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Balancear la alimentación con plantas comestibles no tradicionales en Chiapas


Cosme Vázquez /ASICh
La dieta alimenticia de los chiapanecos puede balancearse con plantas y flores que se pueden cosechar hasta en el patio de la casa, señaló Evelia Chávez Quiñones, autora del libro Plantas Comestibles no Convencionales en Chiapas.
En el marco de la presentación de su libro que hicieron Francisco Basurto Peña, de ciencia biológicas de la UNAM y Oscar Farrera Sarmiento, académico de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, señaló lo grave de la situación actual, dado que el 80% de grasas y azúcares forman parte de la dieta de la sociedad, lo que se refleja en altos índices de obesidad y en Chiapas particularmente en algunas zonas, la desnutrición de niños.
Dijo que su libro editado por la UNICACH, a voluntad del rector Roberto Domínguez Castellanos, trata sobre el rescate oral de lo que permanece en forma prehispánica de las plantas comestibles no convencionales, lo cual es importante porque se ha venido perdiendo la cultura del consumo de las especies de generación tras generación, por causas del mundo comercial de productos elaborados industrialmente y por la falta de información.
Inclusive, en el libro que contiene información de 71 especies, se da entender hasta con tablas de las vitaminas y minerales que contienen algunas plantas y flores, que bien pueden ser platillos en la mesa de gente de escasos recursos económicos.
Propuso que la gente puede producir estas especies hasta en los patios y azoteas de la casa, con lo que obtendrían más vitaminas y minerales por tener células vivas que son de mucha importancia para el cuerpo humano.,
Anotó que con ese fin se ha donado 50 ejemplares del libro al IMSS Solidaridad, a efecto de que los promotores rurales hagan la promoción entre las comunidades del valor que tienen las plantas comestibles como el chipilín, la chaya, cupapé, berro, piloncillo, moju, etc
A su vez, Francisco Basurto destacó que en el libro se reportan plantas que son utilizadas por 11 etnias y que pueden reproducirse en bosques secos, bosques templados y en la selva.
Indicó que el valor que se sabe de estas plantas se sustenta con una encuesta realizada en 59 municipios de las siete regiones de Chiapas, y que de las 71 especies el 84% son de origen México y el resto que llegó de la región Andina y Mesoamérica.
Puso de relieve que del inventario nacional, un 10 por ciento de plantas comestibles se plasman en el libro de Chávez Quiñones.
Oscar farrera Sarmiento anotó que 250 mil especies de plantas y flores que hay en el mundo, solamente el 20 por ciento resultan propias para el alimento del ser humano, y que cada vez más hay mayor demanda, por lo que necesario incentivar más a la agroindustria en el país.
Dijo que muchas especies de plantas comestibles pueden cultivarse a gran escala para responder a la demanda para elaborar productos derivados de las mismas.
Precisó que algunas especies contienen alto grado de toxicidad, pero afortunadamente el conocimiento de la cultura prehispánica ha permitido consumirlas al tratarlas hasta en la medida de cocción.
Reconoció que obras como este libro hacen falta en Chiapas para continuar aquel esfuerzo que dejó a medio camino el botánico Faustino Miranda.