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Llama Mirna Camacho al alcalde y Cabildo de Tuxtla echar abajo el cobro por la luz pública

Cosme Vázquez /ASICh

Dependería del presidente municipal de Tuxtla, Samuel Toledo Córdova Toledo para echar atrás el cobro del 8% a los habitantes de la capital de Chiapas por la luz pública, que a todas luces es inconstitucional, sostuvo la diputada Mirna Camacho Pedrero.

Enfática dijo que por ser un impuesto declarado con jurisprudencia como inconstitucional, la bancada del PAN votó en contra, y precisamente por ello en otras ciudades en donde se ha pretendido implementar no ha prosperado, ejemplo más reciente en el DF.

Indicó que este cobro del ocho por ciento sobre el pago que tendrían que hacer los tuxtlecos por consumo de energía eléctrica en sus hogares o negocios, impactará a los núcleos poblacionales más vulnerables, los que menos tienen.

Reconoció que efectivamente el Ayuntamiento de Tuxtla puede tener necesidad de sanear sus finanzas, pero debe hacerlo mediante los mecanismos adecuados y no pegarle a la clase más necesitada, y hay que actuar con congruencia buscando a los responsables del quebranto municipal.

No podemos estar exigiendo tarifas preferenciales de la CFE, y que tenga esta paraestatal ciertas corresponsabilidades con Chiapas; estarnos oponiendo a la apertura de más presas hidroeléctricas y a la vez estar aplicando un impuesto sobre otro impuesto establecido. Esto es incongruencia, subrayó.

Anotó que ojalá se pueda esto se pueda enmendar en este tema por parte del Ayuntamiento, en la responsabilidad que pueda tomar el alcalde, porque el tema no ha sido una decisión exclusiva del Congreso del Estado, sino ha sido avalado por el Cabildo, pese a que un impuesto de esta naturaleza le compete solamente al Congreso de la Unión, la Federación y CFE.

Camacho Pedrero hizo un llamado al edil de Tuxtla y al Cabildo para que puedan rectificar sobre esta decisión, y seamos congruentes en lo que pedimos y cómo lo ejercemos.

Señaló que los recursos municipales deberán dirigirse de manera responsable, y no implementar espacios de diversión para el pueblo sin tener las condiciones de solvencia, como ocurrió con la pista de hielo, lo cual debió haberse programado responsablemente. Es un gasto irresponsable.