Concluye en Chiapas marcha a favor de migrantes
La marcha de 85 kilómetros que realizaron activistas en derechos humanos, inmigrantes centroamericanos y miembros del movimiento ‘#YoSoy132’, concluyó este sábado. Durante tres días, los activistas partieron el pasado jueves por la mañana de La Mesilla, Guatemala, para recorrer los municipios de Frontera Comalapa, La Trinitaria y Comitán.
En el último tramo de la jornada, los participantes de la caminata presentaban lesiones en rodillas, plantas y dedos de los pies, como consecuencia de caminar en la carretera Panamericana, durante tres días.
Por la tarde, los integrantes de la caravana descansaron en la entrada a la zona arqueológica de Tenam Puente, donde permanecieron unos minutos, para luego caminar el último trecho de 12 kilómetros.
Al traspasar el retén que mantienen soldados de la 39 Zona Militar, los soldados regalaron agua y naranjas a los participantes de la marcha, pero el momento fue aprovechado para lanzar consignas: «Sufren los que se van, sufren los que se quedan», «Alto al sufrimiento», «Los migrantes no son criminales, somos trabajadores internacionales», «Basta de violencia económica contra nuestros pueblos». Algunos de los participantes caminaban con dificultad, pero aun así, siguieron hasta el parque de San Sebastián, donde los esperaban miembros del «#YoSoy132», desplazados de la comunidad Galeana, colonos y miembros de organizaciones de transportistas.
Después de tres días de caminata y recorrer 85 kilómetros de la frontera México-Guatemala, Concepción Avendaño dijo que en esta parte de México, los inmigrantes «sin papeles» parecen estar olvidados de los organismos de derechos humanos y organizaciones que velan por el respeto de sus garantías.
Muchos de los extranjeros inmigrantes que buscan llegar a los Estados Unidos, usan esta ruta, una de las tres que hay en Chiapas, pero su tránsito es lento, a diferencia del traslado masivo que hacen otros grupos, a través de la «bestia», como se le llaman al ferrocarril que transita de Arriaga, Chiapas, a Oaxaca y Veracruz.
Pero la situación más difícil la enfrentan los trabajadores agrícolas, en su mayoría indígenas mayas, que vienen del altiplano guatemalteco, para trabajar en fincas cafetetaleras y ranchos productores de melón, sandía, limón y naranja.
Aunado a las trabas que impone el gobierno mexicano a los jornaleros agrícolas, éstos deben enfrentar los abusos de los dueños de las fincas y ranchos, percibiendo salarios ínfimos a lo que gana un mexicana.
Avendaño agradeció a las organizaciones que participaron con sus propios recursos en la marcha y exigió al gobierno voltear la mirada de las organizaciones de derechos humanos, a esta zona de México.
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