Octogenaria afectada por CFE denuncia recibos alterados por medidores digitales y le suspenden el servicio
ALBERTO HERNÁNDEZ
A sus 86 años y por ser Chiapas un estado productor de energía hidroeléctrica, doña Lucía González Gómez, habitante de San Cristóbal de Las Casas, nunca imaginó quedarse sin luz; sin embargo, por trampas legaloides de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ser una persona de escasos recursos y por lo que ella considera un robo a todas luces evidente, se ha quedado a oscuras.
La historia del problema que enfrenta doña Lucía González Gómez, quien vive en la 1a. Privada Río Grijalva No. 5A del barrio de Fátima, empezó en octubre del año pasado cuando, sin avisar, personal de la CFE le quitó el viejo medidor en su domicilio y colocó uno de los llamados "digitales".
A partir de entonces, comenzó su calvario. "De pagar entre 60 y 80 pesos cada bimestre, ahora me están llegando cobros de mil 250 pesos en enero de 2012, de 902 pesos en el mes de marzo del mismo año y de 810 pesos en mayo, sumando un total de 2 mil 992 pesos, pero al no poder pagar, se acumuló una deuda de 4 mil 500 pesos", señaló la octogenaria.
En entrevista, la afectada aseguró que le es imposible pagar esa cantidad, por lo que "al inconformarme mandé a mis hijas para que expusieran el problema en las oficinas de la CFE, y nunca me dieron una respuesta a mi queja, por el contrario, me manifestaron que yo pagara mis recibos o me cortaban la energía eléctrica", informó.
La señora está incapacitada para poder pagar por las razones expuestas y "en virtud de que soy persona viuda, enferma, de edad avanzada, sin condiciones para trabajar, vivo de lo que mis hijas, quienes se desempeñan como empleadas domésticas, me pueden dar y de la caridad de personas altruistas de mi barrio".
En un oficio enviado a la CFE, la afectada menciona que la paraestatal "ha elevado mucho los costos de los servicios de luz y para mi ya se ha convertido en una deuda impagable, y además estoy incapacitada para defender mis derechos de este acto de injusticia que se está cometiendo en mi persona".
En un intento desesperado por solucionar el problema y con el apoyo de la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) Región Altos, las hijas de doña Lucía acudieron el 12 de julio del presente a las oficinas de la CFE para exigir una solución al problema y que reconozcan que el medidor no sirve, pues "aun cuando me cortaron el servicio, el medidor sigue trabajando, avanzando, eso es una injusticia", acusó la afectada.
Solicitaron que le reinstalen los servicios de energía eléctrica dándole todas las facilidades para pagar una tarifa justa, tal como venía pagando anteriormente, luego de que en la reunión con personal de la CFE de San Cristóbal, sus hijas entregaron el medidor digital que le instalaron, ya que con la instalación de éste "se alteraron los costos de energía eléctrica, como lo he manifestado".
Margarita de Jesús Hernández González, hija de doña Lucía, dijo que "ya hace tiempo que tenemos este problema y estamos sin luz, ya nos cortaron el servicio; sabemos que sí hay más gente del barrio que tienen el mismo problema, no en la misma calle, están un poco retirados de nosotros, pero tienen la misma queja; desde que pusieron los medidores digitales, la luz está llegando muy cara".
Al término de la reunión, se firmó un convenio con personal de comercialización de la CFE para que por medio de abonos doña Lucía González Gómez pueda pagar la deuda de 4 mil 540 pesos, pagando un anticipo de mil 500 pesos y cuatro pagos mensuales de 760 pesos, con lo que podrá tener luz y un nuevo contrato, a nombre de su hija, pues el que tenía se canceló por el mal servicio que recibía.
En una visita hecha por EL Sie7e de Chiapas al domicilio particular de doña Lucía, donde también viven sus tres hijas y dos niños, se constató que esta familia es de escasos recursos económicos, no cuenta con aparatos eléctricos que consuman mucha luz: no tienen lavadora, plancha de ropa ni horno de microondas, entre otros.
Para ahorrar luz, desde hace varios meses toda la familia empezó a limitar el servicio, al grado de apagar el televisor y otros aparatos "para ver si de esa forma gastábamos menos luz, pero de nadasirvió porque el recibo de luz siguió llegando muy caro", refiere Margarita de Jesús.
A este reportero le informaron que tanto personal de la CFE como de un servicio particular, revisaron el cableado de la instalación eléctrica en la humilde vivienda, determinando ambos que no hay fuga de luz, también cambiaron los focos por unos nuevos, "entonces ya no sabemos qué hacer, pero creemos que todo es por el culpa del medidor digital que nos pusieron", reiteró la mujer.
Ahora, a falta de luz, todas las actividades las tienen que hacer en el día, para aprovechar la luz natural del sol, y cuando entra la noche encienden velas y candiles. "Pero los niños sufren para hacer sus tareas porque no es lo mismo con una vela, no se ve bien, se desgasta su vista", indicó doña Margarita.
Los miembros de la familia confirmaron que por haber firmado bajo presión, no reconocen el contenido del convenio que signaron con funcionarios del Departamento Comercial de la oficina de la CFE en San Cristóbal de Las Casas, "vamos a aguantar sin luz o hasta que podamos reunir el dinero, porque tampoco nos quieren dar otro contrato mientras no paguemos la deuda", concluyeron.
