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Expulsan a evangelicos de Yashtinin y se
refugian en San Cristobal de Las Casas

Jesús Felipe Hernández Hernández, vocero de los desplazados, dijo que desde el domingo las autoridades comunitarias no les permitieron ni dar una explicación, simplemente les dijeron que tenían tres días para abandonar sus casas, entre amenazas de que iban a ser amarrados, quemados y las mujeres violadas.

ALBERTO HERNÁNDEZ
FAMILIAS evangélicas de la comunidad Yashtinín, municipio de San Cristóbal de Las Casas, huyeron de su lugar de origen y se refugiaron en un albergue, luego de que, por problemas de intolerancia religiosa, católicos tradicionalistas causaran daños en sus domicilios.
Entrevistados en las instalaciones del Centro Comunitario La Albarrada, ubicado en la ciudad de San Cristóbal, donde están refugiados, los desplazados informaron que el problema inició el pasado domingo 10 de junio cuando los tradicionalistas los encerraron en una cárcel por profesar la religión evangélica.
Después de haber estado rezando en una casa, fueron metidos a la cárcel de donde salieron hasta el otro día, tras haber sido obligados a firmar un documento donde por "voluntad" aceptaban salir de la comunidad, aclarando que como habitantes han estado cumpliendo con las cooperaciones que les han exigido.
Jesús Felipe Hernández Hernández, vocero de los desplazados, dijo que desde el domingo las autoridades comunitarias no les permitieron ni dar una explicación, simplemente les dijeron que tenían tres días para abandonar sus casas, entre amenazas de que iban a ser amarrados, quemados y las mujeres violadas.
Los evangélicos manifestaron que la expulsión ocurrió por cuestión religiosa, "nosotros somos cristianos y las autoridades no quieren que tengamos otra religión, pero vemos que sí cumplieron sus amenazas porque al tercer día nos obligaron salir, fue de noche, porque nos dio miedo seguir en la comunidad".
Las casas fueron derribadas con hachas, piedras, marros y demás objetos con los que también dañaron los enseres domésticos, productos para la cocina, además quedaron la ropa, los animales de corral, herramientas de trabajo y tierras con siembra de maíz y frijol, "no pudimos sacar nada con las amenazas, ya que nos quitaron la luz y no sabemos qué va a pasar con nuestro programa de Oportunidades".
A continuación la relación de los afectados que resultaron con sus viviendas dañadas de Yashtinín: Jesús Felipe Hernández Hernández (3 casas destruidas de madera y lámina), Pedro Cruz Bolóm (3 casas de madera y láminas destruidas), Santiago Hernández Vázquez (2 casas de madera y láminas), Alejandro Cruz Bolóm (3 casas de madera y láminas destruidas), Abundio Sánchez Sánchez (2 casas de madera y láminas, y una casa de losa, destruidas), José Moshán Ara (3 casas de madera y lámina, y una casa de teja), Leobigaldo Vázquez García (3 casas de madera y lámina y una de teja).
Los evangélicos responsabilizaron de los daños al Comisariado Ejidal, Francisco Vázquez Sántiz; al Agente Rural, Antonio Delfino de la Cruz Martínez; así como a los tradicionalistas Ismael Santiz Hernández, Ramón Muñoz Vázquez, Teodulfo Carpio Vázquez, Isabel de la Cruz García, Jesús Dolasco Muñoz, Jacinto Hernández Muñoz, Felipe Muñoz Vázquez, Víctor Muñoz Vázquez, Faustino Vázquez González, Agripino Martínez Lara, Adán Hernández Muñoz, Reynaldo Carpio González, Adolfo Vázquez González, Carlos Pérez González, Matildo Martínez Bermúdez, Venancio Martínez Bermúdez, Gilberto Lara Pale, Aquiles Sántiz Hernández.
El pastor Esdras Alonso dijo que es urgente que intervengan las autoridades estatales "porque ya hace mucho tiempo que se están cometiendo estos atropellos en los ejidos; pedimos que tomen cartas en el asunto". Hizo un llamado a las autoridades a que se garantice la libertad de credo y la seguridad de las familias.
En entrevista, Esdras Alonso indicó que a los evangélicos, las autoridades locales de Yashtinín los obligaron a firmar un documento, el cual ni copia les dieron, como una forma de "aceptar" voluntariamente que ya no practicaran su religión, "pero eso es totalmente fuera de la ley, es inaceptable que todavía se den estos casos, por eso acudieron a la Fiscalía de Justicia Indígena a demandarlos".
Aclaró que a los evangélicos que estuvieron retenidos "no pueden acusarlos de delito alguno, pero los caciques siempre han estado en contra de que los evangélicos profesen una fe diferente, entonces es una situación de intolerancia religiosa, porque hay otras comunidades de San Cristóbal donde los evangélicos tienen cortados los servicios de agua y luz y esperamos que esto se resuelva".
Expuso que los problemas o "malos ejemplos" de intolerancia religiosa que se han registrado en las comunidades de Los Llanos, municipio de San Cristóbal, de Chilil, municipio de Huixtán, han sido utilizados para atropellar a los evangélicos como no se ha actuado conforme a la ley y no se ha garantizado la libertad de credo, también en Yashtinín se han tomado acciones en contra de evangélicos.