Editorial
La agresividad y atentados que se han generado en contra de los comunicadores y que han cobrado victimas de compañeros en el desempeño de sus funciones ya es añeja. Hace falta mucho para recibir el apoyo y protección para los periodistas, lo mismo que garantizar la libertad de expresión, a pesar que desde hace un año la Secretaría de Gobernación emitió el Decreto, de la ley para la protección de personas defensoras de los derechos humanos y periodistas, que con sus informaciones busca proteger, promover y garantizar las garantías fundamentales de este sector, la realidad apunta que nuestro País sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer la profesión de informar, vemos que en las instalaciones del rotativo "El siglo de Torreón" ya ha cobrado su primera víctima, esto nos demuestra la falta de seguridad a quienes nos dedicamos a este trabajo que es el de informar lo que acontece en nuestro territorio nacional, estos hechos de atentados fenómeno que no puede escapar ninguno de nosotros, quienes vivimos en zozobra.
En México hace falta mucho para contar con una verdadera política de estado para proteger a periodistas y para garantizar la libertad de expresión y el ejercicio periodístico de miles de medios de comunicación que a pesar de la llegada del Presidente Peña Nieto, se continua sin defensa y seguimos sufriendo ante los estragos de un panorama de violencia que no está lejos de lo que se vivió durante el sexenio de Felipe Calderón. Es por esto que de ninguna manera se puede continuar siendo víctima del clima de violencia, es por esto que pedimos que tanto el Gobierno Federal como el Gobierno Estatal, nos busque las garantías fundamentales para seguir en el desempeño de nuestras actividades.