CAFÉ PARA TODOS
Alberto Carbot
* LOS FUNERALES DEL EXPRESIDENTE MIGUEL DE LA MADRID
* APROBADA LA LEY FEDERAL DE JUSTICIA PARA ADOLESCENTES
De la Madrid murió el domingo último en Ciudad de México a los 77 años, víctima de un enfisema pulmonar. Aunque dicen que no hay muerto malo, ciertamente nadie derrama una lágrima cuando muere un sátrapa o un dictador, como no sean sus familiares directos. Sin embargo, en México los expresidentes suelen suscitar tantas pasiones, enconos y animadversiones que cuando muere uno de ellos no siempre hay pena ni condolencias.
De hecho, tampoco suele haber funerales de Estado sobre todo si tuvieron un desempeño controvertido. Es el caso, por ejemplo, del ex presidente José López Portillo, cuyas exequias fueron como las de cualquier persona y su fallecimiento transcurrió discretamente, si acaso con la publicación de alguna que otra esquela en los periódicos.
Quizá la última personalidad a la que se le rindieron honores en su calidad de ex presidente, fue el general Lázaro Cárdenas, en noviembre de 1969, con la asistencia de Adolfo Ruiz Cortines.
A los funerales de Adolfo López Mateos asistió el presidente Gustavo Díaz Ordaz, a pesar de que ambos se enemistaron en los últimos años de la vida del primero.
Ruiz Cortines tuvo unos funerales discretos, como austera fue su administración y Miguel Alemán Valdés fue velado en su casa.
Es notable, por lo tanto, que la muerte de Miguel de la Madrid recuperara esa tradición de las grandes democracias, en honrar a quienes han gobernado a un país. El presidente Felipe Calderón, que fue de algún modo adversario de De la Madrid, quiso tener un gesto singular hacia su antecesor, a pesar de que fue éste pertenecía al bando contrario.
De hecho, dice mucho a favor de Calderón que, a pesar de las campañas electorales, se atreviera a organizarle funerales de Estado en el Palacio Nacional. Ayer, encabezó un homenaje de cuerpo presente al ex mandatario de quien dijo que "México le reconoce su esfuerzo en los momentos aciagos".
De la Madrid "tuvo la visión de abandonar un modelo económico para dar paso a una economía de flujos abiertos", afirmó Calderón en su mensaje durante las exequias y también recordó que condujo el país en momentos complejos como el embate del huracán "Gilberto" y el sismo del 85
Calderón expresó su pésame a la familia y señaló que el ex jefe de Estado "ejerció su liderazgo para poner a flote la economía nacional que sufrió los efectos de una profunda crisis económica".
Cadetes del Heroico Colegio Militar vestidos de gala, le hicieron honores y gobernadores, secretarios de Estado y dirigentes partidistas le rindieron tres minutos de aplausos.
Enrique de la Madrid, hijo del fallecido mandatario, dijo que su padre fue "producto de la cultura del esfuerzo y gobernó con el ejemplo". La bandera que envolvió el ataúd fue entregada por Calderón a familiares de De la Madrid tras escucharse el himno nacional.
Desde el exterior, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, envió sus condolencias al gobierno de México por el fallecimiento del ex presidente, cuya figura, a su juicio, "se agrandará con los años".
Insulza valoró la "gran labor que desempeñó, cuando debió asumir la presidencia de su país y hacer frente a las difíciles condiciones económicas que marcaron ese momento".
El secretario general de la OEA recordó que durante su gestión (1982-1988) el ex mandatario mexicano sentó las bases para luchar contra la corrupción, imponiendo mecanismos de transparencia y rendición de cuentas que marcaron un cambio en la administración estatal.
También destacó "la serenidad, la modestia y la paciencia con que el ex presidente encaró, primero, la compleja etapa que vivía México en esa época, y luego las terribles consecuencias del terremoto de 1985".
Hay que recordar que Insulza vivió parte de su exilio en México durante la presidencia de De la Madrid por lo que sabe bien el rol que bajo su égida desempeñó el país en esos años, en el área internacional, durante la crisis de Centroamérica.
EL GRUPO CONTADORA EN EL CONFLICTO CENTROAMERICANO
Insulza recordó que el Grupo de Contadora, pilar en la solución del conflicto que vivían los países centroamericanos, nació bajo el impulso del presidente De la Madrid, quien "abogó con persistencia por alcanzar la paz".
Pocos mandatarios han tenido la oportunidad de ser bien recordados en México. Casi siempre se les evoca como personajes que se enriquecieron a la sombra del poder, abusaron de sus facultades omnímodas, se construyeron grandes mansiones, tuvieron muchas mujeres o fueron esto o aquello.
Miguel de la Madrid es uno de los pocos ex presidentes -el otro quizá sea Ernesto Zedillo-, que no suscitan arrebatos ni desatan injurias cuando aparecen en público.
Si Luis Echeverría -que quizá por lo enfermo ya no esté en condiciones de andar vagabundeando- o Carlos Salinas y hasta Vicente Fox aparecieran uno de estos días por la calle en cualquier sitio público muy concurrido, digamos el Zócalo, lo más probable es que la gente los trate con sequedad o desprecio.
