COMENTARIO A TIEMPO
Por Teodoro Rentería Arróyave
ESA IZQUIERDA
A todos los amigos locutores de México en su día, en forma muy especial y cariñosa a su dirigente nacional, la maestra Rosalía Buaun Sánchez.
Como lo apuntamos en el Comentario a Tiempo del pasado 2 de julio y que escribimos inmediatamente después de conocerse los primeros resultados de las encuestas de salida, en el sentido de que teníamos Presidente Electo, de que terminará el próximo 1 de diciembre la pesadilla del régimen calderonista y que finalmente el candidato de las llamas izquierdas, Andrés Manuel López obrador terminaría por reconocer, tarde que temprano, el triunfo del candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, ya se cumplieron dos de las tres, la otra se cumplirá indefectiblemente.
De acuerdo, el reconocimiento de Andrés Manuel no fue directo sino implícito, en vista de que, y eso hay que reconocerlo, evitó en su discurso del pasado domingo en el Zócalo capitalino las arengas del insulto, de las descalificaciones y de la prepotencia.
Si eso hubiera hecho hace 6 años cuando le arrebataron el triunfo y no convertirse de mutuo propio en un "presidente legitimo" de pacotilla, hoy con toda seguridad, el panorama político seria otro.
Para nadie es un secreto que la decisión del político tabasqueño, de formar su propio partido, tiene como objetivo el volverse a presentar a las elecciones presidenciales del 2018. El tabasqueño ha dicho que sigue los pasos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien logró su propósito de convertirse en mandatario de Brasil en la tercera oportunidad; la diferencia es que Lula siempre aceptó sus derrotas, nunca provoco crisis postelectorales, en esa forma hizo terso el camino para asegurar la posterior victoria.
La diferencia entre ambos personajes, estriba en la actitud de enfermiza autosuficiencia del tabasqueño. Abandonar al Movimiento Progresista que lo abanderó como candidato presidencial, a los partidos que lo conformaron: de la Revolución Democrática, PRD; del Trabajo, PT; y Movimiento Ciudadano, lo único que hace es eclipsar la unidad de las izquierdas que en gran medida se había logrado, el hecho mismo de haber obtenido cerca de 16 millones de votos, un tercio de la ciudadanía electoral, no es poca cosa.
No tenemos porque sorprendernos, esa es la izquierda de siempre, diluida, pulverizada en un partido grande, en partiditos, en innumerables sociedades políticas y en infinidad de tribus, divisiones todas provocadas, que utilizan sus dirigentes para disputarse entre sí los puestos públicos y las canonjías correspondientes.
De acuerdo con el pensamiento de los verdaderos luchadores de izquierda, de los intelectuales que se han fortalecido en esa posición porque es la única que realmente tiene como objetivo principal el bienestar de los pueblos y la equidad en todos sentidos, exacto, esa superior ideología es la que ha sido arrasada por la mezquindad galopante de la mayoría de sus integrantes.
Nadie puede negarle a López Obrador que es un líder nato y con un carisma envidiable, claro envidiable para sus opositores. Con un poquito, muy poquito de menos soberbia y menos fastuosidad política, todavía tiene tiempo de convertirse en una de las figuras políticas más importantes de finales del siglo XX y principios del XXI. Si no asimila las lecciones que le ha dado su propia vida política, quedará simplemente como un emulo de Nicolás Zúñiga y Miranda, el chistorete candidato eterno que le disputaba el poder cada periodo, al dictador Porfirio Díaz.
Periodista y escritor. Vicepresidente de FELAP y Presidente fundador y vitalicio honorario de FAPERMEX. Agradeceré Sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com y felapvicemex@hotmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
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