Retrospectiva
Gaspar Romero
Acción preventiva
Sin duda alguna sino se cuida la selva en éste momento, Chiapas estaría viviendo bajo la amenaza de perder el principal pulmón del mundo. Desde hace más de tres décadas, cuando Juan Sabines Gutiérrez visitó e inició acciones profundas de conservación en la Reserva de la Biosfera de los Montes Azules para evitar su depredación, éstas se perdieron por los gobernantes que los precedieron y no le tomaron la mínima importancia en proteger.
A tal grado que de más de un Millón 800 mil hectáreas que formaban parte de lo que conocemos como la Selva Lacandona, hoy quedan cantidades bajas de esta zona, una buena parte de esas son trabajadas por la comunidad lacandona y otra parte son explotadas por otros grupos étnicos que por cuestiones desconocidas llegaron a posesionarse sin tener el derecho.
Ciertamente, no han sido los lacandones los que han dañado la selva, porque para ellos el “Matar un árbol es como ver caer una estrella del cielo”. A diferencia de muchos campesinos de la región, que convierten sus parcelas agrícolas en potreros cuando la fertilidad del suelo disminuye, los agricultores tradicionales lacandones, consideran el periodo de cultivo solamente como una fase dentro de un ciclo de aprovechamiento integral de sus terrenos.
El agricultor tradicional lacandón trabaja su milpa de cuatro a seis años y la prepara para que se convierta en un huerto o pac che kor, del que puede obtener frutas, alimentos y productos útiles.
Con el tiempo, el pac che kor se convierte en jurupché, un área cubierta de vegetación secundaria, fuente de recursos forestales y cinegéticos. El ciclo se cierra después de algunos años, cuando el jurupché está listo para volverse de nuevo terreno de cultivo.
Este sistema de aprovechamiento se sustenta en una serie de técnicas que los agricultores tradicionales han desarrollado a partir de los conocimientos que poseen sobre las especies vegetales de la región y, en particular, de un árbol que juega un papel fundamental en el ciclo agrícola lacandón: el chujúm.
Los tipos de vegetación más representativos de la Lacandona son la selva alta perennifolia, en la que encontramos caoba (Swietenia macrophilla) y cedro rojo (Cedrella odorata); la selva mediana perennifolia, en la que destacan el bari (Caluphyllum brasiliense), y el bosque de pino-encino, con varias especies.
No podemos dejar de mencionar a la fauna característica de la región. En la selva encontramos aproximadamente 70 especies de mamíferos, como el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Felis pardalis), el mono sarahuato (Alouatta palliata) y el mono araña (Ateles geoffroyi); 306 especies de aves, como la guacamaya roja (Ara macao), el tucán real (Ramphastus sulfuratus) y el de collar (Pteroglosssus torquatus), y una gran cantidad de reptiles, como la nauyaca, la boa constrictor y las coralillo, además de anfibios e insectos.
Sin embargo viven bajo riesgo, a tal grado que se puede perder el principal pulmón del mundo como lo es la Selva lacandona, después de tres décadas, y por fortuna al tratarse del hijo del ciclón del sureste, se retomó el proyecto de salvación y como una acción prioritaria el Gobernador Juan Sabines Guerrero, instauró el “Proceso de reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada plus”, mediante el cual los lacandones y no lacandones de la región, reciben un pago mensual con el fin de poder resguardar lo que queda de la Selva. Precisamente hace unos días el mandatario chiapaneco estuvo en la zona y visitó varias zonas en Tzibaná del ejido Metzabok, donde también más de mil 600 comuneros recibieron el apoyo.
Como sucedió hace más de 30 años, Juan Sabines Gutiérrez se trasladó a la zona para encontrarse con los lacandones, su hijo Juan Sabines Guerrero, esta vez lo hizo con su esposa Isabel Aguilera y su primogénito Juan Sabines Aguilera.
Ahí Subcomisariado Ejidal de Metzabok , Enrique Valenzuela Martínez les dijo: “Hoy los comuneros, dueños de las reserva, expresaron que se sienten respaldados en su trabajo de conservar sus riquezas naturales, labor que durante décadas han realizado a pesar de tener voces en contra”.