En el caso de De la Madrid, se puede argumentar que fue un hombre gris, y opaco, un hombre que no despertaba ni pasiones ni odios, pero tampoco solía generar entusiasmo o algo de simpatía. Aunque se ganó cierta maledicencia popular cuando tras los sismos del 85 se quedó pasmado y no supo asumir el liderazgo que México necesitaba en esos momentos de muerte y dolor.
El problema es que De la Madrid heredó una administración desastrosa, un país al borde de la insolvencia y endeudado hasta las cachas, gracias a López Portillo, el hombre que prometió "defender al peso como un perro" y estatizó la banca, decretó el control generalizado de cambios, desconoció los contratos de Mexdólares e hizo huir en estampida a los inversionistas.
Su sucesor enfrentó entonces el peor panorama que mandatario alguno puede encarar. Con todo, De la Madrid armó un buen equipo de gobierno, con un secretario de Hacienda de primer nivel como Jesús Silva Herzog, para lograr solución al problema de la abultada deuda externa y conseguir más o menos estabilizar la economía.
Miguel de la Madrid debe haber recordado mucho durante los últimos meses de su vida, cuando ya requería de oxígeno pues su enfisema pulmonar estaba muy avanzado -resultado de su hábito arraigado del tabaquismo-, esos momentos álgidos que tuvieron en vilo al país.
El período en el que tuvo que lidiar con el timón del barco nacional (1982 a 1988), es conocido como "el sexenio de la crisis" y se vio caracterizado por devaluaciones, inflación y enfrentamiento diplomático con Estados Unidos. Por si fuera poco, la naturaleza también lo puso a prueba, pues en su período ocurrió el sismo del 85 y un huracán desvastador.
El político colimense se ganó el mote de tecnócrata y todavía López Portillo un día presumió en una entrevista que fue "el último presidente de la Revolución".
Lo que sucedió también es que a De la Madrid no le quedó otra alternativa que abandonar el nacionalismo revolucionario y abrazar el neoliberalismo, pues caminos intermedios no existían ante un entorno internacional incierto y una situación interna caótica.
En realidad, la única salida para De la Madrid era vender empresas públicas, reducir el gasto público y devolver parte de los activos bancarios nacionalizados.
Pero logró estabilizar la inflación mediante los famosos Pactos Económicos de Solidaridad y al final entregó a un país más o menos con los problemas urgentes resueltos. Al final, pesó sobre él la sospecha de haber manipulado los resultados electorales -a través de "la caída del sistema" operada por Manuel Bartlett-, que pudieron haberle dado la presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas, hecho que confirmó en una entrevista concedida hace pocos años-, pero esa fue otra historia.
GRANOS DE CAFÉ
El pasado miércoles, el pleno de la Cámara de Diputados, con excepción de algunos diputados del Partido del Trabajo, aprobaron ayer la Ley Federal de Justicia para Adolescentes, que impone un nuevo sistema de prisión, prohibiciones y sanciones para jóvenes que cometan delitos federales; sustituye el sistema de consejos tutelares para menores e impone que la edad para que se les impute la comisión de un delito es a partir de los 14 años y no a partir de los 18, como hasta ahora.
Los delitos que sanciona la ley son: terrorismo, contra la salud, ataques a las vías generales de comunicación, violación, asalto en carreteras o caminos, lesiones, homicidio, secuestro, robo calificado; así como uso, acopio, portación e introducción de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea y robo de hidrocarburos.
Al argumentar en favor del dictamen, el presidente de la Comisión de Justicia, Humberto Benítez Treviño (PRI), defendió que la prisión preventiva se decretará en situaciones excepcionales y para delitos federales, y que antes de ordenar el encarcelamiento de los menores, un juez especializado podrá determinar otras medidas, como la "reclusión domiciliaria", trabajos en favor de la comunidad y cumplimiento de la pena en cárceles por hora.
Los diputados aprobaron también un dictamen de la misma Comisión que reforma el Código Penal Federal, para sancionar a quien intervenga correos electrónicos contenidos en computadoras personales, teléfonos móviles o tablets con el fin de cometer un delito, extorsionar personas, difundir información o destruirla.
La Ley recién aprobada resulta un arma de dos filos, ya que si bien hay casos de adolescentes que forman parte del crimen organizado -como es el caso del célebre sicario "Ponchis", de escasos 13 años-, también es verdad que este sector de la población ha sido uno de los más castigados por el fracaso de las políticas públicas de la actual administración, especialmente en los niveles más marginados, que los criminalizan y castigan en lugar de proporcionar acciones preventivas, además de acceso a educación y empleo.
La mencionada ley ha sido cuestionada por los académicos, bajo el argumento de que se insiste en la vieja concepción de castigar, pero no se atiende de manera integral su recuperación. No hay políticas para la juventud, instituciones que se encarguen de su atención ni procedimientos que tengan por objeto mejorar sus condiciones.
…Sus comentarios envíelos vía internet a la dirección gentesur@hotmail.com
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