RECOLETOS
pepecrocker
EL LEGADO DE JTATIK.
EL LEGADO DE JTATIK. El lunes por la mañana, mientras compartía la noticia (http://twitter.com/@ppcrocker) de la muerte del Obispo Emérito de SCLC Samuel Ruiz García, recordaba aquel polémico personaje que logró polarizar a la ciudad, a tal grado que, en la misma mesa del comedor, las familias se dividían en amigos y enemigos del pensamiento de aquel tan singular hombre.
DIFÍCIL ABSTRACCIÓN. Para un sancristobalense no es tarea sencilla hacer un análisis de la obra de Ruiz García: en la mente colectiva todavía está el recuerdo de ese frágil cordón que dividía, en la Plaza de la Paz, a los Auténticos Coletos de los Pro-Zapatistas: unos contra otros.
ENTRE EL INFIERNO Y EL CIELO. Así, mientras que unos proponían genuinamente que el Obispo de San Cristóbal fuera postulado al Premio Nobel de la Paz; otros, pedían investigación y cárcel para el promotor -decían- de la insurgencia.
CAMINANTE DEL MAYAB. El activismo de Ruiz García fue la constante durante su obispado, incluso, cuando se transportaba de un lugar a otro, hacía uso de la radio de banda civil con el diez veintiocho de "Caminante del Mayab" para mantenerse en contacto con sus seguidores.
CUMBRE MEDIÁTICA. El movimiento armado insurgente del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), con su genial estrategia en medios, dio pie a que Ruiz García fuera conocido más allá de nuestras fronteras. A partir de ese momento, se convirtió en el mediador entre el EZLN y el Gobierno Federal: un mediador que privilegió la paz.
OPTANDO POR LA PAZ. La religión permitió al Obispo Emérito conocer la lacerante pobreza y abandono que sufren los indígenas del estado más menesteroso de un país pobre; no obstante, nunca aprobó abiertamente la lucha armada: probablemente sus dogmas religiosos se lo impidieron.
MOSCAS DEL PODER. Una de las características de Don Samuel -para los no religiosos- fue su vocación por los pobres: deliberadamente optó por rodearse y caminar al lado de los que menos tienen; en cambio, los poderosos, siempre trataron de acercarse a él: de manera artificiosa buscaban parecer congruentes, con vocación de servicio, cercanos al pueblo, justos… cuando en realidad solo son las moscas del poder.
HOMBRE DE SU TIEMPO. La gran mayoría de las personas solemos ser anónimos: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos sin que se entere el mundo; Samuel Ruiz García fue diferente: fue un hombre de su tiempo y, con toda seguridad, lo trascenderá: será recordado y hasta añorado; pero. . . Usted. . . ¿Qué Piensa?
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