jueves, 4 de agosto de 2011

DIÓCESIS
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Auxiliar Diócesis de San Cristóbal de Las Casas


PREGUNTAS EXISTENCIALES DE LOS JOVENES


VER
Son frecuentas los lamentos sobre los jóvenes: Que no se les entiende, que nada y a nadie respetan, que todo lo han cambiado, que rechazan los valores de otros tiempos, que sólo piensan en fiestas, que andan de vagos en peligrosas pandillas... A algunos se les califica como ninis: ni estudian ni trabajan. A varios ha enganchado el crimen organizado, por estar desempleados, aunque tengan estudios universitarios. Aumentan los suicidios de jóvenes, a veces por motivos para nosotros no graves. Los padres de familia y muchos profesores se sienten desarmados para orientarles y encauzarles hacia una vida más positiva y esperanzadora.
Del 16 al 21 de agosto, se llevará a cabo en Madrid, España, la Jornada Mundial de la Juventud, promovida por la Iglesia, a iniciativa del Papa Juan Pablo II. Su objetivo es ofrecer a los jóvenes un camino para que su vida tenga sentido. Es una preocupación pastoral que tenemos y que ha sido intensificada en Aparecida, Brasil, pues no podemos desentendernos de esta situación.
JUZGAR
En una reunión con jóvenes en San Marino, el Papa Benedicto XVI les recordaba algunas de las preguntas existenciales de todo joven: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, por qué vivir, para quién vivimos, cómo vivir ahora para tener ya la vida que puede ser luego también eterna?
Les decía: “Os invito a no tener miedo de plantearos las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida. No os quedéis en las respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en un primer momento y más cómodas, que pueden dar algunos ratos de felicidad, de exaltación, de embriaguez, pero que no os llevan a la verdadera alegría de vivir… Siempre existe el peligro de quedar aprisionados en el mundo de la cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad por lo que se refiere a nuestra dimensión espiritual… Aprended a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad, vuestra experiencia humana: descubriréis, con asombro y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito… Una de las falsas ilusiones producidas en el curso de la historia ha sido la de pensar que el progreso técnico-científico, de modo absoluto, podría dar respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad. Y vemos que no es así… Cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión horizontal, sino que comprende también la dimensión vertical”.
Con una profunda clarividencia de lo que podemos ofrecer a los jóvenes, el Papa les habla de la “iniciativa de Dios. El sale al encuentro de cada hombre y le da a conocer el misterio de su amor. En el Señor Jesús, que murió y resucitó por nosotros y nos dio el Espíritu Santo, somos incluso partícipes de la vida misma de Dios, pertenecemos a la familia de Dios. En él, en Cristo, podéis encontrar las respuestas a los interrogantes que acompañan vuestro camino, no de modo superficial, fácil, sino caminando con Jesús, viviendo con Jesús. El encuentro con Cristo no se limita a la adhesión a una doctrina, a una filosofía, sino que lo que él os propone es compartir su misma vida y así aprender a vivir, aprender lo que es el hombre, lo que soy yo. Vuestra vida encuentra significado en el misterio de Dios, que es Amor: un Amor exigente, profundo, que va más allá de la superficialidad. ¡En el Señor resucitado tenemos la certeza de nuestra esperanza” (19-VI-2011). A partir del amor de Dios y a Dios, nos lanzamos al amor al prójimo, a la familia, a los pobres y a todos los que sufren.
ACTUAR
Jóvenes: Acérquense a Jesús, búsquenlo en la oración personal y comunitaria, en la lectura orante de la Palabra de Dios, en el Sagrario, en la comunidad parroquial, en los pobres. ¡El nunca les defraudará!
Padres de familia y educadores: Sin imposiciones, inviten a sus hijos y alumnos a conocer a Jesús. El es el camino, la verdad y la vida para ellos y para ustedes.
Agentes de pastoral: Presentemos a Jesús ante los jóvenes, y no reduzcamos la pastoral juvenil a dinámicas de entretenimiento, análisis de la realidad, cuestiones sólo psicológicas. Llevémosles a El y veremos su transformación humana, cristiana, familiar, social y eclesial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario