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Se enfrentan a pedradas en plena calle del centro de Tuxtla Gutiérrez en disputa por la CTM

Gilberto Díaz López /ASICh
Cinco minutos de violencia se registraron la tarde de este día lunes en la ciudad capital de Tuxtla Gutiérrez, protagonizado por grupos antagónicos al interior de la Federación de Trabajadores del Estado de Chiapas, CTM, encabezados por Saúl Martínez Martínez y Martin Aquino, y el grupo de María de Jesús Olvera Mejía y Felipe Mimiaga Méndez, quienes pretenden por sobre todas las cosas, el poder político y económico a través de este sector obrero en el estado de Chiapas.
Todo comenzó desde la mañana cuando Martínez Martínez y Aquino Palacios convocaron a indígenas de San Juan Chamula y obreros de diversos municipios, entre estos vándalos de esta ciudad capital, con el fin de presionar a las autoridades del gobierno del estado, ya que al momento de estos hechos de violencia se mantenía una reunión de trabajo con diversos representantes de sindicatos adheridos a la FETECH con el secretario de General de Gobierno, Noé Castañón León, en donde hasta el momento aun no definían la situación de ambos grupos que se disputan el poder de este sector.
En esta reunión no participó Martin Aquino Palacios, secretario General adjunto de la FETECH CTM, porque se vertió el comentario que también tiene cola que le pisen, con averiguaciones previas, por lo que mejor emprendió la retirada, sin embargo manipuló todo vía celular.
A eso de las 14:11 minutos los indígenas y obreros de la FETECH, con un aproximado de 70 a 80 personas deciden trasladarse a las instalaciones de esta federación CTM, donde desde el pasado día domingo por la madrugada, simpatizantes de Olvera Mejía se posesionaron, ya que se tiene conocimiento de que para el día miércoles vendrá a esta ciudad capital el líder nacional Joaquín Gamboa Pascoe, a tomar la protesta a la nueva dirigencia de la CTM en Chiapas, la cual se encontraba en manos de Saúl Martínez Martínez.
Al arribar los Martiniztas a las instalaciones de estas oficinas ubicadas en la esquina de la 2 norte esquina 3 oriente, quienes armados con un marro, gases lacrimógenos y piedras que se transformaron en proyectiles de guerra, trataron de abrir el portón a marrazos, lo cual fue impedido por los Olveristas que se encontraban minutos antes escuchando música en vivo con una banda, la cual dejo de tocar, al ser agredidos a pedradas desde la calle.
Por lo que de inmediato también los músicos se armaron con garrotes y recogían las piedras que les arrojaban desde la calle, para nuevamente utilizarlas como proyectiles de defensa de su propia seguridad y del edificio que alberga las oficinas de la Federación de Trabajadores CTM , la cual es la manzana de la discordia en estos momentos en víspera de la vida política del país y del estado donde consideran que se pueden llevar una tajada del gran pastel del 2012.
Ambos grupos se liaron a pedradas las cuales unos recogían desde las calles y los de adentro las retomaban para defenderse desde sus trincheras, desde donde podían arrojar piedras a sus adversarios, otros desde la azotea del edificio defendieron con todo lo que consideran les corresponde por derecho y los de afuera similar aptitud tomaron, sin embargo no fue posible el desalojo que era lo que se pretendía.
Minutos más tarde se escuchó el ulular de las sirenas de las patrullas de diversas corporaciones policiacas que se dieron cita en el lugar, para desactivar esta batalla campal que protagonizaron dichos grupos rivales por la disputa del poder de este sector.
Afortunadamente no se registró ningún descalabrado, ni mucho menos intoxicado por los gases lacrimógenos que se utilizaron en esta trifulca, sin embargo momentos de tensión vivieron los vecinos aledaños a estas instalaciones, ya que los integrantes del grupo de Saúl Martínez desde la calle no atinaban a pegarle al edificio, sino que daban en el blanco a casas vecinas.
En la parte posterior del edificio, propietarios de una vecindad enardecidos por las lluvias de piedras que cayeron sobre su propiedad gritaban que los de adentro de la CTM, se estaban saltando para huir con rumbo desconocido y por causa de las piedras podrían ocasionar un lesionado.Minutos después todo volvió a la calma con la presencia de policías antimotines, no sin antes de que los comerciantes y transeúntes se refugiaran en lugares seguros para no correr el riesgo de sufrir alguna lesión por los proyectiles arrojados por ambos grupos.