“Nos da mucho gusto ver que está con nosotros, es un gobierno que tiene una visión de la conservación. Tanto el gobierno y en la comunidad Lacandona, estamos comprometidos con la conservación, tenemos un compromiso de verdad por conservar, hemos sufrido tanto amenazas de gente alrededor de los ejidos. Y con el apoyo de Juan Sabines seguro es estamos logrando la conservación de la Selva Lacandona”.
En tanto, la acción del gobierno de Sabines, es que los habitantes comuneros lacandones, choles y tzeltales de Lacanjá Chansayab, Nahá, Frontera Corozal, Metzabok, Nueva Palestina y Ojo de Agua recibieron 3 millones 352 mil pesos para mil 678 beneficiarios por la conservación de sus recursos naturales.
El gobernador Juan Sabines Guerrero visitó la Selva Lacandona que es considerada una de las más hermosas del mundo, justo a orillas del lago Tzibaná el mandatario estatal entregó de mano en mano los recursos por el trabajo de cuidado de la selva.
“Lo único que tienen que hacer es conservar su selva, que nadie se las quita por eso este recurso para que ustedes la defiendan, es el patrimonio de ustedes de sus hijos y de sus nietos, este es su patrimonio, que nadie les arrebate su selva nunca, sus reservas es nuestro reto del futuro. Lo que está fuera de la reserva y son sus tierras trabájenlas, pero la reserva no la toquen”.
Anunció diversas obras para esta comunidad como el revestimiento y apertura de calles, camino a la carretera, la ampliación del sistema de agua potable y drenaje y la construcción de letrinas ecológicas.
Asimismo, les entregó ambulancias y patrullas para que los nuevos Policías Ecológicos también colaboren en el trabajo de cuidar la selva Lacandona.
Luego de la entrega de los beneficios, el mandatario, en compañía de su familia, disfrutaron del lugar mediante un recorrido en cano. Ahí conocieron la cueva con pinturas rupestres y los vestigios mayas depositados en esta belleza natural.
El futuro de la Selva, está echada, eso ni duda cabe.
Gaspar Romero
Acción preventiva
Sin duda alguna sino se cuida la selva en éste momento, Chiapas estaría viviendo bajo la amenaza de perder el principal pulmón del mundo. Desde hace más de tres décadas, cuando Juan Sabines Gutiérrez visitó e inició acciones profundas de conservación en la Reserva de la Biosfera de los Montes Azules para evitar su depredación, éstas se perdieron por los gobernantes que los precedieron y no le tomaron la mínima importancia en proteger.
A tal grado que de más de un Millón 800 mil hectáreas que formaban parte de lo que conocemos como la Selva Lacandona, hoy quedan cantidades bajas de esta zona, una buena parte de esas son trabajadas por la comunidad lacandona y otra parte son explotadas por otros grupos étnicos que por cuestiones desconocidas llegaron a posesionarse sin tener el derecho.
Ciertamente, no han sido los lacandones los que han dañado la selva, porque para ellos el “Matar un árbol es como ver caer una estrella del cielo”. A diferencia de muchos campesinos de la región, que convierten sus parcelas agrícolas en potreros cuando la fertilidad del suelo disminuye, los agricultores tradicionales lacandones, consideran el periodo de cultivo solamente como una fase dentro de un ciclo de aprovechamiento integral de sus terrenos.
El agricultor tradicional lacandón trabaja su milpa de cuatro a seis años y la prepara para que se convierta en un huerto o pac che kor, del que puede obtener frutas, alimentos y productos útiles.
Con el tiempo, el pac che kor se convierte en jurupché, un área cubierta de vegetación secundaria, fuente de recursos forestales y cinegéticos. El ciclo se cierra después de algunos años, cuando el jurupché está listo para volverse de nuevo terreno de cultivo.
Este sistema de aprovechamiento se sustenta en una serie de técnicas que los agricultores tradicionales han desarrollado a partir de los conocimientos que poseen sobre las especies vegetales de la región y, en particular, de un árbol que juega un papel fundamental en el ciclo agrícola lacandón: el chujúm.
