jueves, 23 de septiembre de 2010


*La colonial San Cristóbal de Las Casas vio una vez más sus calles envueltas de alegría, ruido y colorido al celebrarse la mañana de ayer el Anuncio de la fiesta de la Virgen de la Merced


Todo un acontecimiento el anuncio de la Fiesta de la Merced


ALBERTO HERNÁNDEZ
La colonial San Cristóbal de Las Casas vio una vez más sus calles envueltas de alegría, ruido y colorido al celebrarse la mañana de ayer el Anuncio de la fiesta de la Virgen de la Merced, con el tradicional recorrido que año con año realizan los habitantes del barrio en la víspera de su fiesta, donde cientos, quizá miles de hombres, mujeres y niños fortalecen una de las tradiciones más representativas de la ciudad.
En esta festiva procesión participan los “esclavos” y “cautivos” de la Virgen de La Merced, cuyos cargos establecidos se van transmitiendo por encargo entre las familias católicas, de igual manera que cientos de devotos caminan junto a la virgen seguidos de bandas de música y los disfrazados, mejor conocidos como los “panzudos de La Merced”, quienes animan esta celebración.
Los esclavos
Librado Ruiz Zuart, quien durante siete años formó parte del grupo de esclavos mercedarios, detalló en entrevista para CIUDAD REAL que “son cerca de 40 quienes actualmente conforman el grupo de esclavos y es este mismo grupo el que se encarga de llevar cargando hasta adelante a la virgen durante el recorrido; mucha gente entra al grupo de mercedarios por promesa y otros, como en mi caso, estamos por devoción, porque nos gusta y queremos participar y apoyar en la fiesta; lo más importante de estar aquí es la devoción y la fe que se tengan”.
“Los esclavos van vestidos con un pantalón de manta que se manda a hacer con una costurera, y junto con los huaraches y el huipil, el cual tiene una imagen de la virgen al frente y la figura de la iglesia en la parte de atrás, tienen un costo aproximado de 300 pesos, pues debajo del huipil, se puede llevar una playera sencilla, por lo que no es una vestimenta muy costosa”, añadió.
La fiesta se celebra el 24 de septiembre pero las actividades dan inicio dos días antes (22 de septiembre) con una procesión en la que la imagen sale a recorrer las calles de San Cristóbal y debe visitar siete casas del grupo de esclavos mercedarios, según dicta la tradición que se realiza año con año; “las siete casas donde se reciba a la virgen deben pertenecer a esclavos que tengan por lo menos de cuatro años en adelante en el grupo, mientras tanto no puedes tenerla en casa, a menos de que una familia lo solicite porque tenga alguna situación muy difícil, una necesidad o un enfermo en casa”, indica.
La Fiesta
Fue alrededor de las 10:00 de la mañana que cerca de 2 mil fieles, principalmente del Barrio que lleva su nombre, además de San Ramón y demás lugares, participaron en la celebración y se reunieron en el “Puente Blanco”, antigua puerta de entrada a San Cristóbal de Las Casas, para que junto a su patrona, iniciaran el recorrido por las principales calles de la ciudad.
“El recorrido comienza a las diez de la mañana, en donde el sacerdote recibe a la virgen y después de dar la bendición puede arrancar el desfile o peregrinación por las calles principales, en un recorrido que dura aproximadamente entre dos y tres horas”, explica a Mirada Sur el antiguo esclavo mercedario, quien agrega que “los participantes se dirigen de la Merced al barrio de Guadalupe, donde se hace un descanso; de aquí unos van al parque, otros al mercado, donde se toma otro pequeño descanso para terminar de nuevo en el Puente Blanco”.
Hombres, mujeres y niños de todas las edades se reúnen ataviados en coloridos trajes que esconden una “cámara” de llanta inflada y ocultan su identidad en graciosas o tenebrosas máscaras de látex; Salinas de Gortari o Felipe Calderón; Obama o Bush; el Místico o el Hijo del Santo; Shrek, Spiderman, el subcomandante Marcos, Bin Laden, abuelitas, hadas, calaveras y hasta el “Chupacabras”, son parte de la infinidad de personajes que bailan y contagian alegría a propios y extraños.
“Payasos y panzudos disfrazados de La Merced, San Ramón y otros lugares participan en nuestro recorrido, por lo que es la fiesta con el contingente más grande de la ciudad en cuanto al desfile; es donde llegan más personas de todos los barrios, superada en número de quienes acuden a la fiesta sólo por la de la virgen de Guadalupe porque en ésta se presentan muchas peregrinaciones de otros lados, lo que no sucede con la virgen de la Merced; a los payasos se les permite incluso llevar y tomar licor, no así con los esclavos y quienes se encuentran en la parte delantera donde se transporta a la virgen, en este caso está prohibido; al fin de cuantas ellos alegran la fiesta y los gastos de toda la celebración corren por cuenta de los 40 esclavos mercedarios”, concluye.

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