miércoles, 3 de febrero de 2010

Opinión

Desde Los Altos
Fredy López Arévalo
Ayer a las nueve de la noche fue liberado el ex agente municipal de la comunidad de Los Llanos, Juan Gómez Díaz. Se hallaba retenido en el centro de arraigo de Pitiquito, en Chiapa de Corzo, desde el jueves 28 de enero. El Procurador General de Justicia de Chiapas, Raciel López Salazar, ordenó su libertad luego de que los comuneros de Los Llanos se sentaron en la mesa de diálogo con el gobierno de Chiapas.
Su liberación fue producto del diálogo, de la voluntad política para allanar el camino de la negociación, de la conciliación entre católicos y evangélicos, no por el bloqueo que los comuneros de Los Llanos realizaron ayer desde las 7 am en la carretera Panamericana.
Eso lo único que provocó fue inconformidad y molestia, mucha molestia, entre los automovilistas, transportistas y turistas, nacionales y extranjeros, que se vieron afectados.
Juan Gómez Díaz recuperó su libertad, insisto, luego que los comuneros de Los Llanos negociaron por más de tres horas en el segundo piso del Palacio de Gobierno, con el director de gobierno, Horacio Schroeder Bejarano, y el subsecretario general de Gobierno, el doctor Nemesio Ponce Sánchez.
Ahí se convinieron las bases para un diálogo más a fondo, de reconciliación, que comenzará hoy miércoles a las 10 de la mañana, con la participación de la contraparte ofendida, los representantes de las cinco familias evangélicas expulsadas de la comunidad de Los Llanos, en plantón desde hace 18 días frente a la Fiscalía Indígena, en San Cristóbal de Las Casas.
Se trata de distensionar el conflicto en esa comunidad, perteneciente al municipio de San Cristóbal de Las Casas, y de restablecer la convivencia armónica entre los comuneros, de acuerdo al mandato constitucional que garantiza la libertad de culto.
Ni católicos tradicionalistas ni evangélicos pueden trasgredir el orden establecido, la Constitución General de la República, y la paz social, por el solo hecho de mantener diferencias de credo, u de otra índole, que en todo caso hoy comenzarán a zanjarse mediante el diálogo, la concertación, para que retornen a su comunidad en santa paz, a vivir como hermanos, porque al final de cuentas eso es lo que son, miembros de un mismo grupo étnico, con relaciones de parentesco, aunque profesen una religión distinta y mantengan diferencias políticas, de filiación, ya que unos, los católicos tradicionalistas, se ostentan como integrantes de La Otra Campaña zapatista, y los otros, los evangélicos, como militantes del PRI.
Pero eso no debe ser motivo para que se agredan, para que se lapiden, para que destruyan y quemen sus casas, se expulsen, se priven de sus derechos agrarios, y se maten, y menos aún para que transgredan el orden establecido, toponeen carreteras, y alteren la de por sí frágil paz social que disfrutamos los chiapanecos en la mayor parte del territorio estatal, sobre todo luego de la convulsión vivida en los primeros años posteriores al alzamiento armado del 1 de enero de 1994.
Un foco se apaga, pero ya se encendió otro: el lunes se registró otra agresión de católicos contra evangélicos de la Iglesia Fuente de Fe, en el municipio de Teopisca. Son 26 familias evangélicas bajo amenaza. Duermen en sus patios por temor a más represalias.
El gobierno del estado no puede pasársela de bombero, apagando infiernitos.
Las Iglesias deben abonar a superar, de una vez y para siempre, estos signos ominosos de intolerancia religiosa.
El Concejo Interreligioso sesionará el lunes 8 de febrero. Esperamos que ese sea el espacio propicio para que los ministros de culto, católicos y no católicos, se pongan de acuerdo, y hagan ya algo para enseñar a sus correligionarios, feligreses o seguidores, a convivir en armonía y paz, como hermanos, porque la mayoría de estas iglesias o congregaciones se dice cirtianas.
Veremos y diremos…
Humedales
El Grupo Interinstitucional Ambientalista, y el autoproclamado Consejo Ciudadano de San Cristóbal de Las Casas, llamaron la atención por los dos años transcurridos desde que se decretó área natural protegida los humedales de La Kiss y María Eugenia, en San Cristóbal de Las Casas.
Y no podía ser de otra manera, sobre todo porque ayer se celebró el día internacional de los humedales, y a dos años de este decreto, votado por mayoría absoluta en el Congreso del estado, aún no se ha delimitado el área bajo protección ambiental, ni se ha publicado el plan de manejo.
Hay razón en la desazón, sobre todo por la amenaza continua contra los remanentes de humedales y la fragilidad extrema de los mismos, pero ya ayer aclaró la secretaria de Medio Ambiente y Vivienda (Semavi), Lourdes Adriana López Moreno, que existen 19 amparos contra el decreto que promovió el 1 de febrero del 2008 el gobernador Juan Sabines Guerrero, y que a más tardar en un mes, habrá certeza jurídica, para, entonces sí, hacer publico el plan de manejo.
No puede ser de otra manera, hasta en tanto no este terminado el proceso legal ante los tribunales de justicia, sobre todo porque el gobierno del estado no se puede dar el lujo de permitir otro revés jurídico, como sucedió con los amparos promovidos por particulares que se sintieron afectados en sus intereses.
Algo deben de tener claro los grupos de presión, como el denominado Grupo Interinstitucional Ambientalista, y el autoproclamado Consejo Ciudadano de San Cristóbal de Las Casas: el reclamo público le da al gobierno del estado la validación social necesaria para desechar en un 100 por ciento los argumentos jurídicos de los propietarios que gestionaron los amparos, y comenzar, a la vez, procesos administrativos contra algunas empresas, y particulares, que han colocado sus intereses económicos por encima del bien común. Por lo menos eso es lo que me dijo ayer la titular de la Semavi, Lourdes Adriana López Moreno.
El camino ha sido difícil, largo, complicado, pero se está a un mes de cerrar el proceso, tomando como máxima que si la Convención Ramsar reconoce la importancia de estos ecosistemas, el fallo de los tribunales se sobrepondrá a estos intereses económicos que están bloqueando la concreción del decreto de conservación y restauración de los humedales de La Kiss y María Eugenia.
Hay que tener confianza, y un poco de paciencia, por lo menos eso es lo que yo considero.

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