Sociedad civil participa en el fomento a la cultura de la limpieza con la campaña “Limpiemos México”
Política ambiental pone a Chiapas a la vanguardia
Se puso en marcha la máquina “Tilapia”, para limpiar paulatinamente la basura del Cañón del Sumidero
Alrededor de 500 mil alumnos de Chiapas participaron en brigadas de limpieza, gracias al impulso del gobierno del estado en coordinación con Fundación Azteca, dentro de la campaña “Limpiemos México” y en el marco del “Día Mundial del Medio Ambiente”.
Con la participación del gobernador Juan Sabines Guerrero, ciudadanos se sumaron a la limpieza de las aguas del Cañón del Sumidero y de este modo reforzaron el arranque del programa apoyado por Fundación Azteca.
Las brigadas incluyeron los espacios educativos y sus alrededores y entre los municipios participantes destacan Chicoasén, Chiapa de Corzo, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Comitán y Tapachula, donde diversas organizaciones no gubernamentales, sociedad civil, estudiantes y gobierno de Chiapas trabajan para fomentar la cultura de la limpieza.
Cabe recordar, que en días pasados el gobernador Juan Sabines Guerrero dio inicio a “Limpiemos México” en las aguas del Cañón del Sumidero. “Hay que ir reduciendo la huella de carbono y mejor dejar una huella que deje un buen recuerdo a la humanidad y no le deje contaminación”, señaló en esa ocasión el mandatario.
En Chiapas la sociedad civil se ha sumado paso a paso para trabajar en beneficio del medio ambiente y en unidad con el Gobierno del Estado ha respaldado las políticas que en la materia se han diseñado.
De esta manera se trabaja en la reconversión productiva, consistente en cultivar las tierras ya deforestadas y que a consecuencia de ello podrían resentir los efectos de la erosión, de tal manera que se plantan árboles frutales que no sólo generan alimentos sino paralelamente ingresos a los productores y capturan gases de efecto invernadero.
Cincuenta y ocho mil productores han sido beneficiados con el programa de reconversión productiva, en cuatro años se ha invertido más de mil millones de pesos en el concepto y este año se proyecta se sumen 50 mil nuevas hectáreas, para llegar a 220 mil hacia el final del próximo año. En este rubro se ha podido establecer una red de viveros conocida como la más grande de Mesoamérica, a través del cual se ha logrado incorporar un gran número de hectáreas a otros cultivos más redituables y que mejoran el medio ambiente.
Se ha producido plantas para establecer 32 mil hectáreas de nuevos sembradíos de palma de aceite, 10 mil hectáreas de hule, 10 mil de piñón, 28 mil 500 hectáreas de diversos frutales, entre los que destacan aguacate, limón, lichi, rambután, así como 81 hectáreas de agricultura protegida.
También se trabaja en el programa REDD+ y con él se capacita a los dueños de la tierra, los pueblos indígenas, principalmente en la Selva Lacandona, para conservar los recursos naturales y concretar el inventario que les permita calcular la captura de carbono.
En los hechos, los comuneros de la Selva Lacandona, tanto lacandones como tseltales y choles, reciben ya ingresos por dos mil pesos mensuales por conservar su propia tierra y favorecer con ello la captura de GEI.
Paralelamente, el uso del biodiesel es una práctica ecológica que día con día va creciendo, por lo que el Conejobús, en Tuxtla Gutiérrez, utiliza 20% de biocombustible hecho en Chiapas a base de jatropha curcas o piñón y en Tapachula, el tapachulteco consume 100 por ciento biodiesel chiapaneco. Asimismo se construyen las primeras estaciones de venta al público.
En otro eje, se ha equipado a las principales ciudades del estado con rellenos sanitarios, por lo que comparativamente con 2006 sólo existía uno, en Tuxtla Gutiérrez, impulsado en su momento por Juan Sabines, entonces alcalde capitalino; hoy son 16 los rellenos sanitarios consolidados en la geografía chiapaneca y 16 más están en proceso de construcción.
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