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Maestros, ejemplo de amor y compromiso con Chiapas

· Es gracias a los maestros que podemos aspirar a un porvenir más proospero para el Estado en materia educativa.

Los maestros son el corazón del sistema educativo que día a día moviliza a millones de estudiantes de todos los niveles buscando la excelencia. En las aulas se perfila la sociedad del mañana, los hombres y mujeres que a través de sus conocimientos buscarán competir en el mercado laboral con una sólida formación escolar.
Son los maestros los que con su esfuerzo personal buscan ser la llave de una educación integral a base de valores para consolidar a mejores seres humanos, pues el éxito de la sociedad radica en su capacidad de formar a la generación siguiente.
Bien ha hecho en señalar en otros ocasiones, el senador con licencia, Manuel Velasco Coello, cuando explicaba que la educación marca la diferencia entre lo que somos y lo que queremos ser, y son los maestros y maestras de Chiapas y México, quienes con su esfuerzo buscan siempre ir más allá de su obligación para formar seres responsables, íntegros.
Es gracias a los maestros que podemos reconocer aspirar a un porvenir más próspero para Chiapas en materia educativa. Son éstos quienes con su lucha diaria dentro de las aulas de clases, forman personas para la vida y es por ello que ahora más que nunca la docencia es un compromiso social, un lucha diaria, una forma de luchar contra el analfabetismo.
Cierto es lo que otrora indicara El Güero cuando decía que los maestros de Chiapas día con día hacen gala de valores como la dedicación, el servicio, la tolerancia, disciplina, paciencia, servicio y amor, que se engloban en la palabra vocación.
Es por ello que ser maestro es más que una profesión que permite trabajar, sino que es la oportunidad de moldear lo más preciado de una sociedad, sus niños y jóvenes, a quienes siempre se les busca inculcar conocimientos y valores.
Es por todo lo que representan los maestros que, siendo presidente de la República Venustiano Carranza, firmó un decreto que declara a este día como el día del maestro, por lo que la primera conmemoración del Día del Maestro en México fue el 15 de Mayo de 1918.
Sin embargo, ser maestro no es fácil. Se necesitan esfuerzo, compromiso, paciencia, dedicación y responsabilidad para poder educar, formar y orientar, y para lograrlo se necesita, además de la ayuda de los maestros, el apoyo de los papás y la ayuda de los mismos estudiantes.
También debemos entender que el aula no es el único espacio físico que permite al maestro volcar en el alma y en la mente de niños y jóvenes, conocimientos, enseñanzas y valores, también la casa es un factor importante.
Así pues, como ha dicho bien Manuel Velasco, la labor del maestro propicia el desarrollo de las capacidades, habilidades y aptitudes del estudiante, mismas que inciden en la formación del ciudadano mexicano. El maestro es también formador de conciencias, es el actor que a través de su ejemplo invita a la superación personal, es el promotor social que incita a luchar por los sueños a sus alumnos.
El maestro es el héroe que lucha contra la ignorancia y aporta elementos que disminuyen el rezago educativo de nuestro país. Es quien enfrenta con humanismo la tarea que a sí mismo se ha impuesto y que la nación le ha encomendado.
Los maestros reciben, por su antigüedad en el servicio docente, 25 y 50 años, las medallas Rafael Ramírez e Ignacio Altamirano, respectivamente. Cabe mencionar que existen múltiples personajes a lo largo de la historia que con su intervención enriquecieron la educación, sus procedimientos y sus alcances, entre ellos destaca José Vasconcelos