El “Lago Azul” del recreativo “Joyyú Mayú” de Tuxtla Gutiérrez
Augusto Solórzano López /ASICh
Este “lago” localizado en el Joyyú Mayú en verdad es un “Ojo de Agua” que se encontraba en medio de un mangal, propiedad del Sr. Hernán Mota.
Generaciones y generaciones le conocimos y nos servía de sano paseo y a veces no tanto, porque allí disipábamos las penas al son de dos que tres chelas o algo más fuerte.
Luego se dijo que CFE compró esas tierras de la “curva Zapatá”, (es decir donde ahora está el monumento a Don Salomón González Blanco), para edificar y fundar ahí, la Colonia de “Los Electricistas”, que como todos sabemos se fincó cerca de aquí, pero, al norte de la Capital.
Finalmente, en un acto de expropiación que le costó la vida al Sr. Hernán Mota, dicen, porque no le gustó nada cómo y cuánto le pagó el gobierno de Patrocinio González Garrido. En fin.
La expropiación comprendió, incluso, la salida del periódico El Ahuizote, del periodista Guillermo Trinidad Mota, cuyo hogar se encuadraba en esos terrenos que besaban la margen sur del Río Sabinal y que permutó por otro en el Libramiento Sur.
Es así como nace el Joyyú Mayú, mismo que en un principio como que le ampliaron la “boca” del Ojo de Agua y se apreciaba como un lago en donde se lucían hermosos patos y hasta tenía una especie de para pasar por arriba al centro del lago.
El lugar en específico tiene actualmente, un vertedero mecanizado al centro e incluso se puede observar por lo menos una lancha pequeña para navegar, supongo, es un negocio. No se ve mal. Lo que extrañamos son los patos, porque, ya no están.
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