La semana pasada hubo fumata bianca, emanando de la chimenea de cobre instalada sobre la cúpula de la catedral de San Pedro, en el Vaticano. Habemus Papam, proclamó un dignatario en el balcón principal y luego se supo que quien había sido elegido por los cardenales como el sucesor de Benedicto XVI era el arzobispo argentino Jorge Mario Bergolio, quien en adelante será conocido simplemente como el Papa Francisco, en honor de San Francisco de Asis, una de las figuras religiosas más cercanas a los pobres.
Eso es o que se espera que sea el nuevo Pontífice, un hombre próximo a los desheredados. En Argentina le conocían como el “Papa Villero”, porque solía visitar con frecuencia las “Villas Miseria” o barrios marginales de los alrededores de Buenos Aires, para hablar con la gente necesitada.
No es un Papa al que le guste codearse con los poderosos, ni amante de las comidas gourmet y vinos caros. Aunque no puede evitar vivir en medio del boato, vestir ropajes demasiado elegantes y rodeado de seguridad, el nuevo jefe de la Iglesia católica representa una esperanza de que renovará a esta milenaria institución, hasta convertirla en una más representativa de la gente común y no de las élites.
Por lo menos, ha comenzado a dar muestras de que es un hombre sencillo, que detesta toda la parafernalia que implica ser la cabeza de la monarquía absoluta representada por el Vaticano.
Por ejemplo, el día de su entronización descendió del papamóvil y saludó a un enfermo. También puso en aprietos a su equipo de seguridad cuando en medio de la multitud reunida en la plaza de San Pedro luego de la misa donde fue ungido, se acercó a la gente y se dio un baño de multitud, saludando de mano a los fieles.
Cuando se encontró con la presidenta de su país, Cristina Fernández -quien por cierto fue una de sus adversarias políticas cuando era cardenal-, le dio un beso en la mejilla. “Es la primera vez que un Papa me da un beso”, dijo sonriente la mandataria, todavía sin reponerse de la emoción.
Lo cierto es que desde Juan Pablo II, -el Papa carismático llegado de la fría Polonia, cuya influencia contribuyó decisivamente a derrumbar el Muro de Berlín y poner término a la guerra fría-, el Vaticano no contaba con un prelado tan seductor. Hasta los judíos están fascinados por el nuevo Papa, al grado que en la sinagoga de la Congregación Israelita argentina se tocó el Ave María.
Los mexicanos también se regocijan de que haya un Papa latinoamericano por primera vez. El presidente Enrique Peña Nieto anunció que lo invitará a visitar el país apenas su agenda lo permita. Un grupo de sacerdotes mexicanos armaron un grupo de mariachis y le tocaron música de este tipo durante los festejos previos a la entronización del Papa Bergoglio.
Los propios italianos -que suelen ser tan chauvinistas-, han aceptado a Francisco como si fuera un papa italiano y por supuesto que cuenta el hecho de que es descendiente de italianos.
Por ello, los expertos no dudan en calificarlo como “el papa de la gente y del pueblo, un Papa bueno con el cual la Iglesia puede estar más cerca de los fieles”.
Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, aseguró que con Francisco renace la Iglesia de la Misericordia, una Iglesia que parecía terminada, pero que ahora se le nota un polo de gran esperanza. “Es sorprendente ver cuántas personas hay con Francisco y estoy convencido de que el Papa podrá hacer, porque se dirige a todas las dificultades, como cristiano, con sencillez y convicción”, agregó.
Los propios fieles italianos reconocen que su tarea no será fácil en una iglesia sacudida por escándalos, corrupción y pederastia.
¿Y qué decir de los argentinos? Todavía más chauvinistas que los italianos, están que no se la acaban con la noticia de que uno de ellos había subido al trono de San Pedro. Lamentablemente es un Papa que también ha desatado la polémica por su supuesto papel frente a la dictadura militar de los años 1976 a 1983.
El periodista Horacio Verbitsky escribió en 2005 el libro “El Silencio”, donde afirma que Bergoglio fue colaborador del dictador Jorge Rafael Videla y ayudó a encarcelar a 2 sacerdotes jesuitas, Francisco Jalics y Orlando Yorio. Verbitsky, que es un hombre cercano a la presidenta Cristina Fernández, está causando mucho ruido y agitando las aguas.
LO DEFIENDEN FIGURAS LEGENDARIAS DE LA IZQUIERDA ARGENTINA
Sin embargo, lo que llama la atención es que, contra lo que se podría esperar, hay figuras respetadas -como Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, también de la izquierda argentina-, que lo defienden y ponen en duda las acusaciones.
“En lugar de estar pensando en que es el primer Papa latinoamericano y que es un hombre que acompañó a los pobres, se busca atacarlo ¿cuáles son las razones? Que el gobierno argentino tiene una mala relación con él”, dijo el activista, que estuvo varios años en prisión durante la “guerra sucia” en Argentina.
Pérez Esquivel señaló que no sabe cuáles son las intenciones de Verbitsy, pero afirmó que “esto no le hace bien a nadie”. El laureado luchador social reconoció que hubo obispos cómplices y aseguró poder dar los nombres de muchos de ellos, pero afirmó que “no es el caso de Bergoglio”.