Los tipos de vegetación más representativos de la Lacandona son la selva alta perennifolia, en la que encontramos caoba (Swietenia macrophilla) y cedro rojo (Cedrella odorata); la selva mediana perennifolia, en la que destacan el bari (Caluphyllum brasiliense), y el bosque de pino-encino, con varias especies.
No podemos dejar de mencionar a la fauna característica de la región. En la selva encontramos aproximadamente 70 especies de mamíferos, como el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Felis pardalis), el mono sarahuato (Alouatta palliata) y el mono araña (Ateles geoffroyi); 306 especies de aves, como la guacamaya roja (Ara macao), el tucán real (Ramphastus sulfuratus) y el de collar (Pteroglosssus torquatus), y una gran cantidad de reptiles, como la nauyaca, la boa constrictor y las coralillo, además de anfibios e insectos.
Sin embargo viven bajo riesgo, a tal grado que se puede perder el principal pulmón del mundo como lo es la Selva lacandona, después de tres décadas, y por fortuna al tratarse del hijo del ciclón del sureste, se retomó el proyecto de salvación y como una acción prioritaria el Gobernador Juan Sabines Guerrero, instauró el “Proceso de reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada plus”, mediante el cual los lacandones y no lacandones de la región, reciben un pago mensual con el fin de poder resguardar lo que queda de la Selva. Precisamente hace unos días el mandatario chiapaneco estuvo en la zona y visitó varias zonas en Tzibaná del ejido Metzabok, donde también más de mil 600 comuneros recibieron el apoyo.
Como sucedió hace más de 30 años, Juan Sabines Gutiérrez se trasladó a la zona para encontrarse con los lacandones, su hijo Juan Sabines Guerrero, esta vez lo hizo con su esposa Isabel Aguilera y su primogénito Juan Sabines Aguilera.
Ahí Subcomisariado Ejidal de Metzabok , Enrique Valenzuela Martínez les dijo: “Hoy los comuneros, dueños de las reserva, expresaron que se sienten respaldados en su trabajo de conservar sus riquezas naturales, labor que durante décadas han realizado a pesar de tener voces en contra”.
“Nos da mucho gusto ver que está con nosotros, es un gobierno que tiene una visión de la conservación. Tanto el gobierno y en la comunidad Lacandona, estamos comprometidos con la conservación, tenemos un compromiso de verdad por conservar, hemos sufrido tanto amenazas de gente alrededor de los ejidos. Y con el apoyo de Juan Sabines seguro es estamos logrando la conservación de la Selva Lacandona”.
En tanto, la acción del gobierno de Sabines, es que los habitantes comuneros lacandones, choles y tzeltales de Lacanjá Chansayab, Nahá, Frontera Corozal, Metzabok, Nueva Palestina y Ojo de Agua recibieron 3 millones 352 mil pesos para mil 678 beneficiarios por la conservación de sus recursos naturales.
El gobernador Juan Sabines Guerrero visitó la Selva Lacandona que es considerada una de las más hermosas del mundo, justo a orillas del lago Tzibaná el mandatario estatal entregó de mano en mano los recursos por el trabajo de cuidado de la selva.
“Lo único que tienen que hacer es conservar su selva, que nadie se las quita por eso este recurso para que ustedes la defiendan, es el patrimonio de ustedes de sus hijos y de sus nietos, este es su patrimonio, que nadie les arrebate su selva nunca, sus reservas es nuestro reto del futuro. Lo que está fuera de la reserva y son sus tierras trabájenlas, pero la reserva no la toquen”.
Anunció diversas obras para esta comunidad como el revestimiento y apertura de calles, camino a la carretera, la ampliación del sistema de agua potable y drenaje y la construcción de letrinas ecológicas.
Asimismo, les entregó ambulancias y patrullas para que los nuevos Policías Ecológicos también colaboren en el trabajo de cuidar la selva Lacandona.
Luego de la entrega de los beneficios, el mandatario, en compañía de su familia, disfrutaron del lugar mediante un recorrido en cano. Ahí conocieron la cueva con pinturas rupestres y los vestigios mayas depositados en esta belleza natural.
El futuro de la Selva, está echada, eso ni duda cabe.
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