martes, 25 de enero de 2011

Samuel Ruiz García, llegó a San Cristóbal de Las Casas para ser sepultado, como era su deseo en el Templo de Catedral

-Amalia Avendaño-
San Cristóbal de Las Casas, (México) 24 de ene.- El obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, Samuel Ruiz García, llegó a San Cristóbal de Las Casas para ser sepultado, como era su deseo en el Templo de Catedral.
Sus restos permanecen desde anoche e expuestos a la oración de los fieles y a la despedida de las comunidades. Las honras fúnebres continuaran durante el martes 25 de enero , fecha en que cumpliría 51 años de su ordenación como obispo.
Y finalmente descansará la iglesia Catedral el miércoles 26 de enero iniciando el sepelio con misa exequias en la Plaza de Catedral, a las 12 horas.
Integrantes de los 48 municipios de la diócesis habían preparado desde hace varios días una magna celebración este martes a propósito del aniversario numero 51 de la ordenación episcopal de su J’Tatic.
El ambiente en torno a la Catedral si bien es colorido, con música y sonrisas, como es la naturaleza de los pueblos desde sus indumentarias, las flores, velas, cánticos y demás ofrendas, la realidad es de tristeza y melancolía por la partida de quién dio identidad a quienes antes de la llegada de don Samuel no eran tomados en cuenta.
Durante los dos días que duraran las honras fúnebres se espera la presencia de representantes de las 2 mil 500 comunidades que conforman las 7 zonas pastorales de la diócesis más grande de Chiapas que atiende a un millón y medio de personas y donde don Samuel Ruiz ordenó a 335 diáconos permanentes, una figura que si bien le valió criticas de sectores conservadores de la iglesia, son la semilla de la encarnación del evangélio entre las étnias en donde actualmente hay 8 mil catequistas y 300 agentes de animación pastoral guiados por 84 sacerdotes. .
Don Samuel Ruiz García, originario de Irapuato, Guanajuato, llegó a Chiapas el 25 de enero de 1959 donde recibió la ordenación como obispo en la Catedral donde en 1994 fue mediador de los diálogos entre la guerrilla del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno mexicano.
Nacio el 3 de noviembre de 1924 en un hogar de jornaleros agrícolas migrantes a los campos de estados unidos, el mayor de 5 hermanos orgullosamente decia ser familia de braseros, ingresó a los 13 años al Seminario, ordenándose sacerdote y doctor en Teología Dogmatica y Sagrada Escritura en 1949.
Fiel seguidor de la Teología de la Liberación, participa como mediador en distintos conflictos latinoamericanos, brinda ayuda a partir de 1982 y hasta 1995 a unos 44 mil refugiados guatemaltecos que huían de la guerra,
En Chiapas inicia en 1975 el movimiento de diaconos indígenas creando la Iglesia autóctona y promueve la creación de instituciones de solidaridad con las comunidades indígenas y de sensibilización de los derechos humanos.
En 1994 fue mediador de los diálogos entre la guerrilla zapatista y el gobierno mexicano, en octubre de ese mismo año crea la colegiada Comisión Nacional de Intermediación y en diciembre realiza un ayuno de 17 días para evitar el reinicio de hostilidades.
En 1994 fue postulado candidato para el premio Nobel de la paz por el argentino ganador de ese mérito Adolfo Pérez Esquivel.
Por su activismo sufrió durante la crisis zapatista dos atentados de grupos radicales el primero en 1995 en su docimilio y una emboscada armada en el norte de Chiapas en 1997 de la que salío ileso.
Renunció a la diócesis el 3 de noviembre de 1999 al cumplir 75 años de edad para dejar el cargo a Felipe Arizmendi Esquivel y traslada su domicilio a la ciudad de Querétaro, donde residió hasta el pasado 10 de enero cuando fue hospitalizado en la ciudad de México.
Como obispo emérito se integró en el 2008 a la Comisión de Mediación entre el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el Gobierno Federal.
Por su trayectoria recibió innumerables premios de universidades, organismos pacifistas y gobiernos en distintos países, destacando en 1993 el reconocimiento “Viva gratitud” del Papa Juan Pablo II en la Secretaria de Estado del Vaticano, el premio Développement et Paix, Montreal, Canada.
La medalla “Roque Dalton” del Consejo de Cooperación Cultural de El Salvador, en Washington el Premio Internacional Letellier-Moffit.
El premio Leon Felipe en Madrid España y el de la Asociación de Derechos Humanos que otorga la embajada de ese país.
Fue doctorado honoris causa en universidades de Alemania, California, Barcelona, era miembro del Peace Council, de Inglaterra, y en el año 2000 la UNESCO le otorgo el galardón “Simon Bolivar”.
La diócesis de San Cristóbal expresó que su legado “la promoción integral de los indígenas, para que sean sujetos en la Iglesia y en la sociedad, la opción preferencial por los pobres y la liberación de los oprimidos, como signo del Reino de Dios”.
Además, la inculturación de la Iglesia, promoviendo lo exigido por el Concilio Vaticano II, que haya iglesias autóctonas, encarnadas en las diferentes culturas, indígenas y mestizas”

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