A sus 86 años y por ser Chiapas un estado productor de energía hidroeléctrica, doña Lucía González Gómez, habitante de San Cristóbal de Las Casas, nunca imaginó quedarse sin luz; sin embargo, por trampas legaloides de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por ser una persona de escasos recursos y por lo que ella considera un robo a todas luces evidente, se ha quedado a oscuras.
La historia del problema que enfrenta doña Lucía González Gómez, quien vive en la 1a. Privada Río Grijalva No. 5A del barrio de Fátima, empezó en octubre del año pasado cuando, sin avisar, personal de la CFE le quitó el viejo medidor en su domicilio y colocó uno de los llamados "digitales".
A partir de entonces, comenzó su calvario. "De pagar entre 60 y 80 pesos cada bimestre, ahora me están llegando cobros de mil 250 pesos en enero de 2012, de 902 pesos en el mes de marzo del mismo año y de 810 pesos en mayo, sumando un total de 2 mil 992 pesos, pero al no poder pagar, se acumuló una deuda de 4 mil 500 pesos", señaló la octogenaria.
En entrevista, la afectada aseguró que le es imposible pagar esa cantidad, por lo que "al inconformarme mandé a mis hijas para que expusieran el problema en las oficinas de la CFE, y nunca me dieron una respuesta a mi queja, por el contrario, me manifestaron que yo pagara mis recibos o me cortaban la energía eléctrica", informó.
La señora está incapacitada para poder pagar por las razones expuestas y "en virtud de que soy persona viuda, enferma, de edad avanzada, sin condiciones para trabajar, vivo de lo que mis hijas, quienes se desempeñan como empleadas domésticas, me pueden dar y de la caridad de personas altruistas de mi barrio".
En un oficio enviado a la CFE, la afectada menciona que la paraestatal "ha elevado mucho los costos de los servicios de luz y para mi ya se ha convertido en una deuda impagable, y además estoy incapacitada para defender mis derechos de este acto de injusticia que se está cometiendo en mi persona".
En un intento desesperado por solucionar el problema y con el apoyo de la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) Región Altos, las hijas de doña Lucía acudieron el 12 de julio del presente a las oficinas de la CFE para exigir una solución al problema y que reconozcan que el medidor no sirve, pues "aun cuando me cortaron el servicio, el medidor sigue trabajando, avanzando, eso es una injusticia", acusó la afectada.
Solicitaron que le reinstalen los servicios de energía eléctrica dándole todas las facilidades para pagar una tarifa justa, tal como venía pagando anteriormente, luego de que en la reunión con personal de la CFE de San Cristóbal, sus hijas entregaron el medidor digital que le instalaron, ya que con la instalación de éste "se alteraron los costos de energía eléctrica, como lo he manifestado".
Margarita de Jesús Hernández González, hija de doña Lucía, dijo que "ya hace tiempo que tenemos este problema y estamos sin luz, ya nos cortaron el servicio; sabemos que sí hay más gente del barrio que tienen el mismo problema, no en la misma calle, están un poco retirados de nosotros, pero tienen la misma queja; desde que pusieron los medidores digitales, la luz está llegando muy cara".
Al término de la reunión, se firmó un convenio con personal de comercialización de la CFE para que por medio de abonos doña Lucía González Gómez pueda pagar la deuda de 4 mil 540 pesos, pagando un anticipo de mil 500 pesos y cuatro pagos mensuales de 760 pesos, con lo que podrá tener luz y un nuevo contrato, a nombre de su hija, pues el que tenía se canceló por el mal servicio que recibía.
En una visita hecha por EL Sie7e de Chiapas al domicilio particular de doña Lucía, donde también viven sus tres hijas y dos niños, se constató que esta familia es de escasos recursos económicos, no cuenta con aparatos eléctricos que consuman mucha luz: no tienen lavadora, plancha de ropa ni horno de microondas, entre otros.
Para ahorrar luz, desde hace varios meses toda la familia empezó a limitar el servicio, al grado de apagar el televisor y otros aparatos "para ver si de esa forma gastábamos menos luz, pero de nadasirvió porque el recibo de luz siguió llegando muy caro", refiere Margarita de Jesús.
A este reportero le informaron que tanto personal de la CFE como de un servicio particular, revisaron el cableado de la instalación eléctrica en la humilde vivienda, determinando ambos que no hay fuga de luz, también cambiaron los focos por unos nuevos, "entonces ya no sabemos qué hacer, pero creemos que todo es por el culpa del medidor digital que nos pusieron", reiteró la mujer.
Ahora, a falta de luz, todas las actividades las tienen que hacer en el día, para aprovechar la luz natural del sol, y cuando entra la noche encienden velas y candiles. "Pero los niños sufren para hacer sus tareas porque no es lo mismo con una vela, no se ve bien, se desgasta su vista", indicó doña Margarita.
Los miembros de la familia confirmaron que por haber firmado bajo presión, no reconocen el contenido del convenio que signaron con funcionarios del Departamento Comercial de la oficina de la CFE en San Cristóbal de Las Casas, "vamos a aguantar sin luz o hasta que podamos reunir el dinero, porque tampoco nos quieren dar otro contrato mientras no paguemos la deuda", concluyeron.
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