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Tras balacera en la colonia Zapata se debate entre la vida y la muerte El Pollo en el hospital de Tuxtla

Un herido, a quien se le conoce con el sobrenombre de El Pollo, se debate entre la vida y la muerte en el hospital regional de Tuxtla, tras una balacera que se registró la noche del miércoles casi frente a la iglesia y frente a la cancha de básquet bol de la colonia Emiliano Zapata de Tuxtla Gutiérrez.
La balacera fue provocada por dos sujetos no identificados que tras una acalorada discusión sacaron las armas de fuego y pusieron en peligro la vida de muchas personas que presenciaban una tertulia en conmemoración de los festejos aniversario de dicho lugar.
A eso de las 23 horas cuando repentinamente se escucharon, confundidos dentro del ruido de la música, tres disparos de arma de fuego de grueso calibre, de los cuales dos de ellos dieron en la humanidad de El Pollo, quien recibió los impactos de bala en la parte abdominal y otro en el fémur de la pierna izquierda.
Los que participaban en la tertulia corrieron disparatados hacia sus domicilios, y otros buscaron refugio abajo del templete donde se colocaban los aparatos de sonido del conjunto que amenizaba el baile.
Cabe mencionar que el evento fue organizado por la presidenta de Barrio de la colonia Aleyda Hernández y María Eugenia, quienes no solicitaron medidas preventivas y de seguridad, aun sabiendo que en esa colonia es extremadamente delicada la situación.
Momentos después que el herido quedara tirado en el lugar de los hechos, los sujetos armados, corrieron dos calles hacia el norte, en donde se escucharon siete detonaciones más de arma de fuego. Más tarde llegó la policía municipal sin que lograra aprehender a los victimarios que huyeron con toda facilidad.
Hasta el lugar donde se hizo la segunda descarga de disparos, llegó la señora María Eugenia Hernández, quien agredió físicamente a la supuesta mamá del que había disparado, y en presencia de los agentes policiacos se provocó un conato de enfrentamiento.
Posteriormente, se presentó el fiscal del ministerio público quien dio fe de los hechos y levantó los cascos del arma de fuego disparada, mientras que en el lugar del segundo evento, había congregadas decenas de personas que presenciaban los lamentables hechos.