viernes, 20 de enero de 2012
El uso indiscriminado de semillas transgénicas en el país y la falta de una ley que lo prohíba, ha puesto en un verdadero peligro la producción orgánica en Chiapas
ALBERTO HERNÁNDEZ
El uso indiscriminado de semillas transgénicas en el país y la falta de una ley que lo prohíba, ha puesto en un verdadero peligro la producción orgánica en Chiapas y, en especial, a miles de productores de miel.
Así lo denunció Armando Torres Flores, coordinador de la sociedad civil Mieles del Sur en San Cristóbal de Las Casas, quien acusó que, de acuerdo con diversos estudios realizados por la organización, “desde hace uno o dos años, se habría aprobado en la zona de la costa de Chiapas la siembra de maíz transgénico y de ser así, esto nos afectaría en la producción de miel”.
En entrevista para el Sie7e de Chiapas, explicó que desde el pasado 9 de noviembre de 2011, por iniciativa de la Organización Nacional de Apicultores (ONA), se sostuvo una reunión en México con diputados federales para hablar acerca de los organismos genéticamente modificados y su impacto en la apicultura, porque “vemos que el problema es que desde el 2010, la Secretaría de Agricultura ha venido autorizando a diversos laboratorios internacionales, como Monsanto y otros, la siembra de semillas transgénicas”.
El objetivo principal de utilizar estas semillas que vienen de laboratorio, dijo, es “crear resistencia contra las plagas, pero hay una especie de cruce; todas estas semillas que florecen, tienen polen, y éste es un polen químico que llega a impactar en el polen criollo o natural, ocasionando que en lugar que haya mayor rendimiento de mango, café o lo que queramos polinizar, disminuya la producción por ser una sustancia química”.
Además, reveló que en septiembre del año pasado, los europeos aprobaron una ley para la detección de polen transgénico, especialmente en la miel, porque “es un polen que no va a favorecer al ser humano en proteínas o nutrientes, por el contrario, puede perjudicarlo”, advirtió.
Torres Flores lamentó que a partir de esta ley, se corre el riesgo de que los productores chiapanecos no puedan comercializar con países como Alemania, porque “los europeos no quieren sustancias químicas en la miel, mucho menos el polen; de hecho, en Mieles del Sur nos acaban de informar que un contenedor nuestro tiene polen transgénico, cosa que no creemos y estamos en discusión, definitivamente es una especulación porque somos orgánicos y trabajamos en zonas libres de transgénicos, estamos produciendo miel orgánica”, aclaró.
Lo que sí se pudo confirmar, dijo, es la presencia de soya transgénica en la zona de la península, en los estados de Campeche y Quintana Roo; “en cuanto a la miel, hubo un caso de un compañero en Campeche, que envió a Alemania unas 40 toneladas y le dijeron que su producto tiene polen transgénico, lo que implica que no le paguen, sea pérdida total y se afecte a cientos de familias, porque de no pagarles, se están perdiendo unos 800 mil pesos”, precisó.
El representante de la Sociedad Civil indicó que, afortunadamente, no se ha confirmado la presencia de soya ni de maíz transgénico en Chiapas, “al parecer se dio una concesión al laboratorio Monsanto en la zona de la costa, como programa piloto, no se sabe de cuántas hectáreas, pero son informaciones que se manejan a escondidas y los pactos no se dan a conocer”, mencionó.
Sin embargo, insistió en que existe mucha preocupación en los productores chiapanecos, porque “parece que a las autoridades no les interesa lo que está pasando, no les cae el veinte de lo que se avecina; se debe retomar el tema y difundirlo entre la sociedad y los mismos productores; también debemos rechazar totalmente todo pacto de la SAGARPA con cualquier laboratorio”, afirmó tajante.
Armando Torres Flores aseguró que sembrar productos transgénicos no representa ningún futuro para nadie, porque según un estudio agroquímico presentado en la pasada reunión, “representa graves riesgos de salud, sobre todo para los niños; es un problema que no veremos de inmediato pero sí a largo plazo”, alertó.
Ante esta situación, hizo un llamado a la población a que rechace totalmente los productos transgénicos; “los invitamos a consumir productos orgánicos, pero cuando esté comprobado que lo son, que estén debidamente certificados, porque hay muchos que presumen serlo y en realidad no es así”, indicó.
Precisó que Miles del Sur cuenta con 200 apicultores orgánicos y en la entidad hay un aproximado de 4 mil 500, entre convencionales y orgánicos, y son precisamente los últimos los que se ven más golpeados con la introducción de semillas transgénicas.
“Rechazamos totalmente los productos transgénicos, somos siete organizaciones, cinco de Chiapas y dos de Oaxaca que vamos a luchar hasta las últimas consecuencias, vamos a dar batalla hasta donde lleguemos porque en este caso, son 200 familias afectadas, no nos queda de otra más que luchar porque están metiendo esas semillas y no hay que permitirlo”, sostuvo.
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