El propio brasileño Leonardo Boff, exponente de la Teología de la Liberación y un verdadero referente de la llamada “Iglesia de los Pobres” -a quien de cualquier cosa se le puede acusar menos la de tener simpatías con la posición oficial del Vaticano-, manifestó que no le constan las denuncias que acusan al Papa Francisco de complicidad con la dictadura militar argentina.
“Tampoco quiero saber más sobre eso, no estoy interesado ahora en ello”, dijo Boff, quien recuerda haber conocido a Bergoglio a comienzo de los años 70 y lo describe como un hombre de “mucha espiritualidad, un jesuita muy estudioso, de buen nivel cultural”.
Leonardo Boff dice que no tiene mucho sentido definir a Bergoglio como alguien progresista o conservador y destaca que la elección del nombre Francisco, “fue muy feliz”.
Por supuesto que se puede acusar al nuevo Papa de ser conservador y de estar contra los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Y qué cura no lo está? Aún los representantes de la Teología de la Liberación como Raúl Vera o el ya fallecido Samuel Ruiz estaban en desacuerdo con los matrimonios del mismo sexo y contra el aborto.
La verdad es que Bergoglio ha sorprendido a todos y abre una esperanza de que la Iglesia desandará el camino de la arrogancia y la altivez, para convertirse en una institución más cercana a la gente común.
Lo mejor de todo es que no es un Papa convencional. No será una marioneta de la Curia Romana, esa verdadera mafia que mueve los hilos del poder en el estado más pequeño del mundo. Él está llamado a convertirse en una figura histórica pues podría ayudar a evitar que la Iglesia católica siga su tendencia hacia la autodestrucción.
Lamentablemente es un hombre de salud frágil. No tiene un pulmón y es de edad avanzada (tiene 76 años). Quizá sea como Joseph Ratzinger un “Papa de transición”, pero sin duda dejará una huella indeleble a su paso por la silla de San Pedro.
México, segundo país más católico del mundo, podría verse beneficiado por la influencia positiva de este nuevo papa latinoamericano, cuyas ideas seguramente chocarán con las de la mayoría de los obispos de nuestro país.
Asimismo, es de esperarse que viaje pronto a estas tierras y entre en contacto con los católicos mexicanos, que desean conocerlo ya.
GRANOS DE CAFÉ
…Los grupos de autodefensa de ninguna manera pueden considerarse legales ya que la seguridad pública es potestad del Estado, hecho que contradice totalmente su propia existencia y aún las posiciones de dirigentes sociales como Javier Sicilia quien pide legalidad y pretende violentarla al defender la existencia de estos grupos armados, cuya fácil asociación con el narcotráfico y el crimen organizado ya quedó probada en Michoacán, con la detención de un grupo que resultó estar financiado por el cártel de Los Caballeros Templarios.
De acuerdo con Monte Alejandro Rubido García -próximo secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, quien compareció ante la Comisión de Seguridad Pública del Senado de la República-, la Constitución mexicana no deja espacio para argumentaciones en favor de los grupos de autodefensa: El Estado es el único que tiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza.
Si bien es cierto que muchos municipios en importantes ciudades del país están dominados por bandas del crimen organizado -como el caso de Tamaulipas-, también es cierto que hay entidades que han sido estigmatizadas como inseguras, cuando sus sociedades todavía viven con un alto margen de seguridad, como el caso de la ciudad de Monterrey, donde sus habitantes realizan sus actividades en forma habitual, sin que ello necesariamente implique el hecho de mantenerse al margen de la acción de grupos delincuenciales.
En los hechos hemos probado que en Monterrey no se vive la psicosis que a diario publicitan muchos medios de comunicación, y aunque naturalmente no se vive plenamente la normalidad social, dista mucho de ser como en Tamaulipas, donde muchas de sus ciudades como Matamoros, Reynosa, Laredo, entre otras, tienden a convertirse en pueblos fantasma, ya que la población urbana y rural literalmente ha abandonado sus casas, negocios y empresas.
Donde también se vive un clima de violencia extrema que ha llevado precisamente a la proliferación de los grupos de autodefensa civil, es en Michoacán, donde el gobernador Fausto Vallejo, desde su llegada al poder, ha lidiado con este gran problema.
Fausto Vallejo -al retomar sus actividades después de 11 días de ausencia en el que se atendió de algunas dolencias que ameritaron estudios médicos especializados-, manifestó que realizará cambios en su gabinete, muy probablemente en el de seguridad, ya que el acoso del crimen organizado, especialmente de los cárteles de la droga en gran parte del estado ha llevado a la proliferación de los grupos de autodefensa ciudadana, cuya en casi la totalidad de los casos, incuestionablemente es ilegal.
Habrá que concederle más tiempo a las autoridades federales y locales para que la nueva estrategia de combate a la inseguridad rinda sus primeros frutos y colaborar con las autoridades en todo lo posible para rescatar a México de la vorágine de violencia que lamentablemente vivimos.
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