se manifestaran con los hombres. Como ellos, han sufrido falta de libertades, pero además, han padecido leyes discriminatorias y una desigualdad de género profundamente arraigada. Muchas personas empiezan ahora a mirar con esperanza al futuro, pero aún está por ver cuánto va a cambiar la vida para las mujeres. La promesa de cambio sólo se hará realidad si se les escucha. Amnistía Internacional está reuniendo a mujeres y hombres de todo el mundo para detener la discriminación y la violencia contra la mujer. Únete hoy a las personas que creemos de verdad en la igualdad. Rompamos el silencio. Gracias una vez más, Esteban Beltrán Director Amnistía Internacional - Sección Española. Hasta la vista.

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