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NO APTO "EL ALAZÁN", PARA UNIVERSIDAD


Augusto Solórzano
Las cosas que pasan y ocurren sin fundamento, pero, que se dan por efectivas, reales y verdaderas. Molestan. La ligereza, distintivo de funcionarios irresponsables es en muchas ocasiones recurrente. Al final, lo único que dejan es el amargo sabor del engaño. El ahora ya famoso predio "El Alazán" de Tapachula es uno de esos ejemplos.
Las 102 hectáreas de El Alazán se hicieron famosas a la postre de haber sido cedidas en donación al Ayuntamiento Tapachulteco de la pasada administración por una institución bancaria que de este modo saldó un adeudo de impuestos y porque serviría para construir espacios educativos.
Antes y durante la politización y la disputa de lidercillos quienes azuzaron a decenas de familias e invadieron una parte del mismo. Contaminación de actores políticos que seguramente nunca se hicieron presentes en el lugar, pero que metieron ruido.
Ruido que tuvieron propósitos aviesos para hacer daño a determinados políticos quienes no se amedrentaron y demostraron que de todo lo que en su momento se dijo, había mucho de imaginación y ganas de joderlos.
No faltó la voz de los que alentaron a quienes tienen el poder para hacer y deshacer y se produjo un desalojo, que enredó más el asunto, sobrevino el encono social y finalmente no pasó nada. En una parte de las 102 hectáreas hay un enorme asentamiento humano.
Ese asunto más otros grupos que se agregaron redondean una buena extensión que permanece invadida, pese al desalojo. La mayor parte está libre y en medio de todo las aparentes buenas intensiones de construir instalaciones educativas.
Primero se dijo que en buena parte de los llevados y traídos terrenos se construiría el CONALEP - Tapachula. Luego que no y la disputa continuaba. Todos contra todos. Insisto y puedo asegurar ninguno de los "interesados" conoce o conocía "El Alazán".
Solo la pobreza y la necesidad de más de un centenar de familias de las miles y miles que existen en México y que no tienen nada más que la piel suficientemente dura para soportar y aguantar el frío, la lluvia, el viento y el hambre, conoce muy bien el lugar.
"El Alazán" es un pedregal, sinuoso, árido y quebrado en donde con trabajo crece el monte. Ausente de todo y lleno de nada. Solo el estoicismo de la pobreza puede habitar en un lugar donde tal parece que no pasó Dios.
El lunes 13 de junio de este año publiqué aquí que, en el predio "El Alazán" "se construirá el complejo de la Universidad Politécnica de Tapachula, UPT, constará de 17 edificios (…) con un proyecto de crecimiento a cinco años, partiendo de los cimientos apuntalados por el gobierno de Juan Sabines Guerrero".
El Rector de la UPCH, Dr. Jorge Luis Zuart Macías, confirma (anotaba entonces) que ya recibió oficialmente los terrenos de El Alazán en Tapachula departe del H. Ayuntamiento que encabeza Emmanuel Nivón González y que servirá para construir allí, la Ciudad Universitaria.
"Sostiene que la Universidad Politécnica de Tapachula, UPT, es una realidad". Anoté en esa fecha.
Y en la debacle unos a favor y otros en contra de la donación del multicitado terreno para instalaciones educativas e incluso de sondeos inducidos para que la ciudadanía aprobara o rechazara. Aparecieron publicaciones pagadas ex profeso en las que se anotaba.
"La sociedad aprueba la donación de El Alazán para construir el CONALEP y la Universidad Politécnica de Tapachula". La totalidad de gente consultada "opinó" se entiende fácilmente si conocer físicamente los terrenos como apunté antes.
Con estos crudos antecedentes, pero, con uno en particular. Que para intentar abrir y comenzar la creación de un pedazo de cimiento en esos terrenos, primero se necesita no menos de 50 millones de pesos tan solo para llevar luz y agua a la orilla del predio.
Por separado -claro- la inversión del complejo universitario citado. Entonces, creo, que el gobernador Juan Sabines Guerrero, debía llamar a cuentas al o los que le vendieron la idea de que en ese terreno es posible edificar lo que no se puede edificar.
Sí creo y estoy convencido que se puede proyectar e iniciar un complejo educativo a largo plazo para Tapachula que, además lo necesita y merece, pero, en cualquier otro lugar. Menos en el predio "El Alazán".