Exhorta Ricardo Aguilar Gordillo optar por otras alternativas de educación superior
Cosme Vázquez/ASICh
Cerca de mil espacios a normalistas de nuevo ingreso se ha dado en las escuelas Normales, Trabajo Social y Enfermería, lo cual no es poco, sino mucho considerando las pocas oportunidades de empleo que en el futuro tendrían, sostuvo el secretario de Educación en Chiapas, Ricardo Aguilar Gordillo.
Se pronunció porque en el futuro inmediato aquellos muchachos que quieran entrarle al normalismo lo hagan por tener verdaderamente vocación, porque cada vez más la posibilidad de tener empleo son escasas.
Enfático dijo que en la educación en Chiapas se requiere de gente con vocación y con pasión para sacar adelante los rezagos ancestrales que se tienen en el sector.
Aguilar Gordillo reflexionó que al normalismo deben entrar solo aquellos que tengan la vocación y no solo por buscar una chamba, porque para empezar no hay cupo en las escuelas normales y luego ya no estamos egresando con trabajo asegurado. Consideró que los jóvenes deben ir analizando otras oportunidades de educación superior, sobre todo ahora que se cuenta con carreras novedosas que prometen cubrir necesidades de los sectores productivos.
En tanto, destacó que el gobierno del estado ha invertido sin precedentes en educación, ampliando la cobertura de educación superior con la presencia de las universidades públicas en varias regiones.
Los jóvenes deben informarse previamente de las carreras nuevas que se tienen con alta pertinencia, en donde se tienen más espacios y en un gran número de municipios de la entidad.
El secretario de Educación anotó que ya no debe re cargarse solamente en el área de la pedagogía la demanda de educación superior, porque para empezar se dejen de aprovechar espacios en las universidades públicas y por otro lado se sobrecarga en donde se reducen cada vez más las posibilidades de empleos.
Hay que aprovechar a las universidades públicas con que contamos en Chiapas en la Selva, Sierra, Norte, Costa, Soconusco, Mezcalapa y Centro del estado.
En tanto, este jueves los aspirantes de nuevo ingreso buscaban sus nombres entre las listas de alumnos aceptados en las escuelas normales, de trabajo social y de enfermería, y lo triste es que la gran mayoría terminó con sentimientos encontrados al no aparecer entre los que obtuvieron los más altos puntajes de calificación.
Se pronunció porque en el futuro inmediato aquellos muchachos que quieran entrarle al normalismo lo hagan por tener verdaderamente vocación, porque cada vez más la posibilidad de tener empleo son escasas.
Enfático dijo que en la educación en Chiapas se requiere de gente con vocación y con pasión para sacar adelante los rezagos ancestrales que se tienen en el sector.
Aguilar Gordillo reflexionó que al normalismo deben entrar solo aquellos que tengan la vocación y no solo por buscar una chamba, porque para empezar no hay cupo en las escuelas normales y luego ya no estamos egresando con trabajo asegurado. Consideró que los jóvenes deben ir analizando otras oportunidades de educación superior, sobre todo ahora que se cuenta con carreras novedosas que prometen cubrir necesidades de los sectores productivos.
En tanto, destacó que el gobierno del estado ha invertido sin precedentes en educación, ampliando la cobertura de educación superior con la presencia de las universidades públicas en varias regiones.
Los jóvenes deben informarse previamente de las carreras nuevas que se tienen con alta pertinencia, en donde se tienen más espacios y en un gran número de municipios de la entidad.
El secretario de Educación anotó que ya no debe re cargarse solamente en el área de la pedagogía la demanda de educación superior, porque para empezar se dejen de aprovechar espacios en las universidades públicas y por otro lado se sobrecarga en donde se reducen cada vez más las posibilidades de empleos.
Hay que aprovechar a las universidades públicas con que contamos en Chiapas en la Selva, Sierra, Norte, Costa, Soconusco, Mezcalapa y Centro del estado.
En tanto, este jueves los aspirantes de nuevo ingreso buscaban sus nombres entre las listas de alumnos aceptados en las escuelas normales, de trabajo social y de enfermería, y lo triste es que la gran mayoría terminó con sentimientos encontrados al no aparecer entre los que obtuvieron los más altos puntajes de calificación